Créditos: Omar Pérez
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Las protestas pacíficas del paro nacional convocado por las autoridades indígenas, hace más de 40 días, no solo lograron una masiva movilización para defender uno de los últimos espacios de libre determinación de los pueblos: el voto popular, sino que han sido la ocasión para que Ixchiguán y Tajumulco, dos municipios en San Marcos, dejaran de lado temporalmente, una pugna que data de hace más de 85 años.

Desde entonces, se han unido a las resistencias comunitarias que han reiterado el malestar popular contra el “Pacto de Corruptos” y el gobierno de Alejandro Giammattei, que amenazan con deslegitimar las elecciones, para mantener el control de los poderes del Estado y garantizarse la impunidad que los sacó de las cárceles tras aniquilar a la “Primavera Judicial”.

Por Paolina Albani

Sus representantes se han organizado para tomar calles y carreteras y para protestar frente a los edificios públicos como el Congreso y el Ministerio Público (MP) y así forzar al gobierno a prestar atención a sus demandas: sacar a la fiscal general del MP, Consuelo Porras; al jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, la fiscal Cinthia Monterroso y el juez Fredy Orellana.

Estos funcionarios han sido nombrados como actores corruptos y antidemocráticos por el gobierno de Estados Unidos y, en algunos casos, sus visas han sido canceladas como resultado de su participación en acciones que intentan socavar la débil democracia guatemalteca.

La coexistencia de estas dos comunidades ha sido posible en las jornadas de protestas pacíficas contra el golpe de Estado a las elecciones generales.

El conflicto por un terraplén que dividiría a Ixchiguán de Tajumulco, en los últimos años, se ha complejizado por el posible involucramiento de actores del crimen organizado. Estos hechos han transformado la vida de la población que han quedado en medio de una pugna que va más allá de lo limítrofe. Esta porción de la frontera entre municipios ha sido intervenida militarmente en varias ocasiones y se han implementado diálogos sin que hasta la fecha se haya logrado una solución.

Es en este escenario que Ixchiguán y Tajumulco se sumaron a las movilizaciones. Desde el 4 de octubre, tomaron el kilómetro 163 de la ruta hacia el Altiplano Marquense para respaldar el mecanismo de presión al gobierno.

Foto: Omar Pérez

Si bien Ixchiguán y Tajumulco casi no han participado en las mismas tomas y movilizaciones, ambos municipios han estado apoyando el paro nacional de forma activa en diferentes puntos.

“Tajumulco no se esconde porque no le estamos robando nada a nadie… Guatemala ya eligió de manera democrática a nuestro próximo gobernante”, fue el mensaje que el municipio envío el pasado 6 de octubre en el lugar conocido como La Cumbre.

Foto: Omar Pérez

Ese día, la población de Tajumulco realizó una manifestación frente a la Gobernación Departamental de San Marcos donde exigieron la renuncia del presidente Giammattei y de Consuelo Porras.

En tanto, Ixchiguán respaldó la toma de la frontera de Tacaná con México.

Junto a Tacaná, San José Ojetenam y Sibinal anunciaron su participación en el paro nacional indefinido en la zona alta de San Marcos, en el cruce del cerro Cotzik que divide a los tres municipios en la frontera con México.

Un segundo grupo de Ixchiguán, integrado por autoridades indígenas y comunitarias y transportistas, se unieron al Concejo de Autoridades Ancestrales de San Marcos, en el kilómetro 263, en el cierre de la carretera hacia el Monumento San Lorenzo.

Foto: Omar Pérez

“En su administración ha habido mucho descontento e inconformidad de los pueblos de Guatemala. Por eso, pedimos que -Giammattei- renuncie a su cargo ante la problemática que vivimos. Así como la renovó (Consuelo Porras) en su cargo, para un segundo período, que le pida la renuncia, porque solo está sirviendo al “Pacto de Corruptos”, señaló el coordinador del Consejo del Pueblo maya Mam en San Marcos, en uno de los puntos donde Ixchiguán se integró al paro nacional.

Para el 9 de octubre, la movilización en San Marcos había crecido lo suficiente como para tener 25 puntos tomados en las carreteras nacionales y caminos locales.

Foto: Omar Pérez

Entre ellos: Gancho de San Antonio, San Isidro Chamac, entrada a San José Caben, San Pedro Sacatepéquez, San Andrés Chapil, el Monumento al Reformador, la entrada a Comitancillo, la entrada a Tejutla, el crucero del cerro Cotzik Ixchiguán-San José, la Cumbre Tajumulco, la Cumbre San Lorenzo, San Sebastián, el Intecap en la aldea Caxaque, El Boquerón, Esquipulas Palo Gordo, el puente de Palatza, San Pablo, San Isidro Malacatán, La Virgen en Ayutla, el parque Benito Juárez zona 5 de San Marcos, la 15 avenida, la 1 calle y 14 avenida zona 5 de San Marcos.

Esta no ha sido la primera vez que ambos municipios se unen en manifestaciones pacíficas. En 2021, salieron a las calles con la consigna de exigir la renuncia al presidente Giammattei y a Porras por su implicación en la remoción ilegal de Juan Francisco Sandoval, quien antes fue jefe de la FECI y quien realizó investigaciones que incomodaron al poder político y económico por las acusaciones de corrupción.

Una de ellas, quizá una de las que más afectó al gobierno actual, fue la investigación de “La Trama Rusa” o “Alfombra Mágica”, que señaló que los mineros rusos de Solway Group habrían pagado cuantiosos sobornos a Giammattei para hacerse con el control de una porción importante del Puerto de Santo Tomás de Castilla.

Pero con la salida de Sandoval y la llegada de Curruchiche como nuevo jefe de la fiscalía, la investigación sería cerrada el pasado 25 de octubre.

Las manifestaciones contra el golpe de Estado y el intento por revertir los resultados de las elecciones llevaron a Comitancillo una marea roja. El 11 de octubre, docenas de pilotos de mototaxis del municipio inundaron el parque central para apoyar el paro nacional contra la corrupción.

A lo largo del paro, los comunitarios resistieron en las calles el silencio del gobierno que se ha negado a dialogar con ellos. Sin embargo, esta resistencia ha sido una de largo aliento.

Foto: Omar Pérez

El 12 de octubre, se captó a varias autoridades indígenas de Ixchiguán, Tacaná, Sibinal y San José Ojetenam, dormir fuera de la sede central del MP, en el barrio Gerona de la zona 1 capitalina.

Tragedia en Orizaba

El 16 de octubre, en un video que se viralizó, un grupo de personas no identificadas, y que no eran parte de la jornada de manifestaciones, habría asesinado al manifestante Francisco Gonzalo Velásquez Gómez, en el kilómetro 272 sobre el crucero de Orizaba, Malacatán, San Marcos.

Con el paso de los días, se supo que el grupo que habría perpetrado el ataque era parte del equipo de seguridad de Álvaro Guillermo López Rabales, alcalde actual de Ocós, quien pertenece al partido Vamos.

Las autoridades indígenas y ancestrales de San Marcos solicitaron la investigación de los grupos promotores de violencia en las manifestaciones y condenaron el asesinato.

El 18, la Corte de Constitucionalidad (CC), integrada por magistrados que han favorecido al gobierno de Giammattei en el pasado, puso en duda la naturaleza pacífica de las manifestaciones contra la corrupción, cuando resolvió que las autoridades de justicia debían determinar si “las acciones vandálicas y violentas producidas en el marco de las manifestaciones no pacificas, han producido, incluso, delitos de lesa humanidad por provocar el exterminio de civiles”.

Pese a esto, en los siguientes días, las caravanas de San Marcos que viajaron a la capital continuaron exigiendo justicia por el asesinato del manifestante y le rindieron homenajes a Velásquez Gómez, el primer mártir del paro nacional.

El 2 de noviembre, en el Complejo Judicial de San Marcos, en la que sería la audiencia de primera declaración, pues terminó siendo aplazada, se conoció que los señalados del ataque armado son 11 hombres.

La otra Revolución de Octubre y la tregua que liberó las carreteras

El día 18 del paro nacional, los diferentes grupos del altiplano marquense realizaron una caminata pacífica hacia el Monumento San Lorenzo y otra concentración en el parque central de San Pedro Sacatepéquez, por el aniversario 79 de la Revolución de 1944, que se celebra cada 20 de octubre. Pero también para celebrar la segunda revolución de octubre. Esta vez, la de 2023, motivada por acciones antidemocráticas del gobierno y de la institucionalidad pública de justicia.

Foto: Omar Pérez

Ahí, continuaron exigiendo la renuncia de Porras, Curruchiche, Monterroso y Orellana, en medio de presentaciones musicales, que devolvieron el ánimo a la gente que llevaba varios días manifestando sin descanso.

El día siguiente, el 21, la alcaldía indígena de Comitancillo cedió a la tregua otorgada por los 48 Cantones de Totonicapán al gobierno. Ahí decidieron liberar el paso por dos días, antes de que las autoridades optaran por implementar otras estrategias para aumentar el nivel de presión al gobierno.

Esta decisión dio un cambio a la modalidad de protesta y permitió a la gente de San Marcos, alternarse para participar en las manifestaciones frente a instituciones públicas de sus comunidades y en caravanas enviadas a la capital que han cumplido 45 días de haberse instalado.

Foto: Prensa Comunitaria

 

 

 

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