Créditos: Leopoldo Batz
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

“Pido justicia por lo ocurrido, porque los de migración no reaccionaron inmediatamente cuando se estaba incendiando el reclusorio”, dice Roselia González, hermana de una de las víctimas.

Por Leopoldo Batz

Familiares de Roberto González Hernández se enteraron por los medios de comunicación de un incendio en un centro de detención en México, pero no se imaginaron que entre los fallecidos se encontraba su pariente.

Fue hasta el martes pasado por la noche que el Ministerio de Relaciones Exteriores les notificó que se hicieran presentes en la sede de Quetzaltenango.

Las autoridades del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) habían confirmado inicialmente que 28 de los migrantes fallecidos durante el incendio registrado en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM)  en Ciudad Juárez, México, eran connacionales.

Foto: Leopoldo Batz

Un nuevo comunicado de las autoridades de Relaciones Exteriores de Guatemala refiere que son 16 los guatemaltecos identificados, cuatro cuerpos más, que según migración de México eran originarios de Guatemala, aún no habrían sido reconocidos.

De inmediato los familiares de los fallecidos y heridos solicitaron el apoyo para la repatriación de los restos de sus seres queridos.

Familia de Roberto González lamenta lo ocurrido

Roberto se dedicaba a la sastrería, era operario, pero sus ingresos no eran suficientes para mantener a sus dos hijos, situación que lo llevó a intentar llegar a los Estados Unidos, recordó su hermana Roselia González, mientras, cubre con una manta la máquina de coser que el joven fallecido utilizaba para trabajar.

Roberto González inició su viaje el pasado 19 de marzo. Salió del paraje Chi-Marcaj, San Antonio Sija, del municipio de San Francisco El Alto. Deja en la orfandad a dos menores de edad, una niña de 10 años y un niño de 11.

Foto: Leopoldo Batz

“El día que se despidió me dijo que llegaría a cumplir sus sueños y llevar a cabo sus planes, sus metas; esas fueron sus últimas palabras. Pido justicia por lo ocurrido, porque los de migración no reaccionaron inmediatamente cuando se estaba incendiando el reclusorio”, dijo Roselia.

Cuando fue detenido por migración, en Ciudad Juárez, Chihuahua, él se comunicó con su familia. “Estamos en manos de migración y primero Dios nos sacarán en tres días” pero no fue así, lamentó Pedro González, tío de Roberto.

Foto: Leopoldo Batz

“Hubieran abierto las puertas. Se vio por las cámaras que ignoraron lo que estaba sucediendo. Ni a un animal se le trata así, si nos ponemos a pensar lo que sufrieron las víctimas en ese momento, ese es el dolor que siento. Nosotros pedimos justicia por la mala actuación de las autoridades mexicanas”, señaló.

Luego de regresar de la ciudad de Quetzaltenango, donde se les notificó de la tragedia, la familia fue recibida por vecinos y familiares en su humilde vivienda, en la ciudad de Chi-Marcaj, a la espera de que se les informe sobre el traslado del cuerpo a su lugar de origen, para darle sepultura de acuerdo a sus creencias.

Más información del caso:

Familiares de migrantes fallecidos en México exigen justicia

Las autoridades guatemaltecas aseguraron que realizan una inspección para localizar a más connacionales que estén heridos o hayan sido trasladados a hospitales, luego del siniestro.

Según información emitida por las autoridades mexicanas, la presencia de migrantes en Ciudad Juárez se ha incrementado este año, desde que Estados Unidos anunció nuevas medidas, que incluyen la deportación inmediata de personas originarias de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba, que lleguen por tierra.

Más información del caso:

Califican de inhumano el centro de detención de Ciudad Juárez donde murieron 38 migrantes

COMPARTE