Search
Close this search box.
Créditos: Cortesía
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

Más de 130 familias arribaron a la comunidad de Kumatz en abril de 2022, para recuperar las tierras que abandonaron por desplazamiento forzado durante el Conflicto Armado Interno (CAI). Sin embargo, desde su regreso han enfrentado amenazas de desalojo del lugar donde viven, vigilancia y amenazas de muerte por una familia de terratenientes del municipio de Barillas, Huehuetenango. 

Por Prensa Comunitaria

A primeras horas de este martes, pobladores que ocupan una finca, que abandonaron durante el periodo más cruento del conflicto armado, fueron presuntamente atacados a balazos con armas de alto calibre por la seguridad privada de una familia de apellidos Reyes Herrera, mientras se dirigían a fumigar sus cultivos.

El hecho se registró a eso de las seis de la mañana aproximadamente en la comunidad denominada Kumatz, del municipio de Barillas, Huehuetenango, a la altura del kilómetro 570 de la Franja Transversal del Norte (FTN).

Según la versión de comunitarios, la noche del día lunes se escucharon disparos con dirección a la comunidad de Kumatz, los cuales venían de donde se encontraban los guardianes de esta finca, que reclaman como propia.

“En horas de la mañana cuando los vecinos se dirigían a sus trabajos en las parcelas, fueron emboscados por personal de la finca, quienes lo atacaron a balazos. Los compañeros lograron desarmar a uno de los guardias, pero otros comenzaron a disparar desde atrás”, dijo uno de los comunitarios que habló con Prensa Comunitaria bajo condición de anonimato.

El incidente armado que duró varias horas dejó de forma preliminar, una persona fallecida y tres personas heridas, quienes fueron trasladadas al Centro de Atención Integral Materno Infantil CAIMI del municipio de Ixcán, Quiché. De las personas heridas únicamente se sabe que una de ellas es de sexo femenino y uno de los heridos se encuentra en estado crítico.

Carlos Calderón es el nombre de la persona fallecida durante el incidente armado contra los pobladores, quienes al momento del ataque iban a trabajar en los cultivos de la comunidad.

En un video difundido en redes sociales por un docente de la región que pasaba por el lugar, cuando se registraron los disparos, se observa a dos hombres de la seguridad privada de la finca, portando un chaleco antibalas y armas de alto calibre, incluso sobre el cerro se observa a otros armados y varios picops estacionados.

Los disparos de diferentes calibres se lograron escuchar en la carretera de la FTN. Este enfrentamiento no solo alarmó a las comunidades circunvecinas, también provocó un congestionamiento vehicular en los dos sentidos de la vía.

Horas después, decenas de radiopatrullas de la Policía Nacional Civil (PNC) se movilizaron al lugar para intentar retomar el control de territorio. Además, helicópteros del ejército sobrevolaron el municipio de Barillas, según la versión de comunitarios.

Contexto

El 30 de abril de 2022, más de 130 familias de origen maya Q´anjob´al, entre mujeres, menores de edad y personas adultas, quienes se autoidentifican como sobrevivientes de la guerra y descendientes de personas desplazadas, retornaron a Kumatz II y Sargentos, dos lugares situados en el municipio de Barillas, Huehuetenango, para recuperar sus tierras ancestrales y los restos de sus víctimas, que abandonaron tras el refugio a México.

Foto: Cortesía

Sin embargo, el arribo de estas familias generó reacciones de quienes ocupaban esta finca, por ello iniciaron una disputa legal por la propiedad de las tierras. Las familias que llegaron exigen que se les devuelva los terrenos que tuvieron que abandonar durante el conflicto armado interno, mientras que los ocupantes, entre ellos una familia de apellidos Reyes Herrera, han mostrado su desacuerdo, recurriendo a hostigamiento, disparos contantes y amenazas de muerte.

Lea más detalles acá:

Huehuetenango: familias desplazadas durante el conflicto armado retornan y buscan recuperar sus tierras ancestrales

Varios incidentes se han registrado en la comunidad bajo reclamo de las familias indígenas maya Q’anjob’al, incluso con presencia de la PNC destacada en el centro de Barillas protegiendo a familiares del supuesto propietario.

COMPARTE