Créditos: Prensa Comunitaria
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Dos meses del nuevo gobierno y todavía no podemos apreciar hacía dónde nos quiere conducir. Se sigue promoviendo acciones sobre un cadáver que se niega a morir. Sabemos que cambiar el deterioro heredado de muchos gobiernos requiere de mucho tiempo y, por eso, no nos equivocamos al decir que este gobierno será de transición, ya sea para que llegue a gobernar otro equipo que fortalezca los cambios buenos que deje y avanzar hacia el cambio profundo que quiere el país, o para que la derecha y la extrema derecha, como ha sucedido en todo el continente latinoamericano, retome el control y venga con toda la carga de odio, racismo y resentimiento, como ya está pasando en el Congreso, cuando diputados vinculados al pacto criminal, arremeten en contra de la población que salió a defender la democracia.

La sensación que hasta el momento nos da este gobierno es que sigue avanzando sobre una democracia controlada al estilo del gobierno de Portillo y Colom. Es un gobierno que se promueve sobre la base del diálogo como requisito mínimo para la buena gobernabilidad y ese es el espíritu del llamado “acuerdo agrario” entre las organizaciones campesinas y el acuerdo con las autoridades indígenas de Nebaj y, posiblemente otros acuerdos que vendrán en camino.

Lo curioso es que no hemos aprendido que la cosa política en este sistema no necesariamente será de beneficio para los de abajo o como dicen los trabajadores de las ciencias sociales, para los grupos subalternos. Llama la atención cómo dirigentes campesinos y líderes ancestrales que se entusiasman cuando los llaman a firmar este tipo de convenios y, que si no se cumplen puede provocar movilización social, si es que volvemos a tener la capacidad de articulación, como fue hace unos meses para detener el Golpe de Estado, porque lo dudo.

No olvidemos, que la mínima gobernabilidad de la que hace alarde este gobierno, es una exigencia del imperio norteamericano, la Unión Europea, los organismos internacionales (BM, FMI, BCIE, etc.) y por los grupos de poder para promover su modelo, basado en la inversión de capitales, para obtener más ganancias, presentándose como si nada tienen que ver con el pacto criminal guatemalteco

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