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Créditos: Eslly Melgarejo / Prensa Comunitaria.
Tiempo de lectura: 10 minutos

 

La negativa del Estado de Guatemala de inscribir al binomio presidencial del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) y la estrategia de utilizar varias instituciones públicas para bloquear esa candidatura son parte de una anomalía a la que algunos llaman fraude de ley y otros un golpe a la democracia.

 Por Héctor Silva y Eslly Melgarejo

Thelma Cabrera y Jordán Rodas se sentaron al frente, en la mesa que los organizadores habían preparado para el evento, un conversatorio con medio centenar de guatemaltecos residentes en Riverhead, una ciudad en el extremo norte de Long Island, la enorme isla que circunda la ciudad de Nueva York y es hogar de miles de compatriotas del binomio presidencial del Movimiento para la Liberación de los Pueblos.

Cabrera y Rodas, el exprocurador de los Derechos Humanos y candidato a la vicepresidencia, utilizaron partes de sus intervenciones para explicar que, días antes, habían estado en Washington, DC, donde visitaron a funcionarios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH) para pedirles que se pronunciaran por las intenciones del Estado de Guatemala de bloquear sus candidaturas.

Rodas repitió a los guatemaltecos de Long Island lo que había dicho en Washington a periodistas que lo entrevistaron. Son dos sus argumentos principales: que, al negarles la participación, el Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremos Electoral de Guatemala (TSE) les está limitando a él y a Cabrera el derecho humano a la participación política; y, en segundo lugar, que en ese esfuerzo por bloquear al MLP participaban varias instituciones del Estado, desde el TSE hasta la misma oficina del PDH, ahora en manos de Alejandro Córdova, sucesor de Rodas y quien fue el que abrió el camino al bloqueo al decir que había una denuncia interna contra el exprocurador.

“Es una denuncia espuria. Al día de hoy no sé de qué delitos se me acusa. En derecho penal se habla, en la teoría del delito, de que hay que ser muy preciso al acusar, muy preciso sobre qué se cometió, cuándo y cómo se cometió, pero yo he dicho en forma reiterada que Alejandro Córdova ha sido incapaz de precisar de qué se me denuncia. Y hoy, después de dos solicitudes por vía de acceso a la información, Córdova se niega a dar todas las denuncias penales desde que tomé posesión (en la PDH) hasta la fecha”, dice Rodas en una conversación que sostuvo con Prensa Comunitaria en la capital de los Estados Unidos.

La denuncia de Córdova sirvió al TSE para, a través de una supuesta instrucción de último momento del pleno de magistrados, exigir a Rodas una certificación de finiquito de la Contraloría que por ley no está obligado a dar. Además, ya estaba establecido, por documentación de la Contraloría de Cuentas de la República, que a diciembre de 2022, mes en que el MLP nombró al exprocurador parte del binomio, no pesaba sobre Rodas denuncia penal alguna, algo que sí es necesario para que el Registro de Ciudadanos escriba candidaturas. Fue ahí que entró Córdova, el 23 de enero de 2023, con el anuncio de la supuesta denuncia, de la que Rodas dice aún no haber sido notificado.

Juan Francisco Sandoval, exjefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) del Ministerio Público, exiliado en Washington luego de que sus antiguos jefes emprendieran contra él una persecución penal entre otras cosas por investigar al presidente Alejando Giammattei, ha estudiado a detalle los argumentos del TSE para no inscribir a Rodas y al MLP y la participación de otras instituciones del Estado en ese empeño. Todo, dice el exfiscal, es un fraude de ley que, de consumarse, restaría legitimidad a las elecciones generales del próximo junio en Guatemala.

Sandoval no duda de que el Estado llegará hasta las últimas consecuencias para impedir que el MLP participe en las elecciones. Por ahora, a la denuncia del procurador Córdova y a lo actuado por el pleno del TSE cuando pidió a Rodas cumplir un requisito nuevo, que no está sancionado por la ley, se han sumado las negativas de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Constitucionalidad de impedir el bloqueo a las candidaturas de Rodas y Cabrera. El exjefe de la FECI cree que, en última instancia, el Estado recurrirá al Ministerio Público para continuar la persecución al exprocurador.

“Yo no dudo que la maquinaria del MP se pondría a disposición para tratar de detener lo que por otras vías posibilitaría la inscripción, como ocurrió en otros casos. Me recuerdo que hace cuatro años pasó con otra candidata, en el caso de Thelma Aldana, cuando existía la posibilidad de que ella fuera inscrita, entonces fue emitida una orden de captura a petición del Ministerio Público”, dice Sandoval.

La posibilidad de un fraude adelantado, uno técnico que se consume antes incluso del evento electoral a través de la supresión de candidaturas, es de lo que Jordán Rodas y Thelma Cabrera fueron a hablar a la CIDH y a funcionarios del Congreso estadounidense y de la administración Biden en febrero. A la CIDH le pidieron que, atendiendo a antecedentes similares en otros sitios de América Latina, se pronunciara sobre lo que está pasando en Guatemala.

Rodas cree importante que la comunidad internacional se pronuncie antes de las elecciones. Que organismos como la OEA o gobiernos de países con representación diplomática en Guatemala se limiten a enviar delegaciones de observadores el día de las elecciones no es suficiente, dice.

“Por lo general despliegan una delegación de observadores electorales el día de la elección, pero este proceso empezó en Guatemala el 20 de enero con la convocatoria general… De nada va a servir que lleguen una o dos semanas antes de las elecciones en junio, solamente a ver cómo cuentan los votos, prácticamente a hacer turismo, si no hacen pronunciamientos serios y contundentes por las anomalías que están sucediendo ya en Guatemala ante la negativa de la inscripción del binomio del MLP. Ya pusimos una alarma a nivel internacional”, dijo Rodas en una entrevista en Estados Unidos.

La CIDH se pronunció el 3 de marzo a través de un comunicado en el que llama al Estado de Guatemala a “garantizar elecciones libres y justas” y la “participación efectiva de personas, grupos y organizaciones y partidos políticos mediante normativas y prácticas que posibiliten el acceso real y efectivo… en términos igualitarios”.

Antes de emitir el pronunciamiento, la comisión, como se lo mandan los estándares internacionales, consultó al Estado guatemalteco, que a través del Ministerio de Relaciones Exteriores del poder Ejecutivo respondió que el TSE es el que “garantiza las condiciones del proceso electoral de conformidad con la Constitución…” Es el tribunal electoral, sin embargo, el que está en el centro del fraude de ley al que se refiere el exfiscal Sandoval.

Cómo se cuece un fraude en las cocinas del Estado guatemalteco

La Procuraduría de los Derechos Humanos y el Tribunal Supremo Electoral son las dos instituciones en que se cocinó la operación para bloquear la candidatura de Jordán Rodas y, con ello, la participación del binomio del MLP en las elecciones.

El 19 de enero de 2023, un día antes de la convocatoria a elecciones, Mario Alexander Velásquez Pérez, secretario general del TSE, emitió una circular interna, la 02-2023, en la que pedía a la Dirección General del Registro de Ciudadanos, al jefe del Departamento de Organizaciones Políticas y a las direcciones departamentales y municipales que verificaran en el portal electrónico de la Contraloría General de Cuentas “la vigencia, autenticidad y legitimidad de la constancia transitoria de inexistencia de reclamación del cargos -que es el nombre pomposo del finiquito- de los potenciales candidatos a presidente, vicepresidente, diputados y alcaldes.

Ese requisito no existía antes de aquel día. No lo estableció el cuerpo legislativo, sino que, según la circular, lo estableció el secretario general Velásquez Pérez con instrucciones del pleno del TSE. Según Jordán Rodas, esto es inconstitucional e incluso puede ser un delito. El exprocurador, de hecho, denunció a Velásquez por abuso de autoridad por emitir esa circular.

Juan Francisco Sandoval lo explica así: el TSE, dice, se inventó un requisito con el fin único de bloquear la candidatura de Rodas porque ya la Contraloría los había extendido, el 22 de diciembre de 2022, una constancia transitoria al exprocurador en la que consta que no hay denuncia alguna en su contra. El nuevo requisito creado por Velásquez Pérez y el TSE permitiría incorporar la supuesta denuncia de la que Alejandro Córdova, el sucesor de Rodas en la PDH, habló en enero de 2023, de la cual Rodas nunca fue notificado. En corto: La Contraloría no encontró denuncias, Córdova se sacó una de la manga -espuria según Rodas-, el TSE se inventó una reforma del sistema para, con ello, tener un argumento para bloquear la candidatura.

“Ese requisito es tan estúpido que es como que usted presente su DPI y digan, no, permítame, antes de darle valor a su DPI vamos a volver a hacer una verificación. Están creando algo de más”, explica Sandoval.

Rodas, que ya había sido víctima de un fraude cuando corrió como candidato a rector de la Universidad de San Carlos, en 2022, accionó en las instancias guatemaltecas para intentar revertir lo actuado por el TSE: interpuso un amparo ante la Corte Suprema de Justicia el 5 de febrero de 2023 y le pidió, a través de un amparo provisional, que le permitiera continuar con su candidatura mientras se resolvía la demanda. La Corte negó esto último, lo cual fue apelado por Rodas ante la Corte de Constitucionalidad, que el 2 de marzo declaró sin lugar el amparo provisional. A falta de que la CSJ emita una resolución final, sin embargo, el bloqueo a la candidatura del MLP está prácticamente consumado y, con ello, lo que varios expertos han llamado fraude técnico, previo o democrático.

“Yo calificaría el bloqueo al binomio del MLP como lo han calificado expertos a nivel internacional, como un golpe electoral al proceso. Esto significa que a partir de esta exclusión el proceso pierde integridad y lo deja como un proceso viciado. Eso pone en riesgo la democracia. Y a lo que nos vamos a enfrentar es a una gobernabilidad cada vez más precaria y más débil”, considera Manfredo Marroquín, director de Acción Ciudadana en Guatemala.

Ana María Méndez Dardón, directora para Centroamérica de la Oficina de Asuntos Latinoamericanos en Washington (WOLA) utilizó el término golpe al referirse a la negativa de la CC de conceder un amparo provisional a Rodas. “Se consuma el golpe electoral y por ende a la democracia al bloquear candidaturas presidenciales”, tuiteó Méndez.

WOLA y Human Rights Watch (HRW) emitieron un comunicado conjunto el 27 de febrero en el que dicen que la decisión del TSE sobre el MLP está basada en “fundamentos dudosos”, “pone en riesgo derechos políticos y menoscaba la credibilidad del proceso electoral.

Estas organizaciones, que se cuentan entre las más influyentes en Washington en temas centroamericanos, van más allá al decir que el nombramiento como procurador de los Derechos Humanos de Alejandro Córdova, el funcionario con el que empezó todo el entramado para bloquear a Rodas y al MLP, no fue transparente.

“El 6 de enero, Alejandro Córdova, el procurador actual, presentó una denuncia penal contra Rodas, argumentando que tenía ‘dudas’ acerca del modo en que Rodas había obtenido un pago en relación con su función en la procuraduría. Estas dudas hasta ahora no han sido precisadas. La denuncia se presentó después de que Rodas y Cabrera solicitaron la inscripción de su candidatura. El Congreso nombró a Córdova en julio de 2022 a través de un proceso que careció de transparencia”, dice el comunicado de WOLA y  HRW.

 

Por qué el miedo al MLP y a Rodas

Es domingo. Thelma Cabrera y Jordán Rodas se alistan para su última jornada en Nueva York. Tras hablar con los guatemaltecos de Riverhead, Long Island, el día anterior, se disponen a grabar una entrevista en una radio comunitaria hispana en Queens. Al finalizar se sientan a almorzar en un centro comunitario con otros compatriotas con los que comparten sus preocupaciones por Guatemala y a quienes explican las rutas para seguir la lucha legal contra el bloqueo de sus candidaturas.

Durante el almuerzo, Thelma Cabrera, lideresa maya Mam que en 2019 también corrió como candidata presidencial del MLP y llegó en cuarto lugar en un campo electoral dominado por candidatos cercanos a las élites políticas y económicas del país, deja una cosa en claro: ni ella ni el MLP renunciarán a dar la batalla frente a quienes los bloquean. En 2019, además, el MLP se consolidó como primera fuerza en tres departamentos del país.

Este año, las primeras encuestas ubican al MLP en segundo o tercer lugar, muy cerca incluso de Zury Ríos, la hija del dictador Efraín Ríos Montt que aparece como la mejor posicionada en las encuestas. El TSE no tuvo ningún problema en inscribir la candidatura de Ríos a pesar de que sobre ella pesa un impedimento constitucional por ser hija de alguien que participó en un golpe de Estado.

Durante su visita a Washington, Rodas también habló con algunos interlocutores sobre el trato desigual que el TSE y otras instituciones han hecho, algo que, dice, alimenta también el escenario de un fraude electoral previo.

“Hablamos con equipos de senadores y representantes para hacerles ver que estamos en un punto de inflexión en Guatemala, en que nuestra frágil democracia está muy porosa. Hay candidatos que incluso tienen incompatibilidad constitucional, somo ser hija de dictadores…”, dijo en referencia a Ríos.

El TSE, de hecho, ha inscrito también a candidatos señalados por vínculos con el narcotráfico o por hechos de gran corrupción. Jimmy Morales, el expresidente al que la FECI de Sandoval investigó por financiamiento electoral ilícito, está inscrito como candidato a diputado, por ejemplo. Cuando en 2017 Morales declaró persona non grata a Iván Velásquez, el juez colombiano que entonces era jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Rodas, recién nombrado procurador de derechos humanos, presentó un amparo en contra de las acciones de Morales. Al final, la corte falló a favor de Rodas y las intenciones de Morales de echar a la CICIG se frustraron temporalmente.

A partir de entonces, el sistema político de Guatemala, al que observadores nacionales e internacionales han llamado pacto de corruptos, hicieron de Rodas enemigo declarado: le pusieron 18 antejuicios, ninguno de los cuales prosperó, e intentaron sin éxito removerlo 8 veces de su cargo. Cuando nada de eso funcionó, el Congreso buscó asfixiar financieramente a la PDH.

“La clase política dominante con el sector económico que ha alimentado los últimos regímenes autoritarios déspotas, como los de Otto Pérez Molina, Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, vieron en mí a alguien incómodo por mi actuación como procurador, por la defensa que hice del Estado de derecho, y por la lucha por una justicia independiente, por el apoyo irrestricto que di a la CICIG y a la FECI”, explica Rodas.

Thelma Cabrera, la aspirante a la presidencia del MLP a quien Rodas acompaña, se ha erigido como la lideresa indígena más importante de Guatemala en las últimas décadas. En 2019, cuando participó como presidenciable, obtuvo el 10% del voto, mucho más que Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992 y candidata presidencial en 2007.

Cabrera y el MLP promueven una plataforma que pone en el centro el derecho de los pueblos indígenas de Guatemala, que representan el 43% de la población del país según Naciones Unidas. “Nosotros, los pueblos, somos una amenaza para el pacto de corruptos, porque lo que planteamos es un proyecto de nación, es el proceso de asamblea constituyente popular y plurinacional. Ese es el miedo. No es a Thelma, sino es al pueblo que se organizó”, dijo en una entrevista con el medio estadounidense independiente Democracy Now.

En Queens, Thelma Cabrera habló a los guatemaltecos con los que almorzó sobre lo que sigue para el país. La lucha legal por lograr la inscripción continúa, dijo en concordancia con lo que ha expresado Rodas, como la batalla por un país menos racista y desigual. Este último, había advertido a sus compatriotas en Long Island, es un camino más largo, pero ineludible: “O luchamos o nos quedamos de rodillas”, les dijo.

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