La Población Indígena se moviliza por convicción, triunfará

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Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Leonor Hurtado Paz y Paz

 4 de noviembre de 2023

Vivimos un tiempo histórico único, como nunca se ha manifestado en América. El Pueblo Indígena de Guatemala se levanta no para defender sus semillas, su agua o sus tierras. El Pueblo Indígena se levanta pacíficamente para defender su voto y la democracia nacional. El Pueblo Indígena férreamente unido demanda el ejercicio de las leyes establecidas para mantener la democracia nacional y sin convocar, moviliza a toda la sociedad guatemalteca.

El protagonismo del Pueblo Indígena en la defensa de la democracia es producto de:

– Saberse una parte fundamental y determinante de la sociedad guatemalteca.

– Reafirmar su consciencia indígena, fuerte alternativa para reconstruir al país.

– Manifestar con dignidad, fuerza y solidaridad su identidad y autovaloración.

– Expresar y reivindicar con claridad y energía sus principios y valores indígenas, cultura milenaria que sobrevive a pesar de la explotación y la represión sufridas desde la invasión española.

– Fortalecer el propósito de su organización, respetando la voluntad de la comunidad, que delega a sus Autoridades Ancestrales la potestad de expresar y defiender su determinación, poniendo en práctica su experiencia y sabiduría de resistencia con una inspiración de amor y solidaridad.

– Evidenciar que su autodeterminación en defensa de sus derechos es fuerte e inquebrantable.

– Actuar con claridad y determinación, expresando la condena generalizada y movilizando a toda la sociedad trabajadora, respondiendo a la defensa de sus derechos y defendiendo la democracia.

Estas características florecen definiendo a la vanguardia nacional: las Autoridades Ancestrales Indígenas. Autoridades que sobrepasan la injusta explotación, represión, segregación y discriminación vividas durante siglos. Autoridades Ancestrales que se manifiestan con un dinámico levantamiento pacífico, sin rencor ni odio; llenas de inspiración del bien para todos y para el país. Su cabeza, su corazón y sus manos buscan justicia y dignidad. Esta brillante y ejemplar participación ha movido a toda la sociedad guatemalteca y es imparable. El volcán de la participación indígena explotó y su potente lava recorre todo el país anunciando el cambio. La violación de su participación y de su voluntad expresada en las urnas dentro de las normas establecidas por el Estado, ha creado las condiciones para el potente, planificado, representativo y determinante Levantamiento Indígena.

En la cultura Maya el camino es algo que se hace como comunidad, para el bien común. Valorando que todas las personas son mi otro yo. Por eso, yo tengo que hacer lo que me toca hacer, por eso cada persona tiene que hacer lo que le corresponde para que usted esté bien, para que todos estemos bien. Sé que, si no lo hago, me daño a mí misma y lastimo a mi comunidad. Cada cosa, cada ser tiene su espíritu, su energía y su misión, la cual ayuda para que todos estemos bien, somos complementarios y nos necesitamos para existir dignamente. El respeto, la solidaridad y el amor son indispensables, no expresarlos es una falta muy grande que llena mi existencia de vergüenza. No actuar como me corresponde, rompe el equilibrio que la vida exige, siempre trae sus consecuencias negativas para todos. La cultura Maya lo sabe y estimula a actuar de manera digna y noble, cumpliendo cada uno con el mandato de su estrella.

La Población Indígena siempre ha sido explotada, oprimida e ignorada, hoy se expresa con fuerza y dignidad por el bien social. Ha llegado el momento del cambio, esto implica superar las conductas erróneas, para que reine la justicia, la honestidad, la libertad y la dignidad. Las Autoridades Indígenas Ancestrales brindan un vital ejemplo, así la historia de Guatemala ha cambiado.

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