Créditos: Lencho Pez
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Antiguamente quienes habitaban la región de Jolom Konob’ (Santa Eulalia), al norte del departamento de Huehuetenango, conmemoraban la Nochebuena desde el catolicismo y le llamaban Pasco que podría tener su raíz en la palabra Pascua. Santa Eulalia es un municipio con un noventa nueve por ciento de sus habitantes que hablan el idioma Maya Q’anjob’al que incorporaron los tamales y el ponche de frutas dentro de sus costumbres.

Por Lencho Pez

La época de Nochebuena y de Navidad son el anuncio de la celebración del nacimiento de Jesucristo fecha que se celebra a cada 24 de diciembre, es una temporada que muchas personas esperan, independientemente al credo que profesaban, aunque la principal protagonista de esta celebración es la iglesia católica, sin embargo, no todos lo celebraban, lo hacían solo quienes tenían buena posición económica.

El acto emblemático de esta celebración es la elaboración de los tamales, que según la experiencia de doña Emilia Juan Antonio, conocida como doña Mila en la vecindad.

La materia prima es la masa de maíz, combinada con manteca de cerdo, en su interior no puede hacer falta un pedazo de carne de pollo, marrano, o de chompipe, acompañado con una salsa elaborada con achiote, un producto proveniente de la tierra caliente del municipio de Yalmotx (Santa Cruz Barillas).

Desafortunadamente no todos tenían la oportunidad de preparar tamales, ya que a estas fechas muchas personas emigraban a las fincas de la costa sur o de la costa grande a trabajar en las plantaciones de café o caña de azúcar y regresaban justamente los días 23 o 24 de diciembre y el tiempo ya no les alcanzaban para prepararlos.

Preparación de los Tamalaes en Santa Eulalia. Foto Lencho Pez

Del ponche de frutas o caliente como le llaman en el occidente del país no era usual su preparación y consumo para los Q’anjob’al, lo hacían antiguamente solo algunos ladinos que residían en ese entonces en el pueblo.

En la actualidad, la mayoría de los habitantes ya adoptaron esta costumbre de hacer tamales y se ha vuelto parte de las tradiciones del pueblo y la elaboración de los tamales ha ido evolucionando y se ha incrementado el número de ingredientes.

Han cambiado la materia prima por otros elaborados de manera industrial que, vienen casi preparados como el arroz molido y sus ingredientes para la salsa.

Existe un producto artesanal que está hecho en casa por personas que se dedican a los negocios y que ya viene preparado con todos los ingredientes necesarios, no obstante, el ponche ya se posesionó en todos los hogares.

Ahora las mujeres preparan tamales en grandes cantidades, acompañándolos con ponche caliente, hasta las niñas o niños ya viene aprendiendo este legado junto a sus madres o abuelas, y antes de entrada la noche el 24 de diciembre, empiezan a intercambiar tamales a los familiares y vecinos, cumpliendo así, el gesto de convivir en hermandad.

Preparación de los Tamales en Santa Eulalia. Foto Lencho Pez

Los ingredientes de los tamales de don Pedro Mateo que salen fuera de país 

Don Pedro Mateo Luic, que nunca tuvo la oportunidad de conocer la puerta de una escuela, originario de este municipio, fue quien tuvo la iniciativa crear estos ingredientes por primera vez en Santa Eulalia y sus productos han trascendido fronteras, surtiendo mercados internacionales como el de México y Estados Unidos. Pues hay una fuerte comunidad migrante Q’anjob’al en esos países.

Anteriormente, las posaditas salían del 16 de diciembre de casa en casa a partir de las 6 de la tarde y únicamente en el área urbana, las mujeres cargaban las imágenes de San José y de la virgen María.

Ambas imágenes iban vestidas con la indumentaria de los hombres y mujeres Q´anjob´al, los niños tocaban los silbatos o gorgoritos de barro, otras personas portaban faroles, junto al sonido de la tortuga que no puede faltar, todo al compás de los villancicos navideños que venían cantando los feligreses.

En algunos hogares tocaban marimba y bailaban, sin faltar una refacción con café caliente y pan Xheka, producto original hecho de trigo de los pueblos Akateko de municipios vecinos de San Rafael La Independencia y San Miguel Acatán.

Además, antes de la media noche del 24 de diciembre, presentaban un baile en el patio de la iglesia católica al que denominaban Malin Tzin, que consistía en la representación de los tres reyes magos, portaban una sábana larga, que cubría desde la cabeza hasta los pies, llevaban una campanilla en sus manos y lo hacían sonar al unísono al ritmo de melancólicos sones con el sonido de violines y guitarras.

Actualmente, este tipo de baile ha sufrido algunos cambios, ya que los jóvenes que lo practican ajustan otros elementos que supuestamente son para darle mayor énfasis a la actividad, sin embargo, le han hecho perder su originalidad.

Los Q´anjob´al de Jolom Konob´, radicados en los Estados Unidos, celebran la Navidad con las mismas costumbres y tradiciones que en Santa Eulalia con las posaditas, hacen oración y no hacen falta los tamales hechos con los ingredientes exportados de don Pedro Mateo Luic.

 

Preparación de los Tamales en Santa Eulalia. Foto Lencho Pez

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