Este 1 y 2 de noviembre miles de personas acudirán a los cementerios para retomar las tradiciones de estos días, que fueron restringidas por la pandemia. Miles de familias que no pudieron despedir a sus seres queridos en 2020 y 2021, podrán acercarse ahora a las áreas de COVID-19 y adornar el lugar donde se encuentran los restos de sus seres queridos.
Por Juan Rosales
Este 1 y 2 de noviembre, días de Los Santos y Difuntos, abren de nuevo la entrada a los cementerios, luego de dos años de restricciones por la pandemia de COVID-19 y permitirá que miles de personas pueda visitar y adornar los camposantos donde reposan sus seres queridos. Las autoridades esperan que aproximadamente 1.5 millones de personas acudan al Cementerio General de la ciudad de Guatemala y unas 950 mil a otros panteones, según informaron en conferencia de prensa el pasado 18 de octubre.
Prensa Comunitaria visitó tres cementerios públicos en el área metropolitana: el cementerio General, el cementerio La Verbena, en su momento desginado por el Ministerio de Salud, como el lugar donde debían ser enterradas la mayoría de personas fallecidas por la COVID-19 y el cementerio municipal de Mixco.
Cada cementerio tendrá que lidiar con la cantidad de gente que los visitará y deberá resolver de acuerdo a sus capacidades. Miles de personas, en especial quienes no pudieron dar el último adiós a sus familiares, luego de haber contraído el coronavirus, añoran acercarse a sus tumbas, limpiarlas, enflorarlas, regarles pino, colocarles incienso, en fin, darles un poco de la dignidad que no tuvieron, al momento de su sepultura.
Para muchas de estas personas será difícil localizar las tumbas donde descansan sus familiares, en el área de COVID, porque fueron depositados en hilera. Un frío número sobre el lugar donde se encuentran servirá para localizarlos. Hace cuatro meses los familiares no contaban con el permio para colocar un distintivo: una cruz o una lápida con el nombre de su fallecido o fallecida. Esto fue posible hasta hace pocos días.
Durante nuestra visita pudimos observar a varias personas que con mucho afán y dificultad buscaba el lugar donde se encuentran sus familiares, debido a la gran cantidad de tumbas que hay en esa área.
En los distintos camposantos existen bases de datos de las personas fallecidas, sin embargo, se pudo observar que en el cementerio municipal de Mixco se cuenta con una sistematización más ordenada, para que las personas puedan saber con certeza dónde están los restos de sus difuntos y difuntas. Aunque esto también se debió a que en algún momento fue necesario enterrar a varias personas en fosas colectivas por falta de espacio. Para localizarlos hay un número de área, un número de fosa y un número de orden. Al colocar una cruz las familias lo deben hacer bajo el conocimiento de que en la fosa también están los restos de otras personas.
En el cementerio General las preparaciones son de otra índole pues no tienen área de COVID-19. Los preparativos van desde la pintura para los muros perimetrales, el ornato de la necrópolis, la seguridad física y biológica a través del hisopado y exámenes de COVID-19 para todos los trabajadores formales e informales del cementerio; limpieza, encalado y preparación de protocolos para los visitantes.
En este fotorreportaje se retrata la forma en la que son preparados los cementerios públicos para recibir a miles de personas este 1 y 2 de noviembre, luego de dos años de restricciones por la pandemia. La visita a los cementerios y todas las tradiciones que conlleva, fue una de las costumbres afectadas en ese período.