Créditos: Prensa Comunitaria
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La Marina mexicana es la que ha llegado al rescate de la población en las emergencias pasadas, ahora se espera que gobierno de Guatemala atienda las necesidades.

Por Elmer Ponce

Una vez más, el creciente nivel del río Salinas desalojó a los habitantes de El Mollejón guatemalteco, en Sayaxché, Petén, por las fuertes lluvias que han azotado a la Franja Transversal del Norte (Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz e Izabal) y al Caribe, reviviendo las secuelas de un episodio desolador que la comunidad vivió hace tres años con las tormentas Eta y Iota.

Las lluvias que empezaron el 31 de octubre y se intensificaron el fin de semana pasado, han saturado los suelos y han provocado el crecimiento desmedido de los ríos, arroyos y riachuelos en aproximadamente 60 centímetros, crecimiento en el que se han mantenido durante el día, según el registro que se tiene.

El crecimiento del río afectó a las comunidades que se encuentran en las riberas del río Salinas, como se le conoce al río Chixoy cuando entra al territorio de Petén. El río Salinas desemboca en el río La Pasión y juntos forman el río Usumacinta, uno de los cuerpos de agua más largos y caudalosos de Centroamérica.

Las familias que, hasta ahora, han sido expulsadas de sus casas por el agua, se albergan en la escuela de la comunidad. Otro más, permanecen en sus hogares porque están construidas en tierras altas, previendo que la elevación del río solo es una vez al año. Otros núcleos se han protegido en zonas altas llamados “cuyos” por los locales. Mientras que otros vecinos, se refugian con parientes y algunos buscaron albergue del lado mexicano y han cruzado la frontera para protegerse del clima.

Según Nery Botzoc López, vecino del lugar, en El Mollejón habitan un aproximado de 800 personas y unas 144 familias.

Niños, hombres, mujeres y ancianos de la comunidad están a la espera de la ayuda del Estado, pero el gobierno les ha fallado antes y en peores circunstancias, como Prensa Comunitaria documentó en su entrega “Entre Tormentas”.

Secuelas de Eta y Iota

En noviembre de 2020, cuando Eta y Iota, las dos tormentas tropicales, azotaron el territorio de Petén (en la segunda tragedia climática más grande después de la tormenta Mitch en 1998), no había cómo salir de la comunidad hacia Sayaxché, pues la carretera quedó sumergida. La alternativa para adentrarse al casco era cruzar el río y adentrarse a territorio mexicano y de retorno volverlo a cruzar y regresar a territorio guatemalteco.

Una de las opciones para la comunidad de El Mollejón es refugiarse en territorio mexicano, donde el Ejército de México les ha brindado cobijó y alimentación por el tiempo que sea necesario.

Durante las tormentas Eta y Iota, muchas familias perdieron sus pertenencias. Se calcula que 1.8 millones de personas quedaron damnificadas y 61 personas fallecieron. Al menos, 92 mil viviendas y 447 escuelas quedaron afectadas. Y Q 6 mil millones fue el cálculo de las pérdidas económicas, de las tormentas.

El gobierno de Alejandro Giammattei prometió reconstruir las viviendas a quienes las perdieron, pero ese proyecto nunca se concretó y El Mollejón no fue la excepción.

A tres años de esa tragedia, cuando las familias se reponían de sus pérdidas, las lluvias provocadas por un frente frío vuelven para dejarlos sin nada.

Para que el río retome su cauce, pasarán varios días. El agua que las tierras altas acumularon en las primeras lluvias tendrá que bajar a las tierras bajas de Petén, lo que prolongaría la inundación en la región. Eso es lo que ha ocurrido en otras inundaciones.

El Instituto Nacional de Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), ha indicado que se espera que continúen los nublados parciales a totales en el período a nivel nacional con llovizna y lluvia, los mayores acumulados se esperan en Caribe, Franja Transversal del Norte, Petén y noroccidente.

Las causas del clima, según el Insivumeh, es un sistema de alta presión en el Golfo de México que interactúa con áreas de baja presión en Centroamérica, que está generando las lluvias y actividad eléctrica desde el norte hasta el centro del país.

Autoridades en apresto

Por ahora, las únicas autoridades que parecen estar cerca de la zona, es la Coordinadora Municipal para la Reducción de Desastres (Comred) y la Secretaría de la Coordinadora nacional para la Reducción de Desastres (Seconred).

Su papel en este caso ha sido el de monitorear la zona para evaluar los primeros impactos de las lluvias e inundaciones, y para entregar ayuda humanitaria que, a menudo, ha sido insuficiente para palear las necesidades de las poblaciones que quedan en situación de desprotección ante el cambio climático.

Mientras, algunas familias de El Mollejón siguen esperando que las autoridades municipales y de gobierno les apoyen en esta situación, otras con más experiencia, han aceptado la ayuda del Ejército de la Marina mexicana que les ha auxiliado con lanchas, para sacarlos de las inundaciones del río Salinas.

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