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Biólogo guatemalteco publica en una de las revistas más importantes del mundo

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Créditos: Jorge Jimenez.
Tiempo de lectura: 9 minutos

Por Regina Pérez

Jorge Jiménez es un biólogo guatemalteco y profesor de la Escuela de Biología de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), que comenzó a publicar sus trabajos desde 2008. El pasado 1 de septiembre la prestigiosa revista Nature publicó un artículo colaborativo, donde participó Jiménez, titulado Patrones Globales de la Diversidad de Plantas Vasculares, lo cual ha sido celebrado por la comunidad científica de Guatemala que es uno de los países de la región con menos productividad científica enfocada a la biodiversidad.

Nature es una de las dos revistas científicas más prestigiosas de los últimos 50 años, junto a Science y tiene un riguroso proceso de selección para los artículos que publica. Se considera que solo el 8 por ciento de artículos que recibe son publicados, según un comunicado de prensa que resaltó la coautoría de Jiménez en la referida investigación y que señala que el hecho de que Guatemala figure en dicha publicación, es motivación de celebración y esperanza.

Jiménez creció en la aldea Sisiltepeque, del municipio de Catarina, departamento de San Marcos, donde desde niño comenzó a interesarse en las plantas, que para él tenían algo especial. Al entrar a la USAC descubrió la Taxonomía Vegetal e incluso empezó a aprender latín para comprender los libros, ya que mayormente están escritos en inglés y en ese idioma.

Actualmente Jiménez es profesor en el Departamento de Botánica de la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacias de la USAC. Para él, haber sido publicado en esa revista es parte de lo que hace como biólogo. “Mi maestro me enseñó que uno debe publicar para su comunidad”, indicó.

Desde 2008 ha escrito principalmente sobre Taxonomía Vegetal, un tema que es publicado por pocas revistas científicas, debido a que no es muy popular. En 2012 publicó un artículo que le enorgullece, en el Botanical Journal of the Linnean Society, una revista ilustrada editada por la Sociedad Linneana de Londres, sobre una nueva familia de plantas con flores.

En entrevista con Prensa Comunitaria, el profesor de la USAC explicó de qué trata el artículo publicado en la revista Nature en conjunto con otros científicos del mundo que estudiaron los patrones de la diversidad vegetal en sus países de origen, con lo que lograron con una escala global, comprender las diferencias en que se detecta la diversidad vegetal, esto para proponer estrategias más efectivas para la gestión y conservación de la diversidad biológica.

Jiménez señala que la Biología es una de las carreras laboralmente más viables para los jóvenes, según su experiencia, sin embargo, también considera que es desconocida para muchos estudiantes que no han tenido una buena preparación en el área científica, en los niveles medio y de diversificado.

Sumado a eso, el Estado guatemalteco no promueve las carreras científicas. Él mismo comenzó estudiando Derecho para luego cambiar su carrera a su verdadera pasión, la biología.

Por otro lado, el profesor aconseja a los jóvenes a encontrar su lugar en su comunidad, independientemente de si estudian ciencia o alguna carrera en las áreas sociales y hacer su trabajo de la mejor manera posible. “Nuestra comunidad y nuestra sociedad, sí requiere de científicos y también requiere de científicos sociales”, afirmó.

Jiménez dijo a Prensa Comunitaria que durante 15 años ha trabajado en proyectos que estudian la diversidad biológica, algunos de ellos financiados por la Secretaría Nacional de Tecnología (Senacyt), a veces por la Dirección General de la USAC y otras por el Fondo Nacional para la Conservación de la Naturaleza (FONACON), del Consejo Nacional de Áreas Protegidas. En este tiempo se ha ido especializando en el estudio de la vegetación.

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Prensa Comunitaria: Cuéntenos sobre el artículo que se publicó en Nature, en el que colaboró, sobre los patrones globales de la diversidad de plantas vasculares. ¿Sobre qué trata dicho artículo y cuál es su importancia científica? 

Jorge Jiménez: La vegetación comprende todas aquellas plantas que nacen solas de manera espontánea en ecosistemas naturales o antropogénicos. Excluye del término vegetación las plantadas por los agricultores o los jardineros, eso no es vegetación.

Pues en estos 15 años, con diferentes proyectos estuve haciendo parcelas de vegetación con diferentes equipos de investigación nacionales. Las parcelas de vegetación, el nombre técnico que se utiliza, nos sirven para delimitar una porción de área, generalmente son de 500 o mil metros cuadrados, así como un rectángulo o un círculo pequeñito de 10 por 10, o de 10 por 50. Ahí uno estudia, trata de ver qué plantas viven. Esa es una parcela de vegetación.

Me ha tocado hacer parcelas en muchos ecosistemas distintos en Guatemala, en diferentes departamentos, a diferentes tipos de bosque. Así fui conociendo mucha de la vegetación del país. Estos datos que se registran en el campo, normalmente soy yo quien los analiza, porque además de que me gustan las plantas me gusta la estadística y en mi gremio no a muchos les gusta la estadística.

Yo traté de hacer aquello que a mis compañeros no les gustaba o se les hacía difícil y así encontré mi lugar en mi comunidad. Entonces veo plantas, a la mayoría de biólogos les gusta ver animales y además hago estadística y a la mayoría de ellos no les gusta la estadística. Así encontré mi espacio.

Andaba yo por toda Guatemala viendo plantas y así tenía datos de muchos lugares del país. En 2020 empezamos a colaborar, en la Escuela de Biología de la USAC, con un laboratorio de investigación de la vegetación en la Universidad de Copenhague, Dinamarca. Allá hay un compañero guatemalteco, con doble nacionalidad, Sebastián Kepfer, con quien teníamos una interacción académica, de esa manera llegamos a incluirnos en este proyecto global que era un proyecto liderado por un investigador de apellido Sabatini, este investigador dio las puertas para poder colaborar en el proyecto, aportando datos de esas parcelas de vegetación que nosotros teníamos de Guatemala, curando la información, analizar los datos, teniendo la información de muchos lugares de Guatemala y de muchos lugares del mundo así se logró construir esta base de datos mundial sobre la diversidad vegetal que hay en diferentes lugares.

Pero en todos estos lugares del mundo, otros investigadores hacían lo mismo, hacían parcelitas de vegetación, con sus proyectos, ellos investigaron qué plantas había en sus ecosistemas naturales y en sus territorios.

Cuando toda esa base de datos se unió y se hicieron los análisis estadísticos que ahí se explican, se encontró algunos patrones de diversidad vegetal y esa es la contribución grande de este artículo, el hecho de que se logró con esta escala global comprender que hay diferencias en la manera en que se detecta la diversidad vegetal en diferentes territorios del mundo.

Por ejemplo, uno tiene en su mentalidad que la cuenca del río Amazonas, es muy diversa. También Guatemala es muy diversa, pero es más chiquita, eso nos hace a nosotros comprender que el Amazonas es un fenómeno muy particular, en donde hay alta diversidad de plantas, que es lo que nosotros estábamos viendo, pero para encontrar esta alta diversidad de plantas es necesario tener muestras en la escala espacial, es decir parcelas de vegetación que sean grandes.

Parcelas grandes detectan la alta diversidad del Amazonas, estas parcelas de una hectárea o dos hectáreas no funcionan en países como el nuestro, donde está la montaña, está todo quebrado el terreno y si uno piensa en una hectárea hasta abarca un río pequeño. Esto no funciona en Guatemala, donde el patrón de diversidad es de muy alta diversidad, muchas plantas distintas pero en porciones pequeñas de tierra.

En la ladera de un cerro por ejemplo, hay una cantidad de plantas mientras que esa misma cantidad de plantas, nosotros la encontramos en el Amazonas pero en una extensión más grande de tierra. Y cuestiones como esas son las que se descubren con esto.

Al final nos permite a nosotros comprender y proponer incluso las estrategias más efectivas para gestión y conservación de la diversidad biológica. Es algo bonito cuando llega a eso, cuando nos lleva a decir: “Ah sí, entonces en Guatemala es posible que nosotros necesitemos la conservación de áreas clave, que pueden ser pequeñas y que vayan a ser muy representativas y diversas, en cambio en Amazonas, allá si es necesario, áreas pequeñas no van a lograr la conservación de la diversidad de Amazonas, allá tienen que ser áreas grandes para poder conservar esa diversidad”. Así funciona.

P.C.  Nos puede contar un poco más sobre usted, ¿cómo nació su pasión por la biología, por estudiar la vegetación, las plantas? 

J.J. Yo disfruté mucho aprender de botánica en la escuela de Biología, me gustaron mucho los cursos y cuando yo los llevaba, también leía libros a la par. Yo investigaba en otros libros de botánica porque fue para mí un descubrimiento.

Yo crecí en una aldea de San Marcos, que se llama Sisiltepeque, en el municipio de Catarina, y allá con los abuelos yo veía plantas en el monte y empecé a reconocer plantas y siempre me gustó eso de andar caminando en el monte, viendo plantas y animales. Pero las plantas tenían algo especial, tenían como más historias, más información, aparte de que me parecía que servían más. Es algo que de chiquito yo ya traía y cuando llegué a la Universidad descubrí que hay algo que se llama Taxonomía Vegetal, es decir, el arte, la técnica de nombrar a todas las plantas.

Y me gustó mucho la taxonomía vegetal, yo estudiaba libros de taxonomía que para algunas personas son un poco aburridos, porque tienen mucho texto, a veces no tienen muchas figuras, son muy descriptivos, están casi siempre en inglés y mezclan fragmentos en latín. Hasta me metí a estudiar latín para poder entender esos libros.

Después me di cuenta de que la botánica no les gustaba a mis compañeros en la carrera y que era para mí muy informativa, cuando yo salía al monte y veía una planta, lograba entender la historia de cómo había llegado esa planta ahí, por qué esa planta vivía ahí y tratar de comprender los procesos que ocurrían en un ecosistema, a partir de ver las plantas.

Y así fui desarrollándome en eso, una parte de estudio taxonómico, una parte intuitiva de observar la naturaleza y proponer explicaciones.

PC  En Guatemala, ¿Qué tan difícil es hacer ciencia? ¿Encontró obstáculos en su camino al estudiar Biología?   

J.J. Tal vez es un poco difícil, en el sentido de que yo ni sabía que existía la carrera, cuando yo entré a la Universidad entré a Derecho. Estando en Derecho descubrí que existía Biología y me cambié al año siguiente. No he encontrado obstáculos en lo laboral. Hay muy pocos biólogos en la sociedad guatemalteca, yo digo que vivos y ejerciendo, egresados de la USAC, debemos ser como unos 240.

Yo considero que en lo laboral es muy viable tener éxito, con mi esposa que también es bióloga, -ella es consultora en muchos proyectos, ella organiza equipos de investigación en Biología- nos cuesta encontrar profesionales biólogos graduados o graduadas, nos cuesta porque casi siempre tienen una posición laboral y no están disponibles. En lo laboral ha sido muy viable.

PC ¿Qué hace falta para lograr mayor protagonismo nacional e internacional en la ciencia? 

J.J. Los profesionales de la biología en Guatemala son muy activos y creo que tienen una muy buena formación y hacen trabajos muy importantes. Muchos lo publican en lo internacional. Lo que puede hacer parecer que su contribución no es tanta es el hecho de que somos pocos, si usted lo compara con cualquier otra carrera más popular. Somos pocos, aunque haya trabajos muy importantes, su difusión y su alcance es poco.

Hay trabajos muy importantes y creo yo que es un área laboral y de la ciencia que está en crecimiento y ha estado en crecimiento en las últimas dos décadas en Guatemala, por lo menos y va a seguir en crecimiento. Y va a haber cada vez más especializaciones y más oportunidades de investigación y creo que es un área de crecimiento, solo que es un crecimiento lento.

Me parece que es un área que va a su paso, la Escuela de Biología está ofreciendo profesionales de la biología, de servir y cubrir las necesidades de la sociedad pero aún no logra llenar la demanda que tiene la sociedad.

Es algo que está creciendo y que va a seguir creciendo. Es una tendencia mundial, los estudios de la naturaleza y el ambiente, creo que es el segundo lugar del crecimiento económico en el mundo.

Es un fenómeno bien complejo, porque los jóvenes que tratan de ingresar a la Universidad muchas veces no tienen una formación académica en la etapa de educación media y diversificado que los haya preparado en las áreas científicas y eso va más atrás todavía.

Muchas veces no desarrollaron eso en la edad media ni en diversificado por el hecho de que en la primaria también tenían otras dificultades.

No sé si recuerda de un titular durante el gobierno de Jimmy Morales en Prensa Libre que decía “El gobierno de Guatemala promueve la mortalidad infantil”. Y era el resultado de un estudio de algún índice de Desarrollo Humano. Y en ese momento uno se da cuenta que es justamente eso, el gobierno de Guatemala no promueve el desarrollo, promueve la miseria.

Yo tengo cerrado mis estudios y ya presentada mi tesis de Economista, pues sí, yo lo veo y se ve que el Estado de Guatemala es un estado que es competitivo a nivel internacional y se mantiene, gracias a que promueve la miseria.

Y entonces uno encuentra muy lógico que carreras científicas tengan tan baja cohorte, sean tan poco pobladas, por el hecho de que no se promueve como política estatal.

PC ¿Qué recomendarías a los jóvenes que quieren estudiar ciencia en Guatemala?

J.J. Yo siempre les digo a mis estudiantes, uno lo que debe hacer, donde sea que esté desarrollándose, en las ciencias o en las áreas más sociales, lo que uno debería hacer es encontrar su lugar en su comunidad, eso es lo que a mí me ha servido.

Encontrar cual es mi papel o mi función, o qué necesita mi comunidad. Nuestra comunidad y nuestra sociedad, sí requiere de científicos y también requiere de científicos sociales.

En ese sentido yo respeto a ambas, no los voy a empujar necesariamente a las ciencias físicas, biológicas o químicas porque para mí lo importante es identificar qué necesita su comunidad y cuál es su papel.

De esa manera uno se hace necesario. Y cuando tiene la oportunidad de hacer ese trabajo, hacerlo lo mejor posible, ya sea en las ciencias, físicas, químicas o matemáticas o en las ciencias sociales y las de humanidades.

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