Por: Miguel Ángel Sandoval
Antes de la toma de posesión del nuevo presidente AMLO, electo con la mayoría absoluta de los votos, más del 53%, ya dio inicio a una verdadera transformación política en ese país. No hubo alegatos de fraude, pues la victoria electoral fue clara, apabullante. Los adversarios reconocieron la victoria de AMLO con el resultado a boca de urna, todo transcurrió en paz. Y hay por lo menos 3 temas que merecen ser leídos con detenimiento:
1.- Por primera vez en la historia de ese país, en el congreso y en el senado hay paridad de género, mientras que desde el ejecutivo se anuncia que habrá paridad en las secretarias de gobierno. Ello nos dice de la madurez política de la sociedad mexicana pues las mujeres del senado y el congreso fueron democrática mente electas, a propuesta de la dirección de MORENA, cuyo líder indiscutido es AMLO.
2.- La invitación al padre Alejandro Solalinde para ocupar el cargo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, luego de años de estar bregando por los derechos de los mas vulnerables, de expresar oposición a las violaciones de derechos humanos y de manera particular, por el derecho de la población emigrante en el territorio mexicano.
3.- Y un tema que no es menor. De momento AMLO ha dicho que no tiene necesidad de seguridad de funcionario, y opta por andar solo en su vehículo. Adicionalmente renuncia al avión presidencial por considerarlo innecesario. Es posible que con el curso de los días acepte esa seguridad, quizás limitada, pero que se le proporciona al cargo presidencial.
Finalmente en una declaración hecha a las pocas horas se haber sido electo con una mayoría importante, ha dicho que una de sus fuentes de inspiración es el presidente de Chile, Salvador Allende, que fuera asesinado el día del golpe militar en ese país truncando un proceso democrático, que buscaba el socialismo por la vía electoral, utilizando las herramientas de la democracia liberal.
Por lo señalado y su trayectoria de oposición a las prácticas y usos de la vieja y tradicional política mexicana, es que se espera un gobierno de muchas transformaciones, de raíz como dice el propio AMLO. Y estos primeros pasos nos dicen de un proceso de amplio respaldo social. Todo como fue la oposición al fraude electoral de 2006, o la lucha contra la privatización de Pemex, o el rechazo al proyecto de Fobaproa convertido en gran negocio del sistema financiero corrupto.
No es un proceso que arranca hoy ni que termine mañana. Se trata de algo que nace desde la profundidad de la sociedad mexicana. Tiene que ver con el hartazgo de la corrupción, de las viejas prácticas políticas, del cierre de espacios políticos, de la insoportable violencia, de la búsqueda de un México mejor.
Claro que como en todo proceso se debe mantener una mirada que mantenga la independencia de criterio, la auditoria ciudadana sobre los funcionarios y las políticas públicas que se impulsen, pero no se puede dejar de valorar de forma muy positiva, esos aspectos que se señalan líneas arriba.