Créditos: Simón Antonio Ramón / Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 14 minutos

 

Previo al cierre del plazo para hacer campaña política, los dos representantes más importantes del Movimiento Semilla hablaron de sus objetivos para tener un impacto en el Ejecutivo y en el Congreso.

Por Quimy de León y Paolina Albani

Bernardo Arévalo es el candidato presidencial que nadie se esperaba que llegara a segunda vuelta presidencial. Sin embargo, Arévalo y el partido Movimiento Semilla no solo se colaron en la elección, sino que han ido ganando simpatizantes y apoyos, aun cuando tienen mucho en contra.

Algunos de estos factores en contra, tienen que ver con que Semilla es una agrupación, relativamente, nueva y con pocos cuadros para llenar los espacios que necesitará para gobernar desde el Ejecutivo. Además, han tenido un financiamiento mucho menor al de su competencia, el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y han tenido que hacer frente a una inacabable campaña negra que intenta vincularlos con ideales comunistas de expropiación para desanimar ese respaldo ciudadano. Sobre todo, tienen en contra al Ministerio Público (MP) que ha accionado legalmente para desacreditarlos y cancelar al partido antes de la elección de este domingo 20 de agosto.

Pese a esto, Semilla sí tiene varios factores a su favor. Como que aseguran no tener compromisos ni deberle financiamiento privado a nadie, que su propuesta política es mesurada y no es extremista. Es decir, que no continuarán con lo que algunos han denominado como la revancha política que inició en 2017, cuando se dio el contraataque en contra de los operadores de justicia que encerraron a militares, élite económica y política.

Encima de esto, las encuestas recientes los muestran a la cabeza de la intención de voto. Y esto ha sido resultado no solo del creciente apoyo de una ciudadanía cansada de los políticos de siempre, sino porque Arévalo es hijo de uno de los expresidentes de la “primavera democrática” que reivindicó ideales progresistas y promovió desarrollo social que sigue vigente hasta hoy en día: Juan José Arévalo Bermejo, de 1944-1951.

En este impulso que les ha dado la gente, Arévalo y Samuel Pérez, una de las figuras más representativas de Semilla y uno de los creadores del movimiento que surgió de las protestas de 2015 y, luego, se convirtió en partido, han fundamentado su propuesta de gobierno: recuperar espacios políticos a través de consensos -no solo discursivos- para tomar decisiones colectivas y cerrar el chorro de la corrupción para hacer política de forma honrada y transparente.

Si bien el partido Semilla ha sido claro que, de llegar al poder, la lucha contra la corrupción y gobernar será un reto cuesta arriba y que no podrán hacer las transformaciones en todos los espacios que quisieran, sí planean sentar las bases para que los gobiernos del futuro no puedan seguir robándole a la gente, a través de los gabinetes contra la corrupción que estarán instalados en varios espacios del Ejecutivo.

Arévalo: canalizar el rechazo para no defraudar a la ciudadanía

Bernardo Arévalo, de 65 años, ha encabezado las dos más recientes encuestas para la elección presidencial del grupo Cid Gallup y la del medio Prensa Libre. Con casi 65% de la intención del voto, frente al 35% que apoya a su contrincante, Sandra Torres de la UNE.

De llegar al poder, dijo tener claro que él y Semilla deberán canalizar la energía social de rechazo a los sistemas fracasados por la corrupción o los sistemas de mal gobierno, para generar desarrollo y que el electorado no termine por desencantarse y se vuelque a propuestas del populismo destructivo y autoritario como ocurre en otros países de la región, como es el caso de Nicaragua y Venezuela.

Para esto, Semilla deberá demostrar a los votantes que la lucha contra la corrupción que ha promovido no es un eslogan para ganar votos y una promesa que dejará de lado cuando llegue al gobierno para, luego, comportarse “como cualquiera”. También es su objetivo hacer que las instituciones empiecen a dar resultados a favor de la gente.

“Que haya cuestiones tangibles, pequeñas. Lo que se pueda hacer porque vamos a recibir un Estado en pedacitos, pero vamos a empezar a demostrar que hay cosas que sí están pasando”, exteriorizó.

Entre algunas de esas acciones que Arévalo ha mencionado como posibles de realizar está visibilizar a los actores corruptos y declarar su “muerte civil”. Es decir, pasarían a ser los apestados con lo que el sector público no tendrá tratos.

“La muerte civil es para una persona que ha sido encontrada culpable de participar activamente en la corrupción, que no pueda volver a ser candidato un puesto de elección popular u ocupar un puesto en la administración pública y si es en el sector privado, que no pueda hacer contratos con el Estado”, explicó.

Grupos opositores a Semilla han identificado esta declaración y su ofrecimiento de lucha contra la corrupción como un revanchismo y odio extremo contra los sectores que le han demostrado repudio, pero Arévalo ha asegurado que no es así y que esos discursos y campañas negras, vienen de quienes intentaron vengarse de la CICIG y de quienes apoyaron la lucha contra la corrupción, en 2015. Ellos sí ejecutaron una revancha, indicó.

Sin embargo, la articulación social que defendió el resultado de este proceso electoral, mismo que colocó a Semilla en la segunda vuelta, fue “espontánea” y el partido ha referido que aprovechará ese clamor popular para generar “nuevos consensos” e impedir que ocasionen más divisiones en la ciudadanía.

“La campaña negra contra nosotros es, precisamente, un intento de dividir más y generar un rechazo por miedo. Por eso los temas económicos y que nos llaman comunistas que vamos a expropiar. O los temas de familia, que le vamos a enseñar a nuestros hijos no sé qué. Son todas mentiras”, aclaró.

Esa oposición de Semilla -encabezada por Sandra Torres, la UNE y quienes ahora le apoyan como los sectores conservadores y religiosos- han creado una campaña de miedo alrededor de apoyarlos.

“Si dijeran la verdad tendrían que decir que el partido de la UNE, de Sandra Torres, ha sido cómplice de construir el modelo de corrupción. Si dijeran la verdad tendrían que decir que su bancada aprobó presupuestos criminales, ampliaciones presupuestarias donde se robaron el dinero para su campaña. Lo que les queda es no decir la verdad porque nadie va a votar por un proyecto de corrupción. Si no que inventarse mentiras en contra de Semilla. Nada de lo que han dicho está en nuestra agenda. Lo que sí vamos a hacer es combatir la corrupción y eso es lo que les da miedo”.

La estrategia de partido socialdemócrata, han dicho tanto Pérez como Arévalo, no se ha enfocado en desmentir las farsas y mentiras que sus opositores han difundido. Sino que aseguraron que se concentrarán en “combatir la corrupción, en generar más oportunidades para todo el mundo, mejorar el clima de negocios, recuperar el Estado y empezar a ser funcionar las instituciones públicas”. Para ello, no bastará ganar una vez la Presidencia y visualizan que seguirán compitiendo para seguir ganando las elecciones en los próximos años, para poder ampliar su agenda de trabajo.

Las raíces de la corrupción y el control hacia la población está en los territorios, en torno a la tierra y el extractivismo. ¿Cómo han pensado iniciar un gobierno y hacer pactos en un Estado cooptado -alcaldes, cortes y Congreso?

Arévalo: “Los alcaldes están en esta lógica porque creen que esa es la forma de acceder a los fondos públicos. Nosotros ya lanzamos una carta pública diciendo que vamos a trabajar con las alcaldías, independientemente del partido por el que fueron electos. Vamos a dejar de poner la extorsión y el intercambio como punto de partida para la colaboración. El problema es que el sistema los ha condicionado. Hay alcaldes que dicen que están siendo extorsionados. La única limitación para trabajar con ellos va a ser la corrupción. Nosotros no vamos a permitirla ni a participar en proyectos que tengan en, alguna medida, corrupción o responsabilidad en la corrupción.

La corrupción ha sido rentable para algunos…

Arévalo: La corrupción ha sido el negocio de la vida. Por eso, están dispuestos a evitar que nosotros lleguemos -al Ejecutivo-. La corrupción es el sistema aquí. Esto ha sido un Estado donde la gente se organiza para llegar al gobierno a robar. Si no ¿por qué tenemos 34 partidos políticos?

Parte de la transformación para acabar con la corrupción es entender al sistema como uno piramidal que involucra a una cabeza que permite negocios sucios y que son alimentados por la demanda de operadores que están hasta abajo.

“Cuando la cabeza empieza a impedir eso, las posibilidades se convierten en algo, absolutamente, distinto. Habrá gente que hoy se lleva pollo de la comida de los enfermos, a su casa, porque todo el mundo roba. Cuando vean que hay esfuerzos contra la corrupción dirán: yo tampoco voy a robar”, expresó.

Si bien estos planteamientos le han conseguido más apoyos a su candidatura, también han potenciado los ataques de sus opositores al punto que Semilla tiene claro que “harán cualquier cosa posible para impedir y evitar su tomar posesión el 14 de enero -de 2024-”.

Esos ataques, dijo Arévalo, van desde disolver su candidatura, la inscripción de Semilla hasta fabricar casos penales, entre otros. Pero el candidato a la Presidencia no se ha mostrado preocupado. Por el contrario, manifestó estar convencido de que “hay suficiente determinación pública como para empezar a detener los ataques”.

En parte, ha creído esto no solo por el renovado apoyo que la ciudadanía, incluso en el interior del país, sino porque la corrupción, en buena medida, es el resultado del abandono de espacios y la salida de la ciudadanía a las calles para defender el proceso, devolvió la esperanza a los integrantes de Semilla de que la lucha no la harían solos.

“¿Qué han aprovechado los corruptos para ganar el control del aparato político todo este tiempo? El abandono del terreno que ha hecho la gente decente. La gente cree que la política es sucia, que nunca va a cambiar y que todo va a seguir igual. De ese abandono, de esa desesperanza, de ese cinismo, es que ellos se aprovechan para seguir. Este es un régimen de corrupción que depende del abandono del terreno de la ciudadanía”.

Algo que han podido comprobar en el Congreso, en su primer y único período como diputado de Semilla, cuando han aprobado leyes que definió como “absurdas”, por no llamarlas regresivas. En estos casos, su bancada ha hecho denuncias públicas de lo que pasa al interior del Legislativo y esto ha encendido las protestas públicas y debido a la presión, han conseguido erogarlas o que no avancen hacia la aprobación.

“Por eso, es el momento de sumar a la ciudadanía y a las organizaciones, a la fórmula de gobernabilidad”, indicó.

El diputado Samuel Pérez dijo que, en el Congreso, Semilla espera cerrar los incentivos de los diputados que han sido determinantes para legislar o no, pues han reconocido que “muchas bancadas que no tienen un interés en impulsar su agenda del partido y su visión del país porque no la tienen. Lo que tienen es un interés individual de llegar a un puesto de poder que les permita tener acceso a espacios de robar dinero”.

“Todo ese dinero que viene bajo la mesa, en plazas fantasmas en los ministerios, en proyectos, en contratos con el Estado y con los constructores locales de los diputados. Se va a cerrar cuando el Ejecutivo deja de dar ese acceso. Eso es lo que va a pasar cuando Bernardo y Karin -Herrera, la vicepresidenciable- ganen la Presidencia: cerrar ese chorro de corrupción.

Nuestro reto va a hacer darles un camino alternativo y decirles: el mensaje del pueblo de Guatemala es ya no queremos más de lo mismo. Ustedes piensen también en su reelección. En su proyecto político. Y la forma ya no va a ser dinero bajo la mesa ni plazas ni proyecto. Va a ser: acá hay una agenda para sacar adelante al país y podemos encontrar consensos alrededor de eso”, sentenció Pérez.

El combate contra la corrupción desde la prevención

Algo que ha caracterizado a Semilla es la aproximación que han hecho al combate de la corrupción. El enfoque es distinto al que la CICIG daba, en 2015, cuando estaba en pleno auge la investigación criminal y las investigaciones desarticularon bandas y llevaron a políticos, funcionarios, militares y grupos del crimen organizado ante la justicia. En ese entonces, el enfoque era únicamente, punitivo. Al punto que la prisión de Mariscal Zavala se convirtió en una cárcel casi exclusiva para prisioneros de gobierno y sus operadores.

Esta vez, Semilla ha dicho que aunque el combate de la corrupción siempre incluye esas medidas punitivas, también contemplarán la prevención mediante reformas legales y judiciales, y transformaciones en la cultura política. Esa misma cultura política que, hasta ahora, ha permitido que personajes con vínculos con el narco y criminales convictos, lleguen a ocupar curules en el Congreso.

El problema, señaló Arévalo, es la tolerancia y no haber entendido que la corrupción era un tema político y cultural más que legal.

“Es lo que tenemos que entender para entablar y conducir un proceso de recuperación. Porque no se trata de volver a llevar el péndulo del otro lado. Decir: me perseguiste, ahora te voy a perseguir yo. Porque eso nos va a mantener moviendo el péndulo del lado al otro. Necesitamos erradicar la corrupción del sistema político. Eso va a implicar que ya no haya gente corrupta”, indicó el candidato.

“Combatir la corrupción también significa pasar de una cultura de privilegios a una de equidad. De igualdad de competencia. También es nuestro objetivo cambiar modelos fracasados. Por ejemplo, el tema relacionado con la minería hemos sido claros que tiene muchísimos problemas. Hay que empezar a construir alternativas en donde haya mayor generación de empleo, pero que no vaya en detrimento de las comunidades, de los territorios, de la economía del país. Es empezar a combatir no solo corrupción, sino la pobreza, la pobreza extrema y la desigualdad”, expresó Pérez.

Esas desigualdades también han tenido impacto en la migración y este será otro de los ejes que Semilla aborde en su gobierno, pues consideran que es un problema de desarrollo y no de ingresos. Tienen previsto “corregir” las causas que expulsan a la gente del país -la pobreza, desigualdad, falta de oportunidades, racismo, etc- y tienen en mente crear una institución financiera que permita que las remesas sean mejor aprovechadas y que no estén a merced de otras empresas financieras que cobran carísimo el manejo de esos recursos. Además, contemplan dar acceso al seguro social a las personas que migran, como algunas medidas paliativas, pero que no impedirán o criminalizarán el flujo migratorio.

Sin embargo, el objetivo es ambicioso si se toma en cuenta que una nueva cultura política y recuperar la cabeza de las intituciones que han promovido y permitido la corrupción desde siempre, debe ser asumida por los cuadros que ya están en el gobierno -como gobernadores, alcaldes, Cocodes, hasta trabajadores en las áreas de salud, educación, entre otros- y que mantienen lealtades con agrupaciones paralelas y/o partidos políticos, así como con el empresariado.

Arévalo ha asegurado que la manera en la que van a monitorear el combate a la corrupción estatal es a través de gabinetes especializados en la temática: “Karin -Herrera- y yo seremos responsables de un gabinete a prueba de corrupción. Cada ministro tendrá que ser responsable de su gabinete a prueba de corrupción. Cada director va a ser responsable de la recuperación de su área de trabajo y vamos a llegar hasta lo local. Sabemos que hay gente honesta y honrada en lo público. Lo que pasa la corrupción les ha ido empujado, relegando e intimidado”.

Pero Pérez también ha mencionado que parte importante de prevenir esa corrupción es elegir y designar a las personas correctas según sus méritos y si capacidad gerencial: “Lo que buscamos es que sean personas que tengan méritos para poder ocupar un cargo en un gabinete, que tengan, criterios de equidad, también. Lo otro es que tengan capacidades gerenciales. Porque se nos olvidan que los ministerios no son solo decisiones políticas sino administrativas. Eso nos va a permitir que las personas que lleguen ahí puedan implementar políticas públicas y no solo pensar en políticas públicas. Lo que sí va a cambiar radicalmente es que esos puestos eran transacciones”.

Para esto, Semilla tiene el objetivo de crecer y convertirse en un partido nacional, que pueda continuar compitiendo en otras elecciones y haciendo contrapeso a medidas que reviertan los índices de transparencia.

La persecución de Semilla y los escenarios en el Congreso

El escenario dentro del Congreso para Semilla no es alentador. Apenas lograron 23 diputados de 160 y no son ni la quinta parte del total de la fuerza. Sin embargo, en las otras 17 bancadas, la mayoría con minorías, podrían encontrar aliados que no se han definido a favor del Pacto de Corruptos para evitar la aplanadora y bloqueo de la UNE y otros conservadores como VIVA y Valor.

Pérez ha aceptado que “no se están muriendo por tener ciertas comisiones”, como la de Finanzas Públicas que maneja el presupuesto anual estatal y, que, aunque lograr esos espacios ayudaría a la gobernabilidad, Semilla estará más enfocada en construir los 81 votos que se necesitan para promover y aprobar leyes.

En cuanto a la cancelación del partido, como busca el MP que ocurra, es un escenario improbable, dijo el diputado. Aun así, la agrupación no parece estar atemorizada por esta circunstancia y explicó que es porque su identidad “va más allá de la ficha legal del partido. Si tenemos que hacer otro -partido-, hacemos otro, pero hay una identidad compartida. Hay equipos ya establecidos. Hay un sentido de pertenencia de quienes hemos construido el proyecto los últimos 7-8 años. No creo que afecté tantísimo”.

Una circunstancia más realista, señaló, será la continuación del hostigamiento y la persecución política de parte del MP que “va a intentar desgastarnos en términos de comunicación, anímicos. Al final, creo que el resultado del domingo puede darnos mucha legitimidad para poder seguir adelante sin que esto nos afecte mucho”.

Respecto a los operadores políticos que han sido perseguidos por el régimen del gobierno en turno, han dicho que su objetivo será generar condiciones objetivas para quienes tengan proceso pendiente en el país, puedan llevarlos a cabo con total imparcialidad y no desde una perspectiva de persecución penal, “solo porque incomodaron al régimen”.

Sin embargo, reconocieron que es una expectativa que tendrán que aprender a navegar pues, ni el Ejecutivo ni el Congreso tienen incidencia en las cortes. Mismas que tienen fuertes señalamientos de ser cómplices de la recaptura del Estado gracias a que tienen más de cuatro años sin ser renovadas y que han sido fundamentales, para bloquear la asistencia del sistema legal a quienes han sido perseguidos y criminalizados, y ahora se encuentra en el exilio.

Una campaña austera en redes sociales

Una de las tuercas que dio a Semilla su paso a la segunda vuelta fue su austera campaña política.

Pérez habló de cómo con limitados recursos, se han enfocado en hacer campaña en redes sociales utilizando otros lenguajes y que han considerado que fue exitosa no solo porque rompieron con los esquemas tradicionales de comunicación, si no porque lograron la viralidad y el alcance que otros partidos con un mayor presupuesto, consiguieron al monetizar todos sus anuncios.

“No teníamos un centavo para poder invertir en campañas tradicionales ni para llenar el país de vallas publicitarias y no íbamos a negociar con los medios tradicionales. Lo que nos quedaba era la difusión en redes. Sabíamos que -si la manejábamos bien- podía ser muy viral”.

En el último mes, la UNE ha invertido Q78 mil en publicidad en Facebook y Semilla, en ese mismo tiempo, ha pagado, únicamente, Q247.

En la segunda vuelta, el partido cambió de estrategia para enfocarse en las figuras de Arévalo y Herrera:

“Se reestructuró el comando de campaña y necesitábamos tener contacto en territorio en donde no habíamos llegado porque ahí es donde teníamos que disputar sobre todo votos nulos, en blanco e indecisos. Sí fue deliberado. Por otro lado, la comunicación cambió para tener un enfoque mucho más transversal. En la primera vuelta, aprovechábamos las audiencias de cada uno de los liderazgos del partido que le hablaba a diferentes públicos, eso nos iban sumando y nos permitía tener una presencia mayor. Ahorita la comunicación de Bernardo y el resto de todos los equipos, seguía esa comunicación en torno a él y a Karin”.

El uso de redes sociales ha sido asociado con la juventud, pero Semilla ha logrado tener un impacto en públicos mayores. En parte, porque las redes han promovido la movilización y en ellas participan personas de todas las edades.

Sin embargo, el uso de una estrategia de redes sociales no siempre fue bien recibida en el Congreso, por ejemplo, con diputados de larga data.

“Lo que hacían en el pleno del Congreso era decirnos, cada vez que expresábamos una oposición: ah, estos solo vienen a tuitear, a hacer videos para sus redes. Les molestaba mucho porque, realmente, estaba funcionado. Decidimos aplicar todo eso para la campaña y lo que pasó fue que entendimos bien los lenguajes de cada red social y, a partir de eso, hicimos contenido específico, pero orgánico y se difundió muchísimo”, contó.

Es más, en el Congreso, su juventud, pues, tiene 30 años, ha sido cuestionada y relacionada con la “inexperiencia”.

“En general, ir a enfrentar y denunciar criminales, corruptos, usurpadores, represores, de todas formas, va a generar un contraataque, pero el hecho de ser joven lo que conlleva es un montón de crítica sobre inexperiencias, sobre incapacidad. Eso es lo que se asume. En realidad, también, han sido expresiones de temor. Les demostramos que tenían razón en tener miedo porque lo que hicimos y los resultados que vimos”.

Parte del equipo de campaña o comando, como Pérez le llamó, está integrado por guatemaltecos de Semilla, pero han contado con la asesoría de actores estratégicos. Uno de ellos, trabajó en la campaña de Gabriel Boric -presidente actual de Chile- y, en ocasiones, les ha dado algunos lineamientos, dijo Pérez, aunque no dio más detalles.

Semilla comenzó con una base social joven, de intelectuales del área urbana y de capas medias y eso, en un principio, logró movilizar a los estudiantes, académicos y profesionales, no totalitariamente jóvenes.

Pero Pérez ha dicho que el atractivo de sus seguidores hacia la propuesta del partido no ha sido por el “factor juventud”, sino por la agenda que proponen y que “resuelve problemas sociales en general” y por la forma en la que se comunican con los votantes.

“No es lo mismo decir que tenemos un programa para bajar los precios de las medicinas y decírselo a una persona adulta que lo padece cotidianamente, probablemente, a decir que vamos a ayudar a los abuelos de los jóvenes, que es el mismo tema, pero contado de diferente forma”, manifestó.

De momento, ha sido esta estrategia y la unión de las capas medias cansadas de las promesas vacías de los políticos tradicionales los que los ayudaron a posicionarse en la segunda vuelta, en su segundo intento por figurar la elección presidencial. Falta ver si el apoyo que les ha ofrecido la ciudadanía durante la campaña se trasladará a las urnas y si la UNE se quedará con los brazos cruzados en caso la balanza se incline una vez más, en su contra.

COMPARTE