Créditos: Prensa Comunitaria
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Por Miguel Ángel Sandoval 

Mas allá de discursos elaborados sobre la existencia o inexistencia de democracia o de estado de derecho, quizás valdría la pena detenerse en algunas imágenes que circulan por las redes o por los medios impresos o digitales, que dicen más que muchos discursos y palabras. Algunos funcionarios pueden decir misa y ufanarse de lo bien que vamos, o de ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero lo real, lo que cuenta, son algunas imágenes y su contexto, lo que dice con creces como nos encontramos en estos días.

Una primera imagen que me parece de suma importancia es la graduación de un licenciado en matemáticas física aplicada, en la prisión que se está en la base militar del Mariscal Zavala. Un cuartel sirviendo de recinto académico pues la academia está cerrada por las acciones perversas de funcionarios entronizados vía el fraude electoral. No descubro el agua tibia. Hay solida documentación al respecto. Lo que h dado como resultado que la USAC esté aislada de mecanismos académicos regionales y de otras latitudes. Es el fiasco.

Se puede aceptar que el tema sea de discusión, pero la imagen de académicos haciendo un acto de graduación de un en la cárcel es por lo menos inquietante. Encima, profesionales de larga trayectoria, ligados a proceso con medida sustitutiva, por un juez miembro de número de la lista Engel. Es más que para preocuparse, pues medio mundo coincide que se trata de un caso armado con serias derivaciones políticas, desde la perpetración de un fraude para elegir a un rector que nadie reconoce.

Otra imagen que en este caso revela un problema que su abordaje debería ser de consenso nacional, es la que vimos en estos días reportada por todos los medios, es la de hombres fuertemente armados, con insignias mexicanas, en carros de lujo (se habla de 20) que se despliegan con total libertad en Chiquimula, lo cual es un verdadero convoy y en zafarrancho. Es algo que solo habíamos visto en películas sobre el narco y en otros países. No en Guatemala. Lo grave del asunto es que la fiscalía especializada ¡¡¡solo atina a decir que va a iniciar una investigación!!!

En las imágenes se mira incluso, a un carro de la PNC local, lo que lleva a personas en redes a decir con sorna que seguramente iban dando seguridad al convoy de narcotraficantes. Ya los datos que hay sobre cómo se mueve el negocio del narco en esa región del país, como en San marcos o Huehuetenango, son un asunto de seguridad nacional. Y, sin embargo, parece que no se hace mucho o que hay connivencia con los muchachos del narco.

Es hora de discutir si nuestro país libera el uso, comercialización y consumo de drogas o se, por el contrario, hace su mejor esfuerzo para recudir la presencia del narco de la manera que las imágenes nos dicen. No es algo menor. Es la imagen que se traslada al exterior.  Lo más grave estado, es que la academia está en la cárcel y los narcos caminan armados por la calle En unos casos hay persecución y en la otra impunidad, o acaso vínculos con el poder.

Y la tercera imagen, es la de un local abierto con miles de personas que gritan en coro, miguelito cerote te vas a ir a l bote. Puede ser que esto no sea visto por todo el mundo, como las fotos de los dos hechos señalados, pero no se puede negar que ello revela el ánimo que existe en amplios sectores de la ciudadanía, especialmente porque es un clamor extendido.

Ya lo vimos en n el estadio nacional, en el estadio municipal, en otras actividades menos gloriosas, pero es algo que no se puede negar. Esa es la imagen del país que hoy se exporta. Y que llega a inversionistas, a cancillerías, a grupos de estudio especializados, a grupos crecientes y turistas, pues todo está interconectado. Todo por la necedad de un pequeño grupo de seudo-golpistas, aprendices de magos fallidos. Que ni siquiera tienen la gracia del ratón Mickey, que es parte de su horizonte cultural… si así se puede llamar.

Y como una imagen que rebasa con creces todo lo señalado, está el plantón en el MP de organizaciones indígenas, así como en cercanías del congreso. Así como todas las que vimos en el paro nacional que inicio desde el 2 de octubre y que, a pesar del espíritu navideño forzado, continua. Es la imagen de un pueblo en lucha democrática, que sirve de contrapeso a la vulgaridad de las imágenes comentadas. O, dicho en otras palabras, se trata de la luz al final del túnel. Es la antítesis de la vulgaridad que hemos visto en las imágenes del país patas arriba.

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