Créditos: Amílcar Morales
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Hemos logrado una comunidad modelo, ejemplo para otras comunidades”; “Sí se puede hacer y se puede lograr cuando la comunidad apoya y participa para alcanzar un cambio estructural”. Gloria Díaz

Por Amílcar Morales y Narciso Marcos

Gloria Díaz Felipe, originaria del sector Plan del Jocote, aldea Maraxcó, Chiquimula, es fundadora y actualmente representante legal de la Asociación de Mujeres Progresistas. A 10 kilómetros de la cabecera departamental está el ingreso a la comunidad que vio nacer a esta mujer, que luego de participar en diferentes organizaciones e impulsar el desarrollo rural, logró conformar esta agrupación.

Foto: Amílcar Morales

Según cuenta a Prensa Comunitaria, al iniciar el proceso de formación observó la necesidad de cultivar más plantas nativas, como la hierba mora o macuy, el tomate y otras plantas alimenticias y complementarias para la cocina. Esto dio lugar, en 2015, a que organizara a un grupo de mujeres comprometidas con el cultivo de hortalizas.

Desde su fundación, el objetivo de la asociación fue empoderar a las mujeres de la comunidad, a través de las buenas prácticas en el manejo del suelo. A raíz de ello nacieron los Huertos Comunitarios y las Escuelas de Campo de Práctica (ECP). Actualmente cuentan con 14 huertos y dos escuelas en las que las beneficiadas reciben capacitación para hacer su réplicas individuales, 186 huertos familiares y 186 aboneras individuales, así como un banco de semillas criollas (semillas nativas), con 39 especies, 33 de ellas de hortalizas y 6 medicinales.

Foto: Amílcar Morales

Otro de los logros que hemos obtenido, dijo Díaz, es la elaboración de abono, de insecticidas y de foliares orgánicos, con lo que se han logrado mejores cosechas en una zona muy vulnerable por la crisis ocasionada por el cambio climático. “Todo esto lo producimos y cosechamos gracias a la capacitación brindada por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Asociación de Servicios y Desarrollo Socioeconómico de Chiquimula (ASORECH).

Sesenta mujeres, entre ellas coordinadoras y subcoordinadoras, son las que capacitan, para ampliar ese conocimiento y práctica y unas 234 siembran, cosechan y venden sus propios productos y alimentos en la comunidad, en escuelas y restaurantes, entre otros. En sus comunidades, ellas veden cilantro, tomate, hierba mora, repollo, zanahoria, cebolla y chile, dijo la entrevistada.

Foto: Amílcar Morales

La sequía, uno de los principales retos

Debido a la falta de agua en la zona, se contó con el apoyo de la FAO, con la capacitación para construir un embalse comunitario, para que durante el invierno se almacene agua. Este tiene capacidad para guardar 442 mil litros. La FAO también donó los insumos para elaborar cosechadores de agua para las familias; actualmente cuentan con 19, con capacidad para guardar 17 mil litros cada uno, indicó doña Gloria.

En resumen, la comunidad y la Asociación de Mujeres Progresistas tienen capacidad para almacenar 765 mil litros de agua, con lo que han podido garantizar la cosecha en época de verano.

Durante el desarrollo ha habido algunos inconvenientes con niños y niñas en los lugares donde se encuentran los huertos familiares, lo que motivó a crear una comisión para el cuidado de la niñez. Con el tiempo se logró capacitar a las madres en el cuidado de sus hijos e hijas, de manera coordinada, entre las que se quedan y las que salen a trabajar a los huertos familiares.

A decir de Díaz, también han recibido el apoyo de la Cooperación Brasileña y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), entre otras organizaciones internacionales. La municipalidad de Chiquimula aportó la maquinaria para la perforación de pozos y del embalse comunitario; la Embajada de Israel contribuyó con la instalación de un sistema de mini riego, dijo.

En 2023 esperan recibir el aporte de GIZ Cooperación Alemana, mientras que el PMA aportará con capacitaciones de resiliencia y adaptación a las sequías frente al cambio climático, por ser una comunidad priorizada, a raíz de los pronósticos ambientales.

Foto: Amílcar Morales

Como consecuencia del desarrollo alcanzado se vieron en la necesidad de contar con un ente financiero comunitario, al que ellas han denominado Banco de Fondos Mutuos de Contingencia (BFMC), donde ahorran las ganancias de los productos que venden mensualmente. Las asociadas aportan una cantidad mensual para generar ahorros y cada dos años se reparten las ganancias.

Las beneficiadas

Doña Gloria destacó que lograron certificar a la comunidad como ECOFAM (Eliminación de la Contaminación Fecal en el Ambiente). Esto fue posible a través de la concientización de las familias para que construyeran sus letrinas y lavamanos, con material reciclable. Además se hicieron campañas de limpieza y se encerraron a los animales para evitar que sufrieran maltratos en la calle. “Hemos logrado una comunidad modelo, ejemplo para otras comunidades”; “Sí se puede hacer y se puede alcanzar cuando la comunidad apoya y participa para lograr un cambio estructural”, dijo.

Flor de María García, una de las asociadas, informó que luego de la pandemia de la Covid-19 muchas personas perdieron sus empleos. Fue así que decidió participar en los huertos familiares en el sector de Plan del Jocote, aldea Maraxcó. “Hemos aprendido a sobrevivir con el programa pro resiliencia, ya que es una zona vulnerable y en crisis por los cambios climáticos”.

“Cuando las cosechas ya están listas, una parte la vendemos, otra la repartimos entre las mujeres que vienen a trabajar; es un equipo de mujeres”, indicó.

Por su parte, María Adela Díaz Felipe, comentó que durante siete años ha trabajado y puesto en práctica todo lo que aprendió para la siembra de huertos. Se ha beneficiado produciendo sus propios alimentos. “Si yo quiero tomate, hierba mora, lo puedo ir a cortar en el huerto, ya no compro en el mercado, eso me ayuda a ahorrar mucho y también alcanza para vender a otros vecinos”.

La comunidad tiene actualmente un lema “las mujeres progresistas del sector Plan del Jocote, aldea Maraxcó, Chiquimula cosechamos el futuro, produciendo alimentos nativos”, dijo Gloria Díaz, fundadora y representante legal de la asociación.

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