Veintiocho extrabajadores del Hospital Temporal de Quetzaltenango están en una batalla laboral para lograr ser reinstalados y ubicados en alguna institución del Ministerio de Salud. Desde hace un año no fueron renovados sus contratos porque no se afiliaron al partido oficial, Vamos, según denunciaron. El diputado del partido oficial Duay Martínez negó los señalamientos.
Por Shirlie Rodríguez
Desde hace 11 meses, 28 profesionales que trabajaron cuando comenzó a funcionar el Hospital Temporal de Quetzaltenango de atención a pacientes con COVID-19 están en una lucha legal. Son extrabajadores de las áreas de enfermería, psicología, seguridad, intendencia, fisioterapia e informática.
En una conferencia de prensa, el abogado Marco Zúñiga explicó que las 28 personas que trabajaban en este hospital, no les renovaron su contrato que venció en junio de 2022, pero por la emergencia de la pandemia, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), dejó un acuerdo en el que no permitía terminar la relación laboral.
A pesar de esto, no los recontrataron. A partir de esta medida, decidieron denunciar al MSPAS y un juzgado laboral determinó que debían ser reinstalados y la autoridad del Ministerio de Salud presentó un amparo en contra de la decisión.
Pero, el personal que busca su reinstalación hace referencia a que hay razones más profundas por las que no los recontratan y es porque no quisieron afiliarse al partido oficial VAMOS.
Rudy de León, es uno de los trabajadores que expone que el actual diputado Duay Martínez, es el que está detrás de los movimientos que se hacen en el Hospital Temporal y que utilizan como un lugar para dar trabajo a quienes ayudan en la campaña.
“Voy a correr con el riesgo de que me amenacen, ya sé que va a pasar, pero me vale porque la vida de mucha gente ha estado en manos de muchas personas. Lastimosamente, creen que por ser funcionarios públicos se les debe rendir pleitesía y no es así”, dijo de León.
Jessica Chavarría también hizo referencia a que durante los primeros meses de pandemia los trataban como héroes sin capa porque atendieron la emergencia aun con temor y con incertidumbre por el virus, pero ahora no les responden con devolverles el trabajo.
Aseguró que están cansados de que la política partidista se haga dueña de estos tipos de espacios y que generen este tipo de incertidumbre para las personas que buscan trabajar.
La presión la ejercieron representantes a nivel local del partido oficial desde la unidad de recursos humanos y quienes se opusieron fueron quienes ahora están sin renovación del contrato.
Para Iván Aguilar, por su carrera como psicólogo clínico y por sus principios éticos, no aceptó ser parte de un partido, además esto no debe ser un requisito para quienes trabajaron y, por lo tanto, ahora denuncian públicamente estas presiones.
Comentó que no tienen pruebas de las llamadas que recibieron de recursos humanos o de las conversaciones que se mantenían dentro de este hospital, pero ellos vivieron esas presiones y las comentaban entre sus compañeros.
El personal en Quetzaltenango espera que el MSPAS tome en cuenta el trabajo que realizaron y puedan ser reinstalados como lo hicieron con quienes laboraron en el Parque de la Industria, ubicado en la zona 9 capitalina. Ellos también denunciaron temor a no ser tomados en cuenta al cierre del hospital.
El diputado Duay Martínez contestó que no ha tenido acceso a las declaraciones del personal, pero que en ninguna institución del Estado hay presión de su partido para que se afilien.
Agregó que fueron decisiones administrativas y es responsabilidad del Ministerio de Salud el tomar estas medidas.
“El temporal es temporal, a muchas personas no las recontrataron y nosotros los diputados no tenemos relación, sería muy irresponsable de nuestra parte relacionar estás dos cosas”, dijo el congresista.
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El personal ahora exige que se les reinstale, pero el MSPAS y la Procuraduría General de la Nación (PGN) apelaron la decisión del juzgado que mandaba a reinstalarlo y deben esperar a que se resuelva.
El abogado Zúñiga dice que en este tipo de casos es común que el trabajador gane el proceso en los juzgados y ahora lo que están haciendo es atrasar, lo cual lleva a que tengan sueldos retenidos.