Por: Miguel Angel Sandoval
He visto con mucha preocupación, un bodrio de proyecto de acuerdo del congreso de la república que demanda penalizar el aborto en cualquier circunstancia, limitar el derecho a la libre opinión penalizando hablar sobre el aborto y rematar con la prohibición de matrimonio entre personas del mismo sexo, aduciendo unas cuantas mentiras y muestras de una fe que ni siquiera entienden. Es una vergüenza más que nos hace pasar el combo de diputransas.
Mientras en nuestro aldeano congreso se maquilan leyes del siglo XI, en Irlanda, país de mayoría católica, y claro sistema democrático, mediante un referendo, se aprueba el aborto de forma amplia y sin restricciones, con la única condición que el embarazo no pase de las primeras 12 semanas y por razones terapéuticas o malformación genética del embrión hasta 24 semanas. Se trata de un derecho que la población ha ganado por el voto popular.
El derecho al aborto se puede considerar en el reciente referendo de Irlanda, como algo consustancial a la democracia. No se trata solo de filias y fobias, sino que en el caso presente, una amplia mayoría del 66.4% de los votos fueron para la aprobación del aborto por razones terapéuticas, por violación o por expreso deseo de la mujer que lo demande aduciendo razones económicas, trabajo, estudio, o considerar que no tiene en ese momento las condiciones para llevar a término un embarazo no deseado.
Estamos ante una muestra de los derechos democráticos de la ciudadanía irlandesa. Como repito, es una población de mayoría católica, practicante, con muchas tradiciones, pero con un sentido claro de sus derechos ciudadanos, entre los cuales se coloca el aborto por las razones ya expuestas. En concreto, el 86% son católicos, un porcentaje menor es de la iglesia Anglicana, hay quienes no aceptan tener una religión y un porcentaje muy pequeño, que ni siquiera entra en las estadísticas, se declara ateo.
Como se puede concluir, es un país como el nuestro, capitalista, con una población que es en su mayoría religiosa, y que anhela vivir en paz. No es un referendo organizado por los comunistas, los ateos, manipulados por la izquierda. Los irlandeses asistieron a un referendo organizado con todas las de ley, donde la gente ejerció un derecho democrático. Punto.
Es obvio que se trata de un caso a estudiar, que no se puede silenciar, que no puede ser visto como el fin de los valores cristianos ni mucho menos, pues si algo se puede subrayar es que se trata de un país católico, que ahora aprueba el derecho legítimo al aborto. Se coloca así en la misma sintonía de la mayoría de países europeos y de algunos de Latinoamérica como Uruguay o Cuba, que tienen legislaciones que aprueban ese derecho.
En otros términos, el resultado del referendo en Irlanda, país absolutamente católico practicante, nos dice con creces que el derecho al aborto no es una cuestión de fe, un tema que sea patrimonio de las iglesias, sino que se trata de un derecho democrático inscrito en los derechos más elementales de la ciudadanía. Hay muchos países que respetan el aborto terapéutico si corre riesgo la madre o por malformaciones claras del embrión en gestación. En otros, los casos de violación son igualmente respaldados por una legislación que entiende el derecho de las mujeres a optar por la interrupción del embarazo no deseado y producto de una violación. En fin, se trata de algo que está en la agenda nacional y es justo decirlo, no con las tonterías que salen de los diputransas.