En el contexto de la represión en la frontera sur de México contra las personas migrantes, la Red Mundial de Madres de Migrantes Desaparecidos exigió a los gobiernos del mundo cesar la separación familiar y reconocer el derecho al libre tránsito.
A través de un manifiesto emitido este 28 de octubre, la “Cumbre Mundial de Madres de Migrantes Desaparecidos“, conformada por madres y familiares de México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, España, Italia, Argelia, Túnez, Senegal, Marruecos, Mauritania, y Estados Unidos y sus aliados, expresaron su solidaridad con las familias de migrantes, internos e internacionales, que han desaparecido en el camino.
También se solidarizaron con las familias de víctimas de desaparición forzada de todo el mundo, “donde reinan la impunidad, la violencia y el racismo”.
Las mujeres enfatizaron que reivindican el papel indispensable de las madres—indígenas, campesinas, urbanas—en la búsqueda de sus hijas e hijos y de la justicia.
Y explicaron que el proceso de desplazamiento forzado en todo el mundo ha obligado a las personas a dejar atrás su lugar de origen, su país y sus seres queridos, ya que migran para preservar su vida y la vida de sus familias de la violencia social generalizada; de las guerras y conflictos; de la pobreza generada por el extractivismo, los megaproyectos y el neoliberalismo que ha permeado todos los ámbitos de la vida; de la violencia estatal y los pactos de impunidad entre gobiernos y grupos delictivos; del cambio climático y la destrucción ambiental que arremeten contra las poblaciones.
Por ello, las madres demandaron un trato digno apegado a los instrumentos internacionales para las personas migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas, y las personas que buscan a sus familiares desaparecidos.
También hicieron un llamado en particular a cumplir con los compromisos internacionales de protección de los menores de edad, las mujeres, las personas indígenas y otras poblaciones en situación de vulnerabilidad, así como trabajar en la prevención de los factores que ponen en riesgo el bienestar y la vida de estas poblaciones.
En la práctica, aseguraron las madres, los gobiernos no están cumpliendo con los instrumentos internacionales, por lo que los Derechos Humanos están siendo violados de manera sistemática al negar a las personas el derecho al libre tránsito, al negar medidas humanitarias, y al no garantizar el derecho a la vida y responder con detenciones, deportaciones, amenazas, revictimización y más violencia.
“Ninguna persona es ilegal; ninguna persona es clandestina. Son las políticas que nos criminalizan y violan el marco de DH consensuado a nivel internacional”, expresaron.
Por todo esto, las mujeres exigieron:
*Cesar la separación de familias ya que dijeron, es una práctica inhumana y degradante. Esta separación de familias sucede en los centros de detención, y como resultado de la migración forzada y de las deportaciones.
* Que los Estados asuman su responsabilidad de respetar la ley y garantizar los DH durante el tránsito, ya sea por tierra o mar.
* Garantizar el libre tránsito a las personas migrantes, en condiciones de seguridad, y de las madres, los familiares y sus aliados que buscan a sus familiares desaparecidos por los territorios donde pudieran encontrarse.
* Reconocer el derecho a la verdad y el esclarecimiento de hechos.
Las madres también hicieron un llamado a la sociedad internacional para sensibilizarse con estas historias y esta causa, y exigieron la no repetición de estos hechos que tanto daño han causado.
Asimismo responsabilizaron a los Estados del mundo por el dolor que han atravesado tras la desaparición de sus hijas e hijos migrantes. También reclamaron el derecho de todas y todos a una vida digna, en cualquier país en que se encuentren.
Y expresaron que la caravanas de madres que buscan a sus hijas e hijos no son solamente una respuesta ante la indisposición de los Estados de realizar esta búsqueda, sino que estas caravanas son en sí mismas formas de buscar personas y a la vez buscar y exigir la verdad y la justicia; de crear otros mundos posibles, contrarios a las geografías del terror, explicaron las madres.
“Tenemos la certeza de que estas demandas se sustentan en las obligaciones internacionales de los Estados por ser signatarios de instrumentos internacionales que protegen a personas migrantes, desplazadas, refugiadas y asiladas. La lucha y la esperanza no se agotan. Nada puede parar a una madre que busca su hijo o su hija. Las madres derribarán todas las barreras y recorrerán todos los kilómetros necesarios hasta llegar a la verdad”, dijeron.
Este material se comparte con autorización de CIMAC Noticias