Como comunidades en resistencia de la Sierra de las Minas, ante las limitaciones que tenemos de hacerlo personalmente, queremos de esta manera agradecer a quienes, de forma colectiva e individual, se solidarizaron con nosotros, repudiando la militarización en nuestro territorio y evitar su consolidación.
Como pueblos originarios, sabemos que la articulación, la solidaridad y la comunitariedad, entre todos y todas. La fuerza que brota cuando nos sentimos pueblo. Cuando sentimos que nos mueve un solo espíritu, que nace de la fuerza de las montañas, valles, ríos, lagos y de todos los seres que viven en nuestro territorio, son los principios fundamentales para detener la marcha depredadora del capitalismo neoliberal y el extractivismo.
Agradecemos el apoyo de todos y todas, que, desde las cuatro esquinas del mundo, hablaron, gritaron, lloraron y denunciaron lo que nos estaba pasado, como el grito de los indignados, de los ninguneados, de los despojados por el sistema.
Sabemos que el peligro no ha pasado, porque los chacales del neoliberalismo, estarán pensando en su nueva cruzada de represión, Pero sabemos también que solo la fuerza de todos nosotros podrá derrotarlos y expulsarlos en definitiva de nuestros territorios.
Hoy nos queda el reto de volver a reconstruir nuestras comunidades, nuestras viviendas. Volver a fortalecer nuestro espíritu de lucha y dignidad. Pero sabe os que, con el apoyo y la solidaridad de ustedes, cada vez seremos millones y millones, hasta derrotar por todas al neoliberalismo.
Pedimos a todos los pueblos del mundo, principalmente a los pueblos originarios, a seguir uniendo esfuerzos, para construir un mundo más justo, más humano.
No me quiten las cadenas, hasta que mi pueblo sea libre (Manuel Tot)
Sierra de Las Minas, Purulhá, Baja Verapaz, 25 de noviembre del 2022