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¿Qué vamos a celebrar?; ¡Nada!

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Créditos: Kajkoj Máximo Ba Tiul
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Kajkoj Máximo Ba Tiul[1]

El 12 de octubre de 1492, llegó la nostalgia, la tristeza, el hambre, la represión, la opresión, la persecución,  el miedo, la angustia, la muerte.  Después de muchos siglos de amaneceres, llegó la oscuridad.  Llegó el dolor.  Gritos de hombres, mujeres, niños y niñas, ancianos y ancianas, que pedían; clemencia.  Pedían no morir.  Mientras, ladrones, asesinos y genocidas españoles, se deleitaban con la sangre y con el olor a carne humana en llamas.  Con armas, caballos y perros, mataron indiscriminadamente, cometieron el primer genocidio, el primer etnocidio e inicio del epistemicidio.

Los gritos de angustia de nuestros abuelos y abuelas se perdían entre las carcajadas de asesinos y criminales, que actuaron con la venia del rey y de la reina, quienes esperaban sentados, cual haraganes y perezosos, las riquezas que sus lacayos les mandarían después.  Asesinos y criminales, que actuaban bajo la bendición de la iglesia y el papa.  Asesinos y criminales, que tenían la espada en una mano y en la otra la biblia.

Hechos hay muchos y que nos demuestran que no fue un encuentro amistoso, que no se respetó a nuestros abuelos y abuelas.  Los siguientes son solo unos ejemplos, de porqué decimos, que el 12 de Octubre de 1492 y los años siguientes y hasta nuestros días, han sido de sufrimiento, miedo, muerte, pero también de mucha rebeldía.

  • Un canto que describe los últimos días en Tenochitlán, dice: “En los caminos yacen dardos, rotos, los cabellos están esparcidos. Destechadas están las casas, enrojecidas tienen sus muros.  Gusanos pululan por calles y plazas, y en las paredes están salpicados los sesos.  Rojas están las aguas, están como tenidas, y cuando las bebimos, es como si bebiéramos agua de salitre.  Golpeábamos, en tanto los muros de adobe, y era nuestra herencia una red de agujeros.  Con los escudos fue su resguardo, pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad… Llorad, amigos míos, tened entendido que con estos hechos hemos perdido la nación mexicatl.  ¡El agua se ha acedado, se acedó la comida! Esto es lo que hecho el Dador de la Vida en Tlatelolco”[2].
  • El día kijeb’ Kat (7 de marzo de 1524) Aj Pop y Aj Pop Qamajay fueron quemados por Tonatiuh.  No tenía compasión por la gente de corazón de Tonatiuh durante la guerra.  El día Jun Jun Ajpu’ (12 de abril de 1524) llegaron los castellanos a la ciudad de Iximché; su jefe se llamaba Tonatiuh.  Belejeb’ Kat y Kaji Imox salieron al punto a encontrar a Tonatiuh.  El corazón de Tonatiuj estaba bien dispuesto para con los reyes cuando llegó a la ciudad.  No había habido lucha y Tonatiuh estaba contento cuando llegó a Iximché.  De esta manera llegaron antaño los castellanos ¡oh hijos míos! En verdad infundían miedo cuando llegaron.  Sus caras eran extrañas.  Nosotros mismo, vuestro padre, fuimos a verlo cuando entraron a Iximché[3].
  • “Con esta relación envío luego al capitán mirones con veinticinco soldados y dos religiosos de San Francisco, fr. Diego Delgado y fr. Juan Enríquez. Mientras se portaron bien, fueron señores de cuanto había en la tierra, pero señores de cuanto había en la tierra, pero comenzando a hacer agravios, extorsiones y desafueros a los indios, fueron todos muertos cruelmente, y con ellos los dos religiosos, sin que apenas escapase quien trajese la nueva a Yucatán[4].
  • Motivados por el Memorial de Betanzos, el 20 de julio de 1532, el Consejo de Indias autorizó que, en Guatemala, Pedro de Alvarado y Francisco Marroquín fueran los encargados del “hierro” para marcar como esclavos a los indígenas que presentaran resistencia armada para no ser sometidos: ambos a dos sin lo cometer a otra persona, hubiesen información y supiesen qué esclavos eran los que así los dichos caciques e indios tenían en su poder por esclavos, y los que constare que verdaderamente lo eran, los hiciesen herrar, y así herrados, de ahí en adelante pudiesen los vecinos y pobladores de la provincia, sin embargo de la provisión de 1530, comprarlos y rescatarlos[5].

Después de ésta larga noche, hoy los pueblos originarios estamos volviendo.  “Estamos buscando el nuevo amanecer”, sabemos que no es una tarea fácil, porque para arrebatarles lo que es nuestro a criminales, lacayos y corruptos, solo será posible si volvemos a ser rebeldes.  Con esa rebeldía que viene desde Jun Jun Ajpu’ y Wuqub’ Jun Ajpu’, cuando decidieron vencer a Oxlaju Kame y que luego lo concluyeron Jun Ajpu’ e Ixb’almake’.

 

NO BASTA LA RESISTENCIA, HAY QUE PASAR A LA REBELDIA

[1] Maya Poqomchi, antropólogo, teólogo, filósofo, profesor universitario, de Guatemala.

[2] León Portilla, Miguel, La Visión de los Vencidos, UNAM, México, 2009.  También se sugiere escuchar la canción de Rosa Martha Zarate; Los Vimos, Lo Vivimos, https://m.facebook.com/cantarycontarhistorias/videos/lo-vimos-lo-vivimos/372404407375819/

[3] Memorial de Sololá, Editorial Piedra Santa y Dirección General de Antropología e Historia, Guatemala, 1980.l

[4] De León Pinelo, Relación sobre la pacificación y población de las provincias de Manché y Lacandón, en Relación Histórica Descriptiva de las Provincias de la Verapaz y de la del Manché, escrito por el Capitán don Martín Alfonso Tovilla, año 1635, Editorial Universitaria, Guatemala, 1960.

[5] Cabezas Carcache, Horacio, Marroquín Primer Obispo de Guatemala, Guatemala, 2019 (PDF)

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