Créditos: Prensa Comunitaria
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Análisis de situación

Por Édgar Gutiérrez

Con la captura de Jose Rubén Zamora el 29 de julio de 2022, el régimen de Giammattei puso en marcha la maquinaria para aniquilar elPeriódico. En sus cálculos el diario no sobreviviría ni tres meses.

El primer flanco de ataque -una vez consumada la detención de Zamora- fue el financiero. El embargo de las cuentas bancarias en los días críticos de pagos salariales y de acreedores agudizó la desestabilización de la entidad periodística, a la vez que, al arrojar una sombra de criminalización sobre las fuentes de publicidad y los aportes de empresarios para la supervivencia del medio, obstruyó los flujos de caja.

El arresto, tres semanas más tarde, de la directora financiera, Flora Silvia, dio otra vuelta a la tuerca de la asfixia.

Tozudo, el equipo de elPeriódico continuó con la cobertura de investigación de graves casos de corrupción, abusos e impunidad del régimen, mientras lanzaba un S.O.S. a la comunidad de lectores para mantenerse a flote en base a suscripciones. La campaña solo tuvo un éxito relativo.

El diario sobrevivió apenas. En noviembre se vio obligado a despedir a más del 70 por ciento del personal y a suspender la versión impresa, incluyendo su célebre edición Dominical, que convocaba a una amplia comunidad de lectores leales. Como ocurre en las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, Guatemala se encaminó así a la devastación de la prensa escrita independiente.

El 28 de febrero de 2023 continuó el asedio judicial del régimen. La directora, el jefe de redacción, cuatro reporteros y tres columnistas fuimos sindicados de obstruir la justicia a través de la cobertura noticiosa y la libre emisión del pensamiento.

Describir diligencias en los tribunales y opinar libremente sobre eventos políticos adquirió para ciertos fiscales y jueces la categoría de delito, convirtiendo las garantías constitucionales en letra muerta sin remedio. Y no es cualquier delito, sino uno orquestado para forzarlo a encajar como actos de delincuencia organizada. Tan graves como para podrir en el calabozo a cualquier periodista independiente, no solo los de este diario.

Acosados, vigilados y difamados rabiosamente por el régimen de Giammattei y sus instrumentos para-judiciales, la comunidad de elPeriódico continuó denunciando y comentando sin censura para impedir que la barbarie implante su dictadura y quede normalizada como el cuarto oscuro de la tortura.

Pero cuando los regímenes depredadores como el de Giammattei huelen sangre se vuelven irrefrenablemente locos y desconocen los límites normados de la persecución política. No diferencian al disidente de su familia, y para sus propósitos de abatir y extenuar a quienes consideran enemigos no dudan en atormentar y secuestrar civiles inocentes.

La ironía es que la fauce de la dictadura corporativa contra la libertad de expresión se exhibe insaciable a medio acto del evento programado cada cuatro años para certificar que la democracia aún respira en una abandonada sala de emergencias.

¿Y qué hay dela libertad de elegir y ser electo? Otra liberad secuestrada. Ahora mismo le están sobando la cara al pueblo. Los candidatos que no encajan en el plan de la dictadura seguirán quedando fuera.

Dudo que las misiones de observación desconozcan estas elecciones. De manera que el próximo régimen seguirá depredando sobre las libertades conculcadas en los últimos cuatro años. Las dictaduras no soportan los testigos incómodos que exponen la suntuosa decadencia de los gobernantes.

Por lo dicho, elPeriódico se repliega. Esta es la última nota, y nos vamos…

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