La situación se ha repetido en años anteriores durante la época de invierno, cuando el río San José inunda el badén, impidiendo el ingreso a las comunidades; eso ha sido una de las razones que aducen algunos maestros para no llegar a la escuela a impartir clases y la comunidad propone la construcción de un puente que resista las inundaciones.
Por Amílcar Morales y Narciso Marcos
Según afirman pobladores afectados por el badén, la causa ha sido el funcionamiento de una empresa que extrae piedrín lo que ha provocado el desvío del cauce del río San José, provocando inundaciones en el acceso principal a las diez comunidades del municipio de Chiquimula.
En 2021 y 2022 durante el invierno, los maestros no llegaron a impartir clases dejando a la niñez sin educación por varios meses, es por ello que autoridades comunitarias y población piden a las entidades gubernamentales atender el problema.
No obstante, en los primeros días de enero del presente año, vecinos han observado que trabajadores de la Unidad Ejecutora de Conservación Vial, (COVIAL) iniciaron la instalación de túneles metálicos en el cauce del río San José, sin embargo, consideran que estos trabajos provocarán más problemas que soluciones, porque durante la temporada de lluvias el río aumenta su caudal y los túneles metálicos no resistirán su capacidad, inundando los terrenos aledaños.
Las comunidades afectadas son: San Antonio, San Miguel, Puerta de la Montaña, Pinalito, Lagunetas, Tablón del Ocotal, Palmarcito, el Rincón, Caserío los López, Rincón de Santa Bárbara y Nueva Esperanza, y a su población de 16 mil aproximadamente, las que se ubican en el oriente del país en el departamento de Chiquimula, según se denunció el pasado 16 de enero.
Comunitarios narran sus experiencias en el invierno
Un vecino de la aldea San Antonio manifestó que durante el invierno, cuando el río San José aumenta su caudal, obstaculiza el paso vehicular y peatonal por el badén.
“Si no alcanza el presupuesto para construir un puente vehicular, que instalen un puente de hamaca, para no quedarnos incomunicados en el invierno de este año”, señalaron.
Por su parte, Jesús Ramírez Díaz, otro vecino afectado, que reside en la aldea San Antonio Chiquimula, dijo que “los trabajos de –COVIAL-, no son adecuados para darle solución a la problemática”. Pide la intervención de las autoridades gubernamentales y municipales”.
Otro problema que denuncian los vecinos es que sus hijos no han recibido educación de calidad en los últimos años, porque los maestros ya no asisten con regularidad como lo hacían antes de la pandemia. El alcalde comunitario Pedro Súchite, de aldea San Miguel, indicó que aparte del problema que viven por el badén, al quedarse incomunicados en la temporada de invierno, otro de los inconvenientes ha sido la irresponsabilidad de los maestros que han dejado a los niños sin recibir clases, desde el tiempo de la pandemia del COVID-19, por lo que los vecinos de la comunidad responsabilizan a las autoridades educativas, pues no supervisa el trabajo de los docentes en las escuelas.
En entrevista con el alcalde comunitario don Pedro Súchite, detalló lo que han vivido en la comunidad en relación a la problemática educativa durante los últimos años:
“El problema no sólo es el badén que ha dejado incomunicadas a las comunidades, sino también la irresponsabilidad de los maestros que ha dejado sin educación a los niños en los últimos años por no llegar a las escuelas para impartir clases”.
“Comunicación había, porque existe otro puente en la comunidad el Morral, claro, que es más largo el camino, hay más peligros por las pendientes que tiene la carretera y el costo del pasaje aumente el doble; pero no sabemos la verdad porque no hay comunicación entre autoridades comunitarias y maestros en las escuelas”.
A decir del entrevistado “desde que empezó la pandemia, sus niños no han recibido clases con normalidad y se quedaron en un retraso educativo, y en 2022 los maestros llegaban un día sí y uno día no, aduciendo que estaban en reuniones, afectando con esa rutina a aproximadamente a 500 estudiantes, la situación es difícil, porque si los maestros no vienen, el nivel de aprendizaje de los niños es bajo”.
“Los padres han decidido dejar a sus hijos que repitan el grado, porque prefieren hacerlo para que aprendan más; no estamos de acuerdo con que los niños ganen el grado sin saber nada, incluso, tengo una niña que no sabe leer ni escribir, otros niños ni su nombre saben escribir”.
Suchite hizo un llamado a las autoridades educativas departamentales, “que si ellos pagan a los maestros es para dar clases y no para estar en sus casas y la supervisión educativa tiene la obligación de velar que ellos cumplan con los horarios de clases.
“Los niños sólo algunos han recibido vacunas contra el COVID-19, y gracias a Dios no se ha registrado casos de la pandemia en la localidad, debido a su fe en el Creador”, concluyó
Se contactó al director de uno de los centros educativos de la comunidad de San Miguel, para ampliar detalles sobre la problemática manifestada por los comunitarios, sin embargo, dijo estar de vacaciones, por lo que no fue posible obtener su versión.
Se intentó conocer la opinión de una madre, pero se negó a dar declaraciones debido a que temen represalias en su contra y de sus niños estudiantes en bajarle puntos en sus tareas, porque han recibido llamadas de atención de parte de los maestros cuando dan declaraciones, además teme ser excluida de los programas sociales de gobierno.
