Buscan apoyo para reunir 300 libras de Incaparina a niñez con desnutrición en Quetzaltenango

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Créditos: Shirlie Rodríguez
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

La Asociación 32 Volcanes trabaja en cinco comunidades de Quetzaltenango y, a partir del próximo lunes 14 de agosto, iniciarán con jornadas de nutrición en las que necesitarán Incaparina para entregarla a las familias y atender los casos de desnutrición que atienden en su clínica.

Por Shirlie Rodriguez

Las jornadas de nutrición que realiza 32 Volcanes desde hace al menos tres décadas, ha acompañado a miles de niños y niñas que padecen desnutrición y los apoya con su recuperación. Para ello, la Incaparina es uno de los suplementos alimenticios que utilizan para enseñar a las familias a prepararla, para mejorar la talla y peso de la niñez.

A partir del 14 de agosto iniciarán con una jornada de nutrición en la que atenderán, al menos, a 200 niños y niñas del Valle de Palajunoj, un área en donde trabaja la Asociación y, necesitan de 300 libras de Incaparina para entregarla a las madres que seguirán un proceso de recuperación para sus hijos e hijas con desnutrición.

Para recibir la ayuda, la Asociación 32 Volcanes tiene su sede central en la cabecera departamental de Quetzaltenango, en la 9ª. calle 9- 38, de la zona 1; pero amplió sus puntos de recaudación a otras ciudades.

En la capital se habilitaron dos centros para quienes quieran apoyar el proyecto: en la sede de Catafixia Editorial, ubicada en Pasaje Rubio, en la 6ª. Avenida, de la zona 1; también la colonia del Maestro, en la 16 avenida 0-66, zona 13, apartamento 203.

La Asociación 32 Volcanes trabaja desde hace 30 años en la ciudad de Quetzaltenango y se enfoca en temas de educación. El programa de nutrición tiene 10 años y funciona para las áreas con mayor vulnerabilidad, pobreza y desnutrición.

Con Incaparina y huevo realizan un suplemento alimenticio que las madres y padres deben dar a sus hijos, acompañado del seguimiento médico que dan con la clínica que manejan, con ese trabajo han logrado rescatar a cientos de niños en el Valle de Palajunoj, el municipio de San Juan Ostuncalco y también en Sololá.

El método tiene el acompañamiento de nutricionistas. La fórmula que usan es a base de Incaparina y huevo, también verifican si el paciente es alérgico a este atol, sino se utiliza amaranto o el suplemento “Chispuditos”. La recuperación de los niños la constatan por los seguimientos médicos que dan a cada caso el cual podría ser de un año y medio.

Memoria, dignidad y porvenir, es el lema con el que fundamentan su trabajo con la finalidad de brindar atención médica, pero también para enseñar a las madres y familias a mejorar su calidad de vida con recursos que tienen a su alcance, como la siembra y la capacitación constante.

Además de las jornadas de nutrición, en la organización se enfocan en un programa de educación, en el que atienden a niñez con reforzamiento escolar, recibiendo clases con maestros particulares en la sede de la Asociación. Otro proyecto es el de agroecología en el que trabajan principalmente con madres de familia para crear huertos que les brinda alimento a las familias.

Las madres siembran zanahorias, papas, remolacha y otros. También hierbas y frutas.

Según los encargados de la organización, en cada actividad se les complica reunir la Incaparina que necesitan para las jornadas de nutrición, además de los fondos para sostener los programas, por esta razón han implementado diferentes formas para recolectar este atol que es una bebida de harina de maíz y soja fortificada con vitaminas, desarrollado por Ricardo Bressani, en 1959, creado con la finalidad de combatir la desnutrición en el país.

Una de estas formas para hacerse de más fondos consiste en la venta de almuerzos saludables, todos los viernes del mes, que preparan en el lugar y buscan ser nutritivos y con productos que ellos mismos producen. Estos almuerzos tienen un consto de entre Q25 y Q35. En el proyecto, participan las madres que son parte de los programas.

Otra forma de recaudar Incaparina es hacer trueques por libros. En sus redes sociales publican las imágenes de las portadas de los libros de cuento, poesía, historia, narrativa, todos de autores guatemaltecos y clásicos de la literatura.

El trabajo que realizan para atender la desnutrición en niñez menor de cinco años, implica además de la entrega de suplementos alimenticios, el trabajo con las madres para la estimulación de sus hijos, para mejorar el desarrollo motriz e intelectual de los bebés y niños que padecen desnutrición.

Cuando superan los cuadros de desnutrición hacen actos de “graduación”, que son una forma de celebrar que tienen una mejor calidad de vida y con menor vulnerabilidad a enfermedades a causa de la desnutrición.

Para continuar con este trabajo, llaman a las personas que puedan hacer donaciones y colaborar con el desarrollo de más de 200 niños y niñas que atienden en sus diferentes programas, principalmente el de desnutrición.

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