#EntreTormentas Por sus propios medios, damnificados de Quejá se trasladaron a vivir a Chepenal

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Créditos: Elias Oxom.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: Elías Oxom

La aldea Quejá, San Cristóbal, Alta Verapaz sufrió una tragedia el 5 de noviembre del 2020, luego que un deslave dejara soterradas a 48 viviendas; dentro de estas viviendas fallecieron 58 personas que después de 4 días de búsqueda por parte del personal de socorro, solo se lograron recuperar 8 cuerpos que fueron enterrados en el cementerio de la misma localidad.

Durante la tragedia, las autoridades comunitarias habilitaron tres albergues ubicados en las aldeas Chicuz, Chixoy y Santa Elena; Gerardo Lem Can una de las autoridades comunitarias indicó que no han visto el apoyo del Gobierno central para ayudar a las familias damnificadas, pero lo más triste, según menciona, es que desde el 22 de diciembre dejó de llegar ayuda en los albergues y esto obligó a las personas a buscar alguna manera para sobrevivir por sus propios medios.

Por esta razón, las personas damnificadas se trasladaron a vivir a la aldea Chepenal, San Cristóbal, Alta Verapaz, porque ya no había abastecimiento en los albergues que se habilitaron y la población sigue sin recibir apoyo del Gobierno central para la reconstrucción de sus hogares en un lugar seguro. Cada vecino logró conseguir un acuerdo con el dueño de la finca Chepenal para que les brindaran un espacio para construir una champa y de esta manera tener un techo para sus familias. Antes de la tragedia la aldea era conformada por 278 familias, pero ahora se han divido por el riesgo que corren de vivir en ella.

Gerardo Lem Can, de 52 años, es uno de los damnificados y menciona que: “esa fecha es inolvidable, porque nadie esperaba todo lo que pasó. La gente estaba tranquila en sus casas sin temor a nada, no hubo tiempo para salir porque fue en un segundo, algunos estaban almorzando porque sucedió a medio día. Llevaba 8 días lloviendo día y noche, los que sobrevivieron es porque no llegó el derrumbe donde estaban y otros porque que salieron a trabajar y no estaban en sus casas. Llevamos tres casi tres meses después de la tragedia y nos sentimos muy solos, porque el único apoyo que hemos recibido es habilitar el paso por la carretera, pero solo vinieron a raspar y cuando llueve se acumula mucho lodo”, comentó.

Las personas damnificadas siguen llegado a rescatar sus pertenencias en sus casas abandonas, mientras el viento sopla fuerte, algunos tratan de rescatar las pocas láminas rotas que quedaron en la zona cero, otros llevan como pueden los restos de algunas de sus camas.

Camino Calel Suc, un joven damnificado comenta que “estaba enfrente de la tienda y vi cuando bajó el derrumbe salí corriendo y recuerdo que le dije a mi hermana Adriana Calel Suc de 14 años que saliera, pero no hubo tiempo y quedó debajo de la tierra.

Mientras Alejandro Giammattei presentaba sus logros del primer año de Gobierno, este jueves 14 de enero, cientos de familias damnificadas por las tormentas intentan sobrevivir cada día con lo poco o nada que logran conseguir para cada tiempo de comida.

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