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Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

Por Miguel Ángel Sandoval

El último día de abril, el diario la Hora público un titular sin desperdicio y pocas veces tan preocupante. “Jueza Abelina Cruz, primera absolvió al rey del tenis, siguieron Benito, Alejos y Sinibaldi”. No me equivoco si digo que en este titular esta la clave de la corrupción en nuestro país, y de manera especial, la descomposición del sistema de justicia en su conjunto. Como tema de arranque encontramos que dicha jueza tiene apenas 3 meses de ejercer en un cargo que le permite derrochar impunidad. ¿A pedido? ¿Forzada? ¿Pagada? No se sabe, pero lo hecho es un absoluto delito de prevaricato por decir lo menos.

¿Toda esta muestra de impunidad se produce con la venia de la CSJ y del MP? Es en este momento en donde se inicia la discusión, pues en efecto no puede existir tamaña muestra de impunidad con los ojos cerrados de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, ni con el silencio cómplice del Ministerio Publico, que debieron tener investigaciones, pruebas, suficientes para llevar a los personajes mencionados a juicio y condenas que ahora se les absuelven.  Es importante tener claro que los magistrados de la CSJ son los que fueron electos para terminar el periodo de los anteriores que vivieron al menos cuatro años usurpando una función que había terminado al vencer su periodo constitucional legal. Distinto el caso del MP en donde lo que hay es un rechazo absoluto a la continuidad de la actual fiscal.

Y está la CC. Si recordamos, por menos de lo que implican las caletas con 122 millones en el caso de Benito, o las pruebas categóricas del desfile de personajes en la clínica de Alejos para armar las listas de magistrados de salas y de la suprema, o las muchas muestras de delitos millonarios del exministro Sinibaldi, o la compra de jueces y toda clase de abusos por parte del rey del tenis,  han realizado en el pasado, intervenciones ante la naturaleza espuria, según ellos, de las condenas, como en el caso del genocidio, en donde por supuestas faltas de forma, anularon la sentencia en contra del general acusado de crímenes de lesa humanidad y genocidio. Pero ahora callan forma vergonzante. O de manera reciente, avalando el “delito” de Semilla, acusada de crimen organizado un tema penal, y no por faltas administrativas en un tema electoral. Pero esa es la CC que hay ahora, y que, ante la salvajada de impunidad de la jueza en cuestión, calla, y adopta la política de los tres monos sabios.

En este contexto parecería que es de super actualidad plantearse una consulta popular, no solo para exigir que la Fiscal del MP renuncia, se vaya, se esfume, sino para pensar en un sistema de justicia nuevo, libre de toda forma de alianza con la corrupción, lejos de la impunidad, y a tono con la justicia que como democracia merecemos. Pues no parece que como sociedad aceptemos jueces como los señalados en los distintos niveles. Ni una CC que hace de los tres monos sabios una virtud, ni una CSJ que avala jueces que hacen del prevaricato una forma de vida corrupta en contra de la justicia, o de un MP que se especializa en la actualidad en perseguir a los honrados y liberar a los corruptos por la vía de múltiples maniobras.

Es momento de discutir con amplitud el tema de la justicia en nuestro país. En el pasado reciente ya hubo la necesidad de ello y acuerdos para abordar reformas al sistema de justicia por la vía de reformas constitucionales, y aunque esto suene complicado, hay que pensar en serio y en grande. La fiscal puede no merecer el esfuerzo de una consulta popular para que se vaya de una buena vez,

pero el sistema de justicia del cual la fiscal es una pieza central, si merece pensarse, refundarse, y ello vale la pena ser discutido, ampliamente, serenamente, pero con firmeza.

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