Créditos: Nelson Chen
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Regresar a la USAC bajo la modalidad presencial ha sido una demanda colectiva de varios sectores en resistencia, sin embargo, para la administración de facto podría ser un argumento para ocultar el fraude electoral, aseguran. Mientras el sector de docentes universitarios reconoce que no existe hasta el momento una ruta académica para atender el ciclo 2023.

Por Prensa Comunitaria

Fue hasta el 9 de diciembre que la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) anunció el retorno a clases presenciales, tras cerrar con la llegada de la COVID-19 al país en marzo de 2020.

La decisión de regresar a la presencialidad fue aprobada por el Consejo Superior Universitario (CSU), la máxima autoridad de esa casa de estudios, pero esta medida ha generado reacciones de estudiantes y docentes que exigieron con anterioridad un diálogo con las autoridades, para solucionar la crisis que provocó el fraude en la elección a rector en mayo pasado.

Se instruye a todas las unidades académicas para que en el primer semestre del ciclo 2023, las clases sean impartidas en la modalidad presencial, a excepción de aquellas unidades que no reúnan las condiciones técnicas pedagógicas y/o de infraestructura, en cuyo caso deberán programar sus actividades en la modalidad híbrida (semipresencial), citaba el acta número 35-2022 del CSU.

No obstante, la decisión tomada por el CSU no explica bajo qué criterios, las Juntas y Consejos Directivos de Facultades, Escuelas No Facultativas y Centros Universitarios harán sus planes de trabajo para regresar a lo presencial o  la modalidad híbrida.

Según el CSU, el ciclo académico en la USAC inicia el 9 de enero de 2023, para lo cual, señala que a más tardar el día 20 de ese mes, las 42 unidades académicas deberán entregar sus planes de presencialidad, a pesar que no cuentan aún con datos estadísticos de estudiantes inscritos, ya que existe todavía una quinta oportunidad de pruebas de orientación vocacional, pruebas básicas y específicas aprobadas en el acta número 31-2022 del CSU, por ejemplo.

Al respecto, el estudiante Francisco Ixim, quien integra el Colectivo Estudiantil Universitario (CEU), dijo que no existen las garantías para regresar a los recintos universitarios. “Cuando observamos con atención el acta del CSU (Acta No. 35-2022), no tiene ninguna garantía, pues al final trasladan la decisión a cada unidad académica; entonces esa presencialidad que lanzaron a los medios es falsa”, comentó.

Mientras para el docente Alfredo Beber, las autoridades del CSU obviaron otros aspectos para el retorno a lo presencial. “Hasta el momento ninguna unidad académica ha establecido el regreso a clases presenciales, que implica contextualizar el perfil de las carreras, conocer el número de estudiantes y contar con un presupuesto para atender la demanda estudiantil”, dijo.

Demandan el retorno a la presencialidad

Regresar de forma presencial fue una solicitud que nació entre algunos sectores universitarios organizados, quienes señalaron en noviembre pasado, la necesidad de que la academia sea presencial para garantizar la formación de los profesionales y contrarrestar los atrasos académicos producidos por la virtualidad durante la pandemia de la COVID-19.

“Después de tres años de suspensión, reiniciar las actividades académicas de manera presencial es innegociable e imperativo; lo contrario significaría un retroceso en el proceso académico de los miles de estudiantes universitarios”, señaló el CEU en comunicado publicado el 13 de noviembre.

El 8 de diciembre, la Asociación de Estudiantes de Medicina (AEM), también envió un oficio al CSU para comunicar que el 61.8% de estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas, en asamblea, acordaron regresar con la modalidad presencial para el ciclo académico 2023.

Entre otras unidades académicas, las Facultades de Agronomía y Odontología, la Escuela de Diseño Gráfico y la Coordinadora General de Estudiantes (CGE) también exigieron la urgencia a las clases presenciales.

En el caso particular de la Asociación de Estudiantes de Diseño Gráfico (AESD), el 73% de estudiantes votó a favor de volver a la presencialidad, mientras el 97.7% desconocieron la figura de Walter Mazariegos como rector de la USAC.

Por su parte, la Coordinadora General de Estudiantes, demanda a las autoridades de la Universidad la elaboración de una metodología, en la que se presenten soluciones a la sobrepoblación estudiantil, la salud pública y el aumento de precios en los pasajes, movilización y recursos para estudiar, como medio de garantías para que la modalidad presencial sea una realidad el próximo año.

“Lo que nos preocupa es el alza de la canasta básica, el combustible y los pasajes no se ha detenido, lo que ha causado una serie de movilizaciones y manifestaciones como fue el caso del pasado 16 de noviembre donde transportistas manifestaron contra el gobierno por el alza del combustible, sus derivados y la canasta básica” explica Ixim del CEU.

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Regresar a la presencialidad es una cortina de humo

Al ser consultado sobre la decisión del CSU de regresar a lo presencial, el estudiante dijo que “es una intentona para desviar la atención y eludir el fraude. Además, busca crear una narrativa que pretende hacerse de apoyo para golpear a la resistencia universitaria”.

La CGE también señaló en un comunicado del 19 de diciembre que Walter Mazariegos y sus allegados quieren adjudicarse el retorno a actividades presenciales, con el único fin de desprestigiar al movimiento universitario y desvanecer ante la opinión pública el hecho de que no ha podido ejercer el rectorado desde 1 de julio, cuando ilegalmente tomó posesión.

“La presencialidad no significa habernos olvidado del fraude electoral, que ha sido el origen de todo el problema que hemos vivido a partir del 27 de abril de este año”, agregó el ingeniero Beber, integrante del Frente Universitario por el Rescate de la USAC, que aglutina a varias organizaciones de docentes.

El ingeniero y catedrático hace referencia a la elección de Walter Mazariegos que se realizó en medio de protestas de estudiantes y profesores por la falta de transparencia.

En un acto que tuvo lugar el 14 de mayo en el Parque de la Industria, ubicado en la zona 9 capitalina, no permitieron el ingreso a electores de las planillas SOSUsac, de Jordán Rodas; Avante, de Carlos Valladares; y Nueva Usac de Erwin Calgua, que eran los candidatos opositores, para llevar a cabo el proceso electoral y con 72 votos fue electo. Innova Usac fue la planilla que promovió a Mazariegos, durante la elección solo se encontraban dentro del recinto sus afines.

“Desde finales de mayo y junio hemos pedido a todas las instancias y agrupaciones que hemos participado en la digna resistencia entablar una mesa de diálogo con representación de gente honorable del Consejo Superior Universitario, representantes estudiantiles, docentes y trabajadores para que se resuelva la situación, pero hemos recibido como respuesta el silencio, la criminalización, denuncias y amenazas. Ese ha sido el actuar del CSU y ahora vienen a decir que ellos han propuesto la mesa de diálogo, pero no dicen que involucran a personas que han sido nombradas directamente por la persona que usurpó el cargo de rector”, recordó.

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El CSU creó una comisión de diálogo el 28 de julio del presente año, es decir a más de 90 días del 27 de abril, cuando fueron resguardadas las instalaciones del MUSAC por los universitarios, para evitar que pudiera realizarse el fraude en ese recinto y fue hasta el 1 de agosto que esta comisión se acercó por primera vez a los universitarios.

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“El 31 de agosto del año en curso se presentó un memorial para iniciar el diálogo, y bajo los criterios más absurdos el Consejo Superior Universitario decidió no darle trámite. Con esto reiteramos la poca honorabilidad, la nula buena fe y la malicia propia de quienes dirigen fácticamente la Universidad”, dijo respecto al diálogo el estudiante Ixim.

El ingeniero Alfredo Beber también fue consultado sobre las condiciones para regresar a la presencialidad. “Si no hay una mesa de diálogo previa para la utilización de todas las instalaciones universitarias, entonces no hay condiciones, porque no se está definiendo ningún acuerdo a nivel interno de cada unidad académica. Regresar a la presencialidad solo sucederá cuando se nos garantice que la integridad física de todos los universitarios que han participado en la digna resistencia no tenga ningún problema ni legal ni administrativo dentro de la USAC”, concluyó.

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