Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 4 minutos

“Camaleón. 1. m. Reptil saurio de cuerpo comprimido, cola prensil y ojos de movimiento independiente. Se alimenta de insectos que caza con su lengua, larga y pegajosa, y posee la facultad de cambiar de color según las condiciones ambientales. 2. m. coloq. Persona que tiene habilidad para cambiar de actitud y conducta, adoptando en cada caso la más ventajosa.”

Real Academia Española (RAE)

Por Pablo Rodas Martini 

Puse las dos definiciones que provee la RAE, pero por supuesto me refiero en el caso de Sandra Torres a la segunda. Los camaleones, por cierto, sí son magníficos y da un placer enorme observalos por largo rato aun cuando sea muy difícil verlos cambiar de color pues es algo que hacen para comunicarse con otros camaleones, como termo regulación para controlar la luz del sol que absorben y, lo que más conocemos, como camuflaje para escapar de sus depredadores. En otras palabras, ellos sí son un portento de evolución.

La UNE sigue con su logo verde pero el cambio camaleónico es increíble. De la UNE que se afanaba por posicionarse en la Social Democracia ya no queda nada; lo que hay ahora es un partido corrupto, clientelista, demagógico, populista, marrullero, cachureco, y podría seguir adjudicándole adjetivos. Torres logró quedarse con el cascarón del partido porque transó con el presidente Alejandro Giammattei el apoyo incondicional de los diputados que le seguían leales en el Congreso para respaldar las medidas de gobierno como trueque para que el Ministerio Público no la persiguiera más y le dejaran la ficha del partido ante el Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Bueno, y que mayor cambio de color que divorciarse de un día para el otro con tal de candidatearse para la presidencia.

Dado que desde conocerse los resultados de la primera vuelta ya se sabía que Bernardo Arévalo le iba a sacar una gran distancia en la segunda, Torres se ha dedicado a prometer el oro y el moro. Los políticos tienden a prometer mucho durante las campañas pero ha seguido un ritmo acelerado, con una nueva promesa cada ciertos días, sin importar de donde saldría el financiamiento. En su caso, cada promesa tiene como destinatarios a un grupo de votantes, comenzando con los ex militares.  Habrase visto: ¡Un camaleón vestido de Santa Claus! Cada nueva promesa, sin embargo, corre en su contra pues el votante percibe la desesperación.  En política como en casi cualquier otro aspecto en la vida, el balance es esencial: pocas promesas y el votante no se motiva, demasiadas y el votante percibe el engaño.

Las tres encuestas, en orden cronológico, otorgan una mayoría apabullante a Arévalo: la primera de CID/Gallup dada a conocer el 2 de agosto arrojó 63% vs 37%, la segunda de CID/Gallup del 16 de agosto no varió mucho con 61% vs 39%, y la de Prensa Libre, también del 16 de agosto, con 65% vs 35%. Algunos dirán que las encuestas fallaron en la primera vuelta pues precisamente no identificaron la senda ascendente que Arévalo experimentaba y que, por ende, estas encuestan también pueden fallar. Hay una gran diferencia, sin embargo, entre la primera y la segunda vuelta. La letanía de candidatos presidenciales causaba mucho ruido estadístico. En otros países más avanzados, con ese enorme rosario de candidatos igualmente se habría producido errores; si un error se cometió habrá sido sobredimensionar el voto del interior versus el de los centros urbanos pues precisamente fue en esos últimos donde Semilla se disparó (recordemos que entró en la disputa por la alcaldía capitalina y capturó mucho diputados en el distrito central, y al menos uno en más en la mayoría de los departamentos gracias a su desempeño en las cabeceras departamentales. En otras palabras, si bien la segunda vuelta tampoco es un juego de niños para los estadísticos de CID/Gallup y ProDatos (la responsable de la encuesta de Prensa Libre), sí es un trabajo de bachillerato comparado con el post-doctorado que se requería para la primera vuelta. Por cierto, la expresión correcta sería el camaleón pues se trata de un sustantivo epiceno, como serían los sustantivos rata, araña, o garrapata (… no sean mal pensados, por favor) pero suena mejor la camaleona que el camaleón, así que démosle esa mayor resonancia. En síntesis, yo apuesto por Arévalo 7 vs La Camaleona 3, aunque un Arévalo 6 vs La Camaleona 4, tampoco estaría nada mal.

 

Esos resultados tienen un enorme valor: ¡Son un deterrente contra el fraude! Si la brecha entre ambos fuera de 5% o menos, la maquinaria de Giammattei y del Pacto de Corruptos ya estaría engrasada para “rebalancear” el 5%, 3% ó 1% que fuera necesario. Con la brecha actual, sin embargo, el fraude tendría que hacer un cambalache de votos de entre el 11% o el 15% de los resultados para darle a Torres el 51% necesario. En términos electorales, una modificación de ese monto sería tan brutal que el fraude quedaría evidenciado para todos. Creería, por tanto, que Giammattei y el Pacto de Corruptos no propiciarán un fraude tan descarado, aunque ciertamente la estupidez y la obsesión por el poder de Giammattei y esas serpiente, comenzando por Torres y Conde, no conoce límities.

Mensajes finales:

1) ¡Salgan a votar! Un tremendo error sería creer que la victoria de Arévalo es tan evidente que no necesita de “mi voto.” Yo lamentablemente no puedo hacerlo pues vivo a más de 10,000 kilómetros de distancia.

2) ¡Estén vigilantes desde hoy! Cualquier seña de fraude electoral repórtenla al TSE pero sobre todo a la prensa independiente que aun queda, como Prensa Libre, La Hora, Plaza Pública, y, por supuesto, Prensa Comunitaria. Y súbanla a las redes sociales. Esto va desde acarreo de gentes, movilizaciones sospechosas de vehículos, compra de votos, etc.

Mucha suerte, Guatemala. Te mereces un mejor destino

*Tiene un doctorado y una maestría por Queen Mary and Westfield College de la Universidad de Londres. Fue Economista Jefe del BCIE, y previamente Coordinador del Equipo Económico de ASIES. Escribió por muchos años para El Periódico, y de manera más ocasional para Prensa Libre. Desde hace 7 años reside en Varsovia, Polonia. En su juventud fue el líder la Juventud de la Democracia Cristiana Guatemalteca y previamente Bi-Campeón Nacional de Ajedrez de Guatemala. En la actualidad es considerado uno de los top maritime influencers a nivel mundial.

 

COMPARTE