Les contaremos de cómo octubre se encendió de nuevo

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Créditos: Diseño de Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 2 minutos

Pablo Sigüenza Ramírez

En Iximulew se está construyendo una crónica colectiva de la lucha popular. En los siguientes meses y años, la gente de los pueblos hoy en lucha, contarán una y otra vez estos días de resistencia, de organización, de ollas comunitarias, plantones en las calles, marchas y tomas de carretera. Se recordarán los días previos en los que la indignación y el enojo creció ante las acciones ilegítimas de los gobernantes; se recordará la marcha de autoridades indígenas de Totonicapán, Sololá, Chichicastenango y otros pueblos entregando memoriales en las Cortes, en el Congreso y en el Ministerio Público (MP) una semana antes; se rememorará la convocatoria a paro que hizo la Junta Directiva de los 48 Cantones y el inicio del paro indefinido el lunes 02 de octubre.

Las familias, los amigos, las comunidades entablarán pláticas y alguien empezará diciendo:

“¿Recuerdan el día en que renunció Consuelo Porras?”; “Les cuento que a mí me tocó hacer guardia tres noches seguidas, descansar unas cuantas horas y al rato ya estaba otra vez en el cruce”; “Eran cientos de platos de comida los que preparábamos al día, los veinte nietos de doña Ixmukané estaban cocinando, vieran qué linda aquella escena”; “Todos los días nos llovió, eran aguaceros, pero no nos movíamos”; “En un momento teníamos tanta sed que parecía nuestro camino en el desierto, en eso llegó una picopada de bolsas con agua y qué rico sentimos”; “Yo con todo y bronquitis me fui a parar en la entrada al municipio con mis hermanas”; “El corazón se nos alegró cuando vimos que venía más gente de la aldea al otro lado del río”, “Primero llegaron las autoridades indígenas, después los estudiantes de la universidad, luego los maestros, entonces armamos una fiesta de lucha frente al Ministerio Público”.

Se hará memoria de tantas otras luchas del pueblo, desde las luchas contra la invasión ibérica y la Revolución de Octubre pasando por las gestas sociales en tiempos del conflicto armado interno, la huelga de los trabajadores de las fincas de la Costa Sur en los años 80, recordaremos las manifestaciones contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la lucha contra la Ley Monsanto en 2014, las protestas que llevaron a la renuncia de Otto Pérez Molina y de Roxana Baldetti en 2015, la dignidad de las abuelas de Sepur Zarco que llevaron a juicio a sus victimarios. Veremos que las luchas actuales son parte del hilo del tiempo en el que los pueblos buscamos, persistentes, la continuidad de la vida y la dignidad en la existencia.

Estos han sido días de sol y lluvia, de cansancio y esperanza, de fuerza y comunidad, de mujeres empujando la mañana y el futuro, de niños y niñas construyendo su presente, de hermanos y hermanas viéndonos a los ojos, conversando emocionados. Los campos, pese a la sequía y a las lluvias desmedidas están cargados de cosecha. Se acercan los días de flor de muerto en los jardines y en las montañas, se acercan los días en que barriletes y ofrendas en los cementerios nos lleven a platicar con los abuelos y abuelas ya fallecidos. Les contaremos de cómo octubre se encendió de nuevo, así como antes, así como cuando ellas y ellos nos trajeron la mañana.

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