Créditos: Prensa Comunitaria
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Con la exclusión del binomio presidencial del proceso electoral la apuesta del Movimiento para la Liberación de los Pueblos es alcanzar el mayor número de alcaldías y diputaciones. La excandidata presidencial Thelma Cabrera acompaña en las giras departamentales a quienes se postulan, especialmente en territorios con mayor presencia de pueblos indígenas y en donde cuentan con mayor organización y simpatía.

Por Prensa Comunitaria

Rodeados de banderas blancas con el logotipo del volcán en azul, portadas por decenas de simpatizantes, el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) ha llevado adelante en los últimos días de campaña una intensa gira que ha recorrido los municipios de los departamentos en donde cuenta con mayor organización.

Al centro de las movilizaciones partidarias va la excandidata presidencial Thelma Cabrera acompañada de Blanca Ajtún, candidata que ocupa el primer lugar para diputada por el listado nacional. En los extremos, le acompañan las mujeres y hombres que buscan llegar al poder local y al Congreso de la República en la elección que se definirá este domingo 25 de junio.

En cada municipio visitado es Thelma quien presenta a los candidatos, es ella quien pide el voto a quienes se acercan a escuchar, y es ella quien les levanta la mano, en señal de victoria.

“En el MLP no hay personas que compraron el espacio, no llevamos dinero de las empresas transnacionales, ni de las constructoras, ni de genocidas. Sino no nos estamos moviendo con nuestra conciencia. Elige dignidad este 25 de junio”, dijo Cabrera durante la visita  que hizo a Mazatenango, Suchitepéquez, en donde presentó al candidato a la alcaldía.

Thelma Cabrera en actividad de cierre, el Asintal, Retalhuleu. 2023. Crédito MLP

La campaña del MLP, en contraste con otras organizaciones políticas, se hace con los recursos que cada uno de sus militantes aporta. El mensaje de “Elegimos dignidad”, que se desprende de su propuesta política de refundar el Estado por la vía de una Asamblea Nacional Constituyente, Plurinacional y Popular, llega a pie en muchas ocasiones. Se amplifica en los mítines que hacen a los lugares a donde llegan, en las radios comunitarias o en los canales de cable locales, donde los invitan a participar en debates con otras personas que representan a otras opciones partidarias; también han echado mano de las redes sociales, esas plataformas que, en la actual contienda, se han posicionado como el poderoso canal para catapultar a un candidato o candidata.

Una campaña, que en palabras de los candidatos a diputados de Sololá y Totonicapán, ha sido austera y sin reproducir la lógica de otras organizaciones políticas tradicionales: dar regalos a cambio del voto y ofrecimientos que no cumplirán.

 

La campaña del MLP está en marcha a pesar de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) rechazó, a finales de enero de este año, la inscripción de la candidatura presidencial de Thelma Cabrera y vicepresidencial de Jordán Rodas y, que las acciones legales que presentó la agrupación en las altas cortes del país para revertir el fallo no prosperaron.

Una exclusión que en términos de la democracia en el país, según académicos, es una violación a los derechos políticos de ser electo, y al mismo tiempo viola el derecho de elegir de un grupo de la población afín al proyecto, del que la cara más conocida, sigue siendo la excandidata maya mam. Así lo denunció Thelma y Jordán en diferentes espacios nacionales e internacionales, y advirtieron que en este proceso electoral se organiza un fraude, por lo que el gobierno que resulte electo es ilegítimo.

El entuerto provocado por el TSE, concluyó con la resolución de la Corte de Constitucionalidad, que el 2 de mayo de este año, declaró sin lugar y, por unanimidad, el reclamo que hizo el MLP, a raíz de la resolución del Registro de Ciudadanos cuando rechazó la solicitud de inscripción del binomio presidencial porque consideró que Jordán Rodas presentó dentro de su expediente un finiquito (Constancia Transitoria de Inexistencia de Reclamación de Cargos), sin vigencia.

Cabrera y el exprocurador de Derechos Humanos fueron proclamados como binomio el 28 de diciembre de 2022.  La asamblea se realizó en Retalhuleu, de donde es originaria la candidata.

El medio millón de votos

En el proceso electoral 2019 el MLP obtuvo 456 mil 114 votos, de un total de 4,398,754, que lo colocaron como la opción de izquierdas más votada en los últimos procesos electorales y en un cuarto lugar, solo por debajo de tres partidos conservadores de derecha.

Esos casi 500 mil votos o el 10.37 por ciento, le permitió a Vicenta Jerónimo un lugar en el Congreso, mostrando que la mayor fortaleza de la agrupación estaba en los departamentos de Totonicapán, Sololá y Chimaltenango; y el segundo lugar en seis departamentos (Quiché, Huehuetenango, Retalhuleu, Sacatepéquez, Petén y Baja Verapaz); el tercer lugar en tres departamentos (Quetzaltenango, Alta Verapaz y Suchitepéquez).

El lema de “Elegimos dignidad” sigue resonando en cada actividad a más de cuatro meses de que el TSE le negó la posibilidad de participar al binomio de MLP.

Entre finales de mayo y la primera quincena de junio, Thelma Cabrera ha viajado y llegado al calor de Suchitepéquez y Retalhuleu; al clima templado de Chimaltenango y Sacatepéquez, y también en lugares más fríos del occidente como Quetzaltenango, Huehuetenango, San Marcos y Totonicapán.

Territorios en los que actualmente tienen organización y que han sido visitados en la gira que está por concluir.

En cada uno de esos lugares, en donde la esperan personas de los distintos pueblos indígenas, el mensaje con el que abren y cierran cada actividad sigue siendo “Elegimos dignidad”.

Un mensaje que se entiende, en las palabras de Manuel Marroquín Sohom, candidato a diputado por el departamento de Sololá como: “ubicarnos como personas. Dignidad en el Congreso es tener diputados que no tengan intereses personales sobre el interés colectivo. Dignidad es que ya no tengamos diputados corruptos. Dignidad es que tengamos diputados que realmente legislen para los pueblos”.

Manuel Marroquín, candidato a diputado por Sololá. Crédito Manuel Marroquín

MLP: un partido contra del sistema inserto en el sistema

Manuel es originario del municipio de Nahualá, con más precisión del cantón Palanquix Guachiaquib. Es un dirigente k’iche’ que desde la adolescencia empezó a formarse en el tema de derechos humanos y, desde entonces, dijo, empezó a aproximarse a la realidad de Guatemala.

En 2012, se integró al Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) y, solo dos años después, la comunidad a la que pertenece y que se organizó por los cobros desmedidos que hacía una empresa de luz, le designó como su representante a nivel nacional. Esa oportunidad, dice Manuel, le permitió visitar muchas comunidades a nivel nacional, y conocer otras experiencias en otros países. En cada visita que hacía empezó a hablar con quienes se reunía sobre cuáles eran sus derechos y en qué leyes nacionales e internacionales estaban contenidos.

Manuel define su candidatura, en la posición número 1 del distrito de Sololá, como el resultado de su trabajo en los distintos espacios en los que ha participado y una decisión que él no buscó, sino que fueron sus compañeros quienes lo propusieron.

En el movimiento, como le llama a CODECA, dice que todos tienen un lugar. “Unos quizá van adelante y otros van atrás”, y eso es lo que hace que sea una organización. No todos pueden ir al frente y es bajo ese criterio que Manuel narra la forma en que se definió su candidatura, pero agrega que su principal motivación sigue siendo ser parte del MLP. En 2019 ocupó la segunda casilla por el departamento de Sololá.

El desafío de aceptar la candidatura no es fácil, dijo Manuel. “No es ir a recibir cheques de más de Q20 mil en el Congreso. Vamos a enfrentar la discriminación y la estigmatización, incluso la criminalización. Sabemos que vamos a enfrentar a representantes de las grandes empresas corporativas que han manejado Guatemala”, señala.

Una de las mayores dificultades que impone el sistema de partidos políticos tiene que ver con el financiamiento. Mientras que unos destinan grandes cantidades de dinero, al extremo de que el TSE ha tenido que poner un límite a lo que pueden gastar, ellos cuentan con lo que cada uno de sus afiliados pueda aportar.

Así lo confirma Manuel: “como MLP no contamos con financiamiento. Lo poco que aportan los compañeros, 5 quetzales o 10 quetzales los reunimos para movilizarnos a los municipios”.

El 20 de enero de este año, el TSE anunció que el tope de la campaña de cada partido no podría pasar los Q34,954,222.57. Una cifra que se calcula de acuerdo con la cantidad de ciudadanos empadronados y que luego se multiplica por 50 centavos de dólar. Una suma que mayor a la de 2019 que fue con 29.6 millones de quetzales.

En la última década los partidos políticos con mayores recursos han impuesto una forma particular de hacer política. Con edecanes con poca ropa, desfiles hípicos, regalos, y discursos con ausencia de ideas, pero cargados de estereotipos conservadores hacia la familia y una forma de enfrentar la violencia con más violencia, los partidos han ido encontrando un terreno fértil en quienes escuchan y que comparten esas formas de entender la vida política.

En ese contexto, también han impuesto dinámicas de intercambio: dan para recibir. En los municipios ha sido común el regalo de productos alusivos al color del partido, camisetas, gorras. Quienes cuentan con más financiamiento, incluso, han llegado a rifar aparatos eléctricos.

Pero el voto no se gana únicamente en tiempos de campaña, durante los años de gestión, algunas investigaciones han mostrado, como los alcaldes y los diputados distritales ofrecen los uniformes al equipo de fútbol local, o corren con los gastos de servicios funerarios de algún fallecido. Y ese intercambio se concreta el día de las elecciones, todo depende de la respuesta que hayan obtenido de cada funcionario.

Contra esa forma de ver, entender y vivir la política, se inserta la participación del MLP. El candidato por la casilla 1 de Sololá, narra que cuando llegan a algunas comunidades algunas personas les piden dinero y playeras. En su lugar, dice Manuel, proponen: “la filosofía es no vender el voto, que sea un voto analizado a través de sus propuestas” de ahí la importancia de hacer llegar su propuesta a la mayor cantidad de gente posible.

De llegar a ganar la diputación de Sololá y ocupar un espacio en el Congreso de la República, Manuel dice que tiene un “encargo” bien definido de quienes representa: terminar con la corrupción. Impulsar un cambio económico, la situación jurídica y política del país y crear la figura de la revocatoria del mandato.

En esos cuatro temas también coincide Manuel con el candidato a diputado por Totonicapán, el segundo departamento en donde el volcán del MLP, se ubicó como la tercera fuerza política más votada con 22 mil 276 votos para presidente y vicepresidente.

Juan Francisco Batz, candidato a diputado por Totonicapán. Crédito MLP

“No tenemos financistas ni patrón”

Juan Francisco Batz, es habitante del paraje las Clavelinas, del Cantón Cojxac. Juan pertenece al pueblo K’iche’ de Totonicapán, que cuenta con una organización comunal fuerte y con una larga historia de resistencia que viene desde la época colonial.

Además de tener una activa participación política partidaria de 15 años, primero en CODECA y después en el MLP, es comerciante y campesino, pues dice que le dedica tiempo a sembrar en el terreno que tiene. Su participación empezó por el tema de los cobros excesivos que hace una empresa de luz en esta región del país.

Lo común o lo comunal, entendido como una relación social y no como una identidad, tiene su expresión más acabada en los 48 Cantones, que es considerada como una de las más beligerantes y que en los últimos años de movilización social ha encabezado, desde lo territorial, la lucha por la defensa de los recursos naturales. Y recientemente, ha jugado un rol importante en la lucha contra la corrupción y el fenómeno de la cooptación del Estado, de parte de redes político-económicas ilícitas, que no son otra cosa que grupos criminales aglutinados de militares contrainsurgentes, políticos corruptos, narcotráfico y empresarios globalizados, conocidos popularmente como el “pacto de corruptos”.

Juan Francisco es contador público y tiene un diplomado en política, que el MLP impartió. Su candidatura, cuenta, no fue algo que buscó, sino que él fue propuesto en una asamblea municipal; y aceptó “porque nadie levanta la voz y porque nadie dice nada” ante los engaños de los diputados, y “si no soy yo ¿quién?”.

Los candidatos a diputado Juan y Manuel comparten la forma de hacer llegar su mensaje. La palabra es, según dijo Juan, el medio más eficaz para hablar de lo que hará de llegar al Congreso. Para este candidato, que recorre las comunidades de Totonicapán, una de los comentarios que con más frecuencia le hace la gente con la que habla es sobre el cansancio y rechazo que hay hacía una gran mayoría de los políticos de los 25 partidos que competirán por la presidencia en las próximas elecciones. Y por eso dice que a cada lugar al que llega: “hablo con la verdad”.

Otra de las cosas en común en la que coinciden el candidato de Sololá con Juan Francisco es lo desigual del sistema de partidos políticos. Pues en el caso de Totonicapán, el candidato tampoco cuenta con recursos para una campaña como la que tienen otras organizaciones.

Juan Francisco lo pone así: “no tenemos financistas ni patrón” y lo que hacen, agrega, es aprovechar cada espacio al que los invitan para hablar sobre su plan de trabajo. La dirigencia de MLP y su Comité Ejecutivo Nacional está integrado por hombres y mujeres, entre los que destaca Thelma Cabrera, Blanca Ajtún y Cirilo Pérez como su primer Secretario General y candidato a diputado por el listado nacional.

Y sobre su plan de trabajo, Juan dice que lo primero que harán, de resultar electos, es renunciar a los privilegios en el Congreso de la República, “no aceptaremos teléfonos, comida, dietas”. El otro tema que impulsará será una Asamblea Constituyente para transformas las leyes en Guatemala, que desembocará en una nueva Constitución con la participación de los 25 pueblos originarios.

Para Juan otro de los ejes principales que el MLP busca impulsar es la transparencia en el uso de los fondos públicos.  Y eso pasa, agregó, por proponer que se rebaje el salario de los funcionarios públicos. También está dentro de su propuesta la nacionalización de los recursos privatizados por el Estado, la energía eléctrica entre ellos.

Juan Francisco participó en las elecciones de 2019. En esa ocasión quedó en el quinto lugar, pese a que la campaña se hizo con los pocos recursos con los que contaban y además, porque un mes antes de la elección, el TSE le entregó las credenciales que habilitaban su candidatura.

Su fuerza para la actual contienda, dice, está en el pueblo, específicamente del área rural, y en las organizaciones, y es ese el apoyo que requieren para llevar a cabo las transformaciones que se han puesto como fin.

Pese a que tanto Manuel, en Sololá; como Juan Francisco, en Totonicapán, continuaron su trabajo después de la exclusión de su binomio presidencial, aún es incierto el impacto que tendrá en la elección de este domingo 25 de junio, que podría ser determinante para los resultados que obtengan.

Especialmente porque en la cultura política de la sociedad guatemalteca se privilegia las figuras a presidenta o presidente.

Binomio presidencial MLP. Foto Nelton Rivera

EL MLP empeñó su palabra con Jordán

Después de la exclusión de las candidaturas de Thelma Cabrera y Jordán Rodas, el MLP continúo con su campaña territorial. Poco se ha dicho o escrito del tema. Después de ese hecho, la excandidata a la presidencia, el candidato a la vicepresidencia y el candidato en la casilla 1 del distrito de la ciudad de Guatemala, realizaron una gira por algunos países de Europa para denunciar en varios espacios lo que han considerado como un fraude. También estuvieron en la sede de la OEA, en Washington, para denunciar su exclusión del proceso electoral.

A diferencia de los 25 partidos que participan con binomio presidencial, la televisión, la radio y los medios comerciales no dedican espacios para contar los lugares que visita la organización encabezada por una mujer indígena mam.

Un hecho que refuerza el carácter presidencialista de la cultura política de la sociedad guatemalteca, y que se acentúa a través de la agenda noticiosa de una parte de los medios de comunicación.

En estas elecciones, como no se había registrado en otros procesos, un grueso de las candidaturas está siendo cuestionadas. Muchas de las personas que se postulan son parte de clanes familiares, algunos de ellos señalados de tener vínculos con el narcotráfico, otros en cambio lograron ser inscritos pese a contar con procesos penales en los que fueron acusados de pertenecer a redes de corrupción y otros delitos.

Esa ha sido la medida que los magistrados del Tribunal Supremo Electoral han aplicado para beneficiar a unos y castigar a otros. No es casual, entonces, que a estas autoridades se les apunte con el dedo de ser quienes socavaron la credibilidad de una de las instituciones más prestigiosas, fundada en 1982, y que fue parte de la institucionalidad que se planteó en la transición a la democracia por la que atravesó el país, desde que los militares cedieron el poder a los civiles, en 1986.

Por su lado, una parte de la población únicamente alcanza a expresar su malestar con este proceso a través de las redes sociales; pero en el otro lado hay otra porción de la sociedad que busca una salida a la vida que les desborda, y esa respuesta a la sensación de malestar que les provoca una permanente crisis económica, la explotación laboral, los abusos desmedidos, la violencia y la depredación de los recursos naturales, la encuentra en los más de 20 partidos conservadores de derecha.

Neftalí Lopez junto a Thelma Cabrera. Crédito MLP

Neftalí López, el candidato por la casilla 1, del distrito central, considera que la propuesta del MLP frente a esa realidad es una Asamblea Constituyente, que redacte una nueva constitución en la que estén representados los pueblos, una idea que se distancia de los procesos tradicionales.

El sociólogo, egresado de la Universidad de San Carlos (USAC), se acercó a CODECA en 2009. A partir de ese momento, le cautivó la forma de organización, los debates y la participación de las mujeres. “Era un liderazgo colectivo donde no había distinción entre hombres y mujeres”, dijo.

Después de 14 años, Neftalí es uno de los candidatos más visibles del MLP en la capital. Su experiencia data del movimiento estudiantil universitario. Un nicho del que se ha nutrido la organización capitalina y del que forman parte varios académicos de la USAC.

La participación del MLP en las elecciones pasadas, fue un debate en el seno de la organización. Desde su experiencia Neftalí dice: Después de 2018, cuando ya construimos el MLP entramos a la contienda electoral, tuvimos discusiones fuertes. Porque este sistema es corrupto, es un sistema de muerte. (…) Si seguíamos el camino de hacer el instrumento político, nos teníamos que meter. Entonces en 2019, participamos con Thelma, fue la compañera que encabezó el binomio, yo estaba de candidato a vicepresidente y luego seguimos trabajando”.

Cuando Neftalí habla sobre la exclusión del binomio presidencial dice: “Desde que formamos el MLP sabíamos que el sistema nos criminalizaría y nos iba a perseguir, a obstruir, lo sabíamos. De hecho, todo el proceso de inscripción sufrimos”.

Uno de los argumentos que el Registro de Ciudadanos dio para la exclusión de la contienda fue que Jordán Rodas, el exprocurador de los derechos humanos que se exilió por su participación en la lucha contra la corrupción, no cumplía con los requisitos. Pero para Neftalí esa fue “la mentira del siglo en el país”.

El candidato a diputado por el distrito central recuerda que mucha gente les dijo que cambiaran al candidato, pero Neftalí responde que eso les hubiera significado meterse a un proceso “a su cancha, nada más que ellos con el árbitro y la pelota y, entonces resulta que nosotros hubiéramos empezado todo el proceso y al final nos hubieran puesto obstáculos en tiempos y no hubiéramos llegado”.

Fue así, relata Neftalí, como se quedaron sin binomio presidencial. Y eso, agrega, “la gente no lo ha entendido. La gente cree que es mecánico: ‘quítenlo y pongan otro’. Además, hubo una palabra que empeñó el Movimiento con Jordán y Jordán empeñó su palabra. Y él ha asumido, ha cumplido y nosotros lo hemos respaldado”.

Pero lo más importante, enfatiza Neftalí, es que: “la gente no puede decir, ya vieron, dejaron tirado a Jordán. No pueden decir eso. La gente que iba por Jordán, nosotros no la defraudamos, por la firmeza política y la consistencia ideológica que tenemos”.

Jordán Rodas, el excandidato a la vicepresidencia sigue siendo parte del MLP, dijo Neftalí y sigue participando de las discusiones del partido, para que mantenga su vigencia.

El MLP además de sortear los obstáculos estructurales, que privilegian la figura presidencial, tiene ante sí el reto de mantener, reducir o superar la cantidad de votos que obtuvo en la elección de 2019 y que lo colocaron en un cuarto lugar. La contienda de este domingo será una suerte de desafío que ponga a prueba la fortaleza de su propuesta programática y su trabajo organizativo para mantenerse como la fuerza política que emergió desde lo territorial y que se expandió a lo nacional.

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