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Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 12 minutos

 

El primer día del presidente estuvo marcado por el último intento del Pacto de Corruptos por evitar que el Movimiento Semilla tomara posesión en el Ejecutivo y Legislativo, el llamado de la comunidad internacional a respetar el cambio de mando y el apoyo de la población que esperó hasta la madruga de este lunes para escuchar su discurso.

Por Isela Espinoza

Pasados 20 minutos del lunes 15 de enero, el presidente Bernardo Arévalo juró fidelidad y obediencia a la Constitución de la República acompañado de su esposa, Lucrecia Peinado. Esta es la primera vez en la historia de Guatemala que el hijo de un expresidente asume como jefe de Estado.

Arévalo nació el 7 de octubre de 1958 en Montevideo, Uruguay, donde su padre, Juan José Arévalo Bermejo estaba exiliado luego de presidir seis años (1945-1951) de la llamada “primavera democrática” que inició con la Revolución de Octubre de 1944 tras regímenes militares. El exmandatario fue el primero en ser electo de manera democrática y la población lo recuerda por impulsar derechos laborales con el Código de Trabajo de 1947 en donde incorporó el salario mínimo, entre otros. Además, creó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGGS).

A pesar de haber vivido los primeros años de su vida en el exilio junto a su familia, Bernardo Arévalo regresó a Guatemala donde estudió sus básicos y bachillerato. El ahora 52 presidente de la República es doctor en sociología y antropología social por la Universidad de Utrecht.

Durante su discurso como mandatario, Arévalo señaló que el primer compromiso de su gestión para el periodo 2024-2028 es un gobierno sin autoritarismo tras las acciones judiciales que emprendió el Ministerio Público (MP) de Consuelo Porras contra el proceso electoral que, incluso, él denunció como intento de golpe de Estado.

Foto de Emmanuel Andrés

En los últimos cuatro meses de 2023, tras conocer que Arévalo había logrado la Presidencia junto a la vicepresidenta, Karin Herrera, el MP en alianza con el llamado Pacto de Corruptos intensificó la persecución en contra del Movimiento Semilla, partido político que lo llevó a la Presidencia. En las últimas horas del domingo 14 de enero, la Junta Directiva saliente Congreso, liderada por Shirley Rivera, hizo su último intento y retrasó los actos protocolarios de la toma de posesión.

“Nunca más el autoritarismo (…), no permitiremos que nuestras instituciones se dobleguen otra vez ante la corrupción e impunidad”, pronunció Arévalo en sus primeras palabras en el Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias. El mandatario también inició su discurso con un agradecimiento a la comunidad internacional por su acompañamiento en la defensa de la democracia.

Además, resaltó que este “hito significativo” es gracias al ejercicio democrático “evidenciando que nuestra democracia tiene la fortaleza para subsistir y mediante la unidad y la conciencia podemos transformar el panorama político en Guatemala”.

Arévalo también agradeció a los jóvenes que a través del voto y su influencia en su círculo cercano le otorgaron la presidencia, así como a las autoridades indígenas “por su papel destacado en las movilizaciones” en defensa de la democracia.

Foto de Emmanuel Andrés

“Este agradecimiento lo quiero dirigir especialmente a aquellos que nos han conducido a este momento: a los jóvenes y al liderazgo ancestral de quienes no dejo de aprender. Estoy consciente de las deudas históricas que debemos resolver”, manifestó.

El plantón frente a la sede central del Ministerio Público cumplió la madrugada de este lunes 15 de enero 106 días de resistencia pacífica a pesar de las amenazas de desalojo. En forma de reconocimiento a los días y noches que la población indígena y sus autoridades durmieron a la intemperie, el mandatario después de finalizar su discurso se dirigió hacia el plantón.

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Tras su visita, las autoridades ancestrales levantaron la protesta. Pero han advertido que este es el inicio de una segunda etapa de la resistencia y continuarán con sus demandas, pero con propuestas concretas.

Arévalo realizó los actos protocolarios de la toma de posesión en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias conocido como Teatro Nacional. Brindó su discurso frente a invitados especiales entre ellos: autoridades indígenas y representantes estudiantiles de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Así como miembros de la sociedad civil, diplomáticos, delegaciones de la comunidad internacional y jefes de Estado entre ellos: Xiomara Castro, presidenta de Honduras y Gustavo Petro, presidente de Colombia.

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Impulsar el progreso del país

En la segunda parte de su discurso, el presidente de 65 años de edad abogó por la unidad y el diálogo con todos los sectores del país y dirigentes indígenas para impulsar el progreso. “Abracemos nuestras diferencias y reconozcamos la riqueza que estas aportan a nuestra sociedad”, dijo al referirse que este cambio de Gobierno representa una oportunidad histórica “para revertir décadas de abandono social y deterioro institucional” arrebatada por los gobernantes de las últimas décadas.

Además, se refirió a sus propuestas de Gobierno y según dijo, realizará inversiones significativas en los servicios básicos: electricidad, agua, saneamiento y vivienda así como en los sectores de salud con énfasis en la reducción de la desnutrición y atención a enfermedades crónicas; en educación busca que sea más inclusiva para los niños, niñas y jóvenes indígenas; en infraestructura se enfocará desde las carreteras principales hasta caminos en comunidades y en el trasporte público impulsará junto a la municipalidad capitalina un metro que beneficiará a habitantes de la ciudad y del municipio de Mixco.

También mencionó que implementará medidas ante los desafíos del cambio climático y la migración. “Mi gobierno se compromete a tratar a los migrantes que atraviesan nuestro territorio con dignidad y respeto de la misma manera exigiremos que nuestros migrantes sean tratados”, dijo.

Foto de Prensa Comunitaria

Agregó que crearán programas de crédito para emprendedores, pequeñas y medianas empresas de todo el país. Además, resaltó que tendrán un enfoque de inversión pública para que las comunidades conserven y restauren los recursos naturales, así como establecer un nuevo sistema de gestión de productos sólidos.

Estas propuestas buscan colocar a Guatemala “como un actor responsable, influyente y participativo a nivel internacional”, añadió.

Previo a finalizar su discurso, Arévalo reconoció en nombre de la nación a las autoridades indígenas “por su valiente lucha por la democracia y su papel destacado en movilizar a los cuatro pueblos”, lo que provocó aplausos de los invitados. “La gratitud y honor del cargo que asumo hoy no se limitará a esta ceremonia”, enfatizó.

El Pacto de Corruptos juega su última carta

Los invitados a la toma de posesión en el Teatro Nacional empezaron a llegar a las 13:00 horas del domingo 14 de enero. Sin embargo, los actos protocolarios se retrasaron más de ocho horas debido a que el Congreso conformó una Comisión Calificadora para revisar las credenciales de los diputados electos.

La acción provocó caos dentro del hemiciclo y denuncias de que los diputados electos Allan Rodríguez de Vamos y Sandra Jovel, de Valor, negociaban con otros legisladores para obtener votos a favor de la planilla que propondrían para presidir la X Junta Directiva del Congreso. Según señalaron, ofrecían Q1 millón por votar a favor de Jovel.

La labor de la prensa fue restringida ya que los periodistas fueron encerrados en el palco asignado para evitar que documentaran lo que pasaba en el Patio de la Vida y en el salón donde Javier Hernández, del partido FCN- Nación; Manuel Conde, de Vamos, Jorge de Jesús García Sila, Rudy González, entre otros que no lograron su reelección decidían a qué diputados electos permitir la entrada.

Según la Ley Electoral y de Partidos Políticos, estos diputados que bloqueaban la juramentación de Arévalo y Herrera estaban usurpando funciones y cometiendo el delito de prolongación de cargos, sedición y abuso de autoridad.

La población empezó a llegar a los alrededores del Congreso luego que se evidenciara la compra de votos para la planilla aliada al Pacto de Corruptos.

Pasadas las 20:00 horas, los legisladores nuevos ingresaron al hemiciclo para elegir y luego juramentar a la nueva Junta Directiva. Pero la disputa se mantuvo entre gritos de quienes pedían respeto y otros que gritaban “golpistas”.

A pesar de los intentos de dejar sin bancada al Movimiento Semilla y no juramentar al diputado Julio Héctor Estrada, del partido Cabal, la situación se revirtió cuando llegó el momento de la votación de las planillas lideradas por Jovel y el diputado de Semilla, Samuel Pérez.

La excanciller durante el gobierno de Jimmy Morales, que impulsó la salida de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) recibió su primera derrota en el Congreso cuando su planilla logró solo 74 votos de los 81 que necesitaba para convertirse en la presidenta del Legislativo.

Mientras, la planilla de Samuel Pérez alcanzó los 92 votos. La celebración no solo se vivió dentro del Congreso, sino que la población también celebró alrededor del palacio legislativo, en la Plaza Central y frente al MP.

“El mundo está mirando”

El primer día de Arévalo, también estuvo marcado por el apoyo de la comunidad internacional que ante el retraso de la toma de posesión empezó a pronunciarse a favor de respetar el traspaso de mando. El embajador de la Unión Europea (UE) en Guatemala, Josep Borrell, afirmó que el Alto Representante de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, propondría medidas restrictivas contra miembros del Congreso de Guatemala que impidieran el traspaso de poderes.

“No hay duda de que Bernardo Arévalo es el presidente de Guatemala”, escribió en X, Samantha Power, administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). También hizo un llamado a todas las partes a mantener la calma. “El mundo está mirando”, advirtió.

En tanto, las delegaciones invitadas a la juramentación y representantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA), de la UE y el secretario general Iberoamericano recordaron que la población expresó su voluntad en las elecciones. “Esa voluntad debe ser respetada”, dijo Luis Almagro de la OEA.

Entre abucheos y ¡sí se pudo!

Pantallas gigantes, teléfonos celulares o megáfonos fueron los recursos utilizados por la población para seguir lo que pasaba dentro del Congreso. A pesar de los retrasos en la agenda de las actividades programadas en el Centro Histórico para celebrar la toma de posesión de Arévalo, la población se seguía sumando a la Plaza Central, el MP y al Congreso.

Cuando ganó la planilla liderada por Samuel Pérez, “¡Sí se pudo, sí se pudo!” fue una de las consignas que resonó en la población acompañada de cohetes. Entre los invitados a la toma de posesión que se encontraban en el Teatro Nacional también hubo aplausos y gritos.

Mientras, momentos antes congresistas que no fueron electos recibieron abucheos y ataques de parte de la población.

Tras ser juramentados, los diputados abandonaron el Congreso en tres autobuses que los dirigieron al Teatro Nacional para juramentar a Arévalo y Herrera.

La Gran Sala Efraín Recinos recibió a la vicepresidenta quien llegó acompañada de sus dos hijos. A su ingreso fue recibida entre ovaciones de “¡Viva Karin!” y “¡Mientras haya pueblo, habrá revolución!”. Minutos después, ingresó el presidente Bernardo Arévalo acompañado de su esposa, Lucrecia Peinado.

Ante el retraso de los actos protocolarios, algunas delegaciones se retiraron sin ver la juramentación entre ellos: el rey de España, Felipe VI, el presidente de Chile, Gabriel Boric y Luis Almagro, secretario general de la OEA.

Alejandro Giammattei no asistió para entregar la banda presidencial. Sin embargo, a través de un mensaje en redes sociales dio a conocer que había entregado las insignias de mando al Congreso. El único que asistió al acto, fue el ex vicepresidente, Guillermo Castillo.

Bernardo Arévalo recibió las insignias presidenciales de las manos de su excompañero de bancada ahora convertido en uno de los presidentes del Congreso más joven de la historia del país. La escena recordó parte de la historia en 1944, cuando Juan José Arévalo Bermejo, padre de Bernardo, tomó juramento como presidente ante Manuel Galich, quien también era un joven de 31 de años.

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Pobladores llegan para recibir la nueva primavera

El 14 de enero dio inicio con la quema de cohetes en diferentes zonas de la ciudad y del país como un símbolo para recibir la “nueva primavera”, un término adoptado por la población para referirse al cambio de Gobierno.

Desde el sábado por la noche, pobladores de Petén, Huehuetenango, Sololá, Chichicastenango, Totonicapán entre otras comunidades lejanas empezaron a llegar a la ciudad para acuerpar a las autoridades indígenas que durante 106 días permanecieron en un plantón pacífico frente al MP. La defensa de la democracia implicó el abandono de sus actividades económicas y familias.

Sin embargo, a pesar de la nostalgia que producía entre las autoridades indígenas el levantamiento de la histórica movilización en defensa de la democracia, la población los acuerpó hasta la madrugada de este lunes.

Foto de Nelton Rivera

El sábado por la noche, edificios alrededor de la plaza central resguardaron del frío a mujeres con niños, ancianos, hombres y jóvenes que durmieron en las calles a la espera de los actos protocolarios.

El sacrificio fue reconocido por el presidente y la vicepresidenta que previo a dar su mensaje al pueblo desde el Palacio Nacional, se dirigieron al MP ubicado en el barrio Gerona. Arévalo y Herrera llegaron al lugar a las 2:00 de la mañana. Las autoridades indígenas reiteraron sus demandas en mejorar la educación de los niños y jóvenes de sus aldeas; la salud ya que algunos no cuentan con hospital nacional ni centro de salud; las carreteras, así como el acceso al agua y electricidad.

“Queremos recalcarle que estamos en contra de la corrupción y en contra de la exclusión. Este pueblo que durante 106 días le respaldó hoy le volvió a mostrar su respaldo. Por lo mismo, le solicitamos que no se olvide los pueblos que lucharon en defensa de la democracia con la esperanza de que usted va a marcar la historia para hacer un cambio”, reiteraron.

Toma de posesión con el pueblo

Pasadas las tres de la mañana, al ritmo de cumbia, los guatemaltecos continuaban con la fiesta y el baile en la Plaza Central. Este lugar es emblemático ya que en los últimos tres gobiernos ha sido el punto de reunión para la ciudadanía en donde ha manifestado su rechazo a la corrupción e impunidad.

Ahora daba la bienvenida a un presidente y una vicepresidenta cuyo partido surgió al calor de las manifestaciones de 2015 que llevaron a la renuncia y encarcelamiento del expresidente Otto Pérez Molina, la vicepresidenta, Roxana Baldetti y otros funcionarios acusados de corrupción.

Previo a su discurso, jóvenes intervinieron en un acto en donde pronunciaron diálogos en idiomas mayas. Cuando se asomaron al palco presidencial ambos fueron recibidos por decenas de guatemaltecos que a pesar del frío y de ser día laboral gritaban: “¡Sí se pudo, sí se pudo!”.

La vicepresidenta fue la primera en intervenir. “Hoy me reúno aquí como su vicepresidenta con la clara intención de un cambio”, dijo Herrera. Además, recordó sus orígenes al mencionar a sus padres quien dijo le enseñaron a salir adelante sin tener mayores oportunidades y a ser una servidora pública con honestidad.

Como egresada de la Universidad de San Carlos de Guatemala también recordó a los mártires. “Me permitió construir conciencia, aprendía a valorar el trabajo. Entendí la importancia de aceptar un llamado cuando te llega y más aún mantener esa promesa incluso cuando hay algunos que quieren que tengas miedo. En la universidad aprendí a alzar mi voz aún cuando quieren que callemos”, dijo la vicepresidenta.

Agregó que no se conformaría hasta ver justicia, más igualdad y más oportunidades. “Ha llegado el momento de tomar conciencia y convertirla en un porvenir para todos”, enfatizó antes de agradecer el apoyo de la juventud para construir la democracia y aseguró que su corazón está en la educación pública. Además, también mencionó la voz de las mujeres y de los pueblos indígenas a quienes dijo estar consciente de las necesidades en las comunidades rurales. “Este Gobierno trabajará por ustedes, trabajará por el cambio de este sistema. Juntos vamos a avanzar hacia el futuro sin olvidar la historia”, agregó.

Tras su intervención, fue el turno del presidente quien junto a la población gritó: “¡Sí se pudo, sí se pudo!”. Arévalo calificó su gestión como el inicio de un nuevo ciclo. “El presente en Guatemala nos presenta desafíos que no podemos olvidar”, comentó. El mandatario pidió ya no más corrupción, discriminación y exclusión.

Además, en su discurso honró la memoria y legado de personajes que marcaron su trayectoria entre ellos su padre y expresidente, Juan José Arévalo. “A quien en cada día de mi vida me esfuerzo por honrar y hacerlo sentirse orgulloso”, manifestó. También recordó a la fallecida diputada de Semilla, Lucrecia Mack, a quien la nombró como su “brújula ética” y al sociólogo Edelberto Torres Rivas. “El camino que trazamos está respaldado por grandes referentes”, agregó.

El presidente recordó la gestión de su padre, así como la firma de los Acuerdos de Paz como parte de la historia que no han logrado frutos debido a la clase política “irresponsable”. En cuanto a la “primavera democrática”, el mandatario señaló que es una emoción y también una carga pero que los consejos de su padre no quedarán en la imaginación, sino que serán aplicados con responsabilidad histórica para que “Guatemala crezca en dignidad, justicia y porvenir”.

Al finalizar, las notas del son El Rey Quiché sonaron y el Palacio Nacional se iluminó con fuegos artificiales que cerraron con los actos protocolarios a las cinco de la mañana.

A pesar del desvelo, este lunes Arévalo y Herrera continuaron con la agenda que inició con el Te Deum en la Catedral Metropolitana y luego un desfile del Ejército para saludarlo. En gestiones anteriores era a puerta cerrada pero hoy se realizó en la Plaza Central. El día finalizó con un servicio con la Iglesia evangélica.

Foto de Gobierno de Guatemala

De la diplomacia a la presidencia

La trayectoria de Arévalo abarca 12 años en la diplomacia. Su primer puesto fue asignado en 1984 como primer secretario y luego cónsul de la Embajada de Guatemala en Tel Aviv, Israel. Además, ha sido directivo y asesor de organizaciones internacionales.

El pasado 25 de junio se celebró la primera vuelta electoral en donde Arévalo dio la sorpresa cuando contra todo pronóstico logró el segundo lugar con más del 11.80 % de los votos. Arévalo es hijo del expresidente Juan José Arévalo quien lideró la llamada primavera democrática durante el periodo 1945-1951.

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El Movimiento Semilla nació luego de las movilizaciones de 2015 en la Plaza Central que llevaron a la renuncia y encarcelamiento del expresidente Otto Pérez Molina, la exvicepresidenta, Roxana Baldetti y otros funcionarios de su gestión acusados de corrupción por la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG) y el Ministerio Público .

Arévalo fue electo como diputado en las elecciones de 2019, cuando Semilla participó por primera vez en una contienda.

Mientras, la vicepresidenta incursionó por primera vez en un cargo cuando participó en la Universidad San Carlos de Guatemala, como representante de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia. Ella es egresada de esa casa de estudios como química bióloga y tiene una maestría en Estudios Ambientales por la Universidad del Valle; y un doctorado en Ciencia Política con énfasis en Sociología, por la Universidad Pontífice de Salamanca.

En su plan de trabajo propone fortalecer la educación para la niñez, que surge a partir de su experiencia en el campo científico y como catedrática universitaria, en donde ha notado la necesidad de más mujeres y niñas en la ciencia

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