
Fresco de rosa Jamaica
Tiempo de lectura: 3 minutos Por Ilka Oliva-Corado. En otros tiempos las guayabas las hubiera comprado en la aldea a diez len[1] cada una, guayabonas galanas del tamaño de su mano, pero en cambio esas guayabas churucas[2] dan más lástima que gusto, carísimas como todo, hoy en día hasta el aire que se respira sale caro, reflexiona Toña, viendo cómo ajusta