Presidente Arévalo destaca la actitud de respeto a la Constitución del ejército

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Créditos: Gobierno de Guatemala
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Las fuerzas castrenses regresaron a la Plaza de la Constitución después de 16 años, para hacer el saludo a Bernardo Arévalo. El mandatario agradeció al Ejército haber respetado la Constitución en “este período sombrío”

                                                      Por Shirlie Rodríguez

Desde las 5 de la mañana de este 15 de enero, los integrantes de las diferentes unidades del Ejército de Guatemala se preparaban en las calles aledañas al Centro Histórico de la capital, previo al acto protocolario de saludo a su nuevo comandante general.

A pesar de que a algunos vecinos causó asombro el despliegue militar por la zona 1, su propósito era hacer la presentación del Ejército de Guatemala al presidente Bernardo Arévalo.

La primera vez que se hizo esta actividad en la vía pública fue cuando Álvaro Arzú tomó posesión tras el autogolpe del presidente Jorge Serrano Elías, también conocido como el Serranazo. Luego repitieron la práctica los presidentes: Alfonso Portillo (2002-2004) y Óscar Berger (2005-2009).

El papel del ejército en estos actos protocolarios fue denunciado por organizaciones defensoras de derechos humanos, principalmente por el respeto a los Acuerdos de Paz, desde entonces los presidentes Álvaro Colom, Otto Pérez Molina, Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, realizaron la actividad en cuartel de Mariscal Zavala.

Esta vez, la administración de Arévalo decidió llevar el acto protocolario al parque central pero bajo el mensaje de la subordinación del Ejército al poder civil y al pueblo de Guatemala y de respeto a la democracia.

Henry Sáenz, ministro de la Defensa Nacional, dijo que las bases de su trabajo en el ministerio eran la responsabilidad y respeto a los derechos humanos de la ciudadanía guatemalteca. Agregó que la institución está destinada a mantener la defensa, integridad del territorio y la paz dentro del país.

El general de división resaltó que el acto realizado en el Centro Histórico de la ciudad patentizaba la subordinación del Ejército al poder civil del Estado de Guatemala y una ocasión para presentar su saludo al gobierno electo libre y democráticamente.

“Nos presentamos como una institución respetuosa de los derechos humanos, respetuosa de los postulados y convenios internacionales ratificados por el gobierno”, agregó.

Como parte de este acto, se detonaron 21 cañonazos como símbolo de saludo y presentación de las fuerzas militares al nuevo comandante. También le entregaron un botón y el bastón de mando, símbolos que dan paso a su administración en estos cuatro años.

El comandante general del ejército Bernardo Arévalo dijo en su discurso que durante su carrera ha estudiado el rol del Ejército en el país y que con ese conocimiento tomó la decisión de abrir el acto protocolario a un área pública con acceso a la ciudadanía.

Arévalo destacó que durante los últimos 203 días desde la primera vuelta electoral, el Ejército demostró el respeto al sistema democrático en el país. Pese a que históricamente, las fuerzas militares se han unido a sectores de poder político para respaldar gobiernos autoritarios.

“La actitud exhibida en este período sombrío revela su compromiso hacia su patria y la Constitución”, dijo.

Arévalo mencionó que durante su administración junto a Karin Herrera, la decisión de hacer el acto en la plaza, es para dar la cara al pueblo y abrir un periodo de transparencia y un actuar democrático.

“No estamos aislados en un cuartel a puerta cerrada. Estamos aquí para demostrar la subordinación al poder civil y al pueblo de Guatemala”.

El tema del ejército no es ajeno a Arévalo quien ha escrito varios textos sobre la institución y así lo dejó claro en el discurso. “Por años, como estudioso de las fuerzas armadas he aprendido a entenderlas y manifiesto mi orgullo al comandarlas hoy”, dijo.

Edelberto Tzun, historiador con enfoque en temas del Conflicto Armado Interno, opinó que este acto es un gesto de respeto a la población principalmente de los pueblos indígenas que han sido atacados y afectados constantemente por las fuerzas del Ejército.

Da paso para fiscalizar al gobierno y que rinda cuentas de lo que sucede en el Ejército, incluso de las cuentas, las cuales no son claras por los gobiernos que están vinculados a las élites del ejército.

Para Tzu, el gesto simbólico es importante, pero en la práctica debe tomar medidas para retomar las funciones que tienen estas fuerzas militares y no usarlas para intimidar, como sucedió con Otto Pérez Molina y que refuerza la sumisión del pueblo hacia el Ejército.

“La defensa del territorio, quizá seguridad ciudadana, pero sin sobrepasar sus funciones, pero no queremos que se repitan esos cuadros sombríos como cuando Jimmy Morales sacó a la CICIG y se respaldó de los militares. Los pueblos indígenas necesitan la resignificación y dignidad”, aseveró.

Presidentes se respaldan del Ejército

El abogado e historiador Juan Pablo Gramajo en su columna de opinión El saludo del Ejército, la sumisión al poder civil, dijo que cuando Álvaro Arzú sacó a los militares a las calles para hacer el saludo tras ser juramentado, fue con la finalidad de demostrar que se tenía el mando del Ejército y así evitar un nuevo levantamiento para romper el orden constitucional.

El historiador Tzun dijo que los presidentes Pérez Molina, Morales y Giammattei, se han escudado en el Ejército para infundir temor y demostrar un poder que, por la historia del país, es sinónimo de violencia y represión.

Ahora, Arévalo plantea reconocer que las filas militares están para el servicio de la ciudadanía y que no se prestaron para romper el orden constitucional como pretendían hacerlo desde el gobierno de Giammattei.

Además, el presidente Arévalo dijo que en su plan de trabajo no tenía en sus planes desarticular al ejército, como se había desinformado en redes sociales, sino fortalecer las capacidades a través de la profesionalización de sus integrantes.

En 2019, Jimmy Morales avaló el desfile de las fuerzas castrenses para el Día del Ejército, situación que no sucedía desde hace más de una década. Algunas organizaciones de derechos humanos se opusieron a esta práctica y exigieron evitarlo en respeto a los Acuerdos de Paz.

Por otro lado, durante el gobierno del expresidente Otto Pérez Molina, cuando dio la Masacre de la Cumbre de Alaska, el 4 de octubre de 2012, el Ejército usó la fuerza y las armas en respuesta a una manifestación que mantenían pobladores de Totonicapán que manifestaban por el alza a la tarifa de la energía eléctrica y por reformas a la carrera del magisterio.

Buscará resaltar la participación de mujeres en el Ejército

Durante su discurso en la Plaza de la Constitución, el presidente Bernardo Arévalo dio a conocer algunos aspectos a los que se compromete para fortalecer a las fuerzas militares.

Dijo que pretende otorgar el ascenso a general de brigada a la primera mujer en el país, esto mediante el cumplimiento de los requisitos necesarios.

También se enfocará en la profesionalización de los integrantes del ejército que están en las diferentes unidades.

“Junto con la vicepresidenta hemos trazado planes para el desarrollo y futuro de Guatemala y quiero destacar que ustedes desempeñarán un papel activo en la implementación de estos planes”, anotó.

Al final, el presidente Arévalo mencionó que a las personas designadas para dirigir el Ministerio de la Defensa fue por sus capacidades profesionales, pero también su respeto a la democracia del país.

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