Por: Efraín Tunche Ajciginac*
“Esperando al General”, es unapieza teatral del grupo “Popol Vuh-Jóvenes de la Revolución”,que será presentada el sábado 5 y domingo 6 de diciembre, en el café teatro “Lolita” de la cabecera departamental de Huehuetenango a las 20:00 horas.
La agrupación es originaria de San Pedro Sacatepéquez y fundada en 2010. La obra de teatro ha participado en dos muestras de teatro a nivel nacional, dos festivales centroamericanos y ha realizado una gira por los departamentos del occidente del país. Ha presentado su trabajo en el Teatro de Cámara Hugo Carrillo, del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias; y en la sala de la Universidad Popular (UP), ambos en la ciudad capital.
La obra de teatro tiene tres personajes: Guacalito, un mendigo compositor de canciones que de niño se escapó de morir cuando el ejército arrasó su aldea durante el conflicto armado interno, emigrando a la capital, donde trabajó como un charlatán vendedor de medicinas naturales y payaso de circo; Juan Ajtzay, un exsoldado y mendigo víctima del reclutamiento forzoso que el ejército del país realizaba con el propósito de combatir a la guerrilla, en un enfrentamiento perdió una de sus piernas. Luego de la firma de la paz quedó sin ninguna ayuda o subsidio de parte del Estado, obligándolo a vivir como en la calle y el General, un soldado raso loco, que también es víctima de la guerra, que sufre de psicosis y que va a mostrar como las secuelas del enfrentamiento armado marcan a una sociedad profundamente.
La trama de la obra, muestra como los personajes se encuentran en un basurero, con hambre y frío, teniendo como esperanza comer y la llegada de un viejo compañero de combate de Juan Ajtzay, a quien llama el General y que se ha comprometido a ayudarlos. Mientras llega su amigo, el diálogo de Guacalito con Juan Ajtzay pone en evidencia que el exsoldado sigue admirando al ejército y manifiesta un absurdo patriotismo que Guacalito cuestiona, pues siendo de distintos bandos ambos nacieron en un mismo país, creando una guerra entre hermanos. Con los agravantes de que el veterano militar no solo perdió una pierna en una ofensiva, sino que también nunca supo los verdaderos motivos de la guerra en la que participó.
Guacalito vive con hambre y frío, tiene sus piernas y no una medalla de honor ganada en combate, condecoración que no vale ni un solo centavo. El General padece de una angustia delirante producto de su vivencia de guerra que lo lleva por pasajes de su infancia y el pavor, dejando al descubierto su ambigüedad entre la valentía y la cobardía, dándole a la pieza un final trágico, donde el canto de un compositor de canciones que vive en un basurero es silenciado por una bala.
* Director del Grupo de teatro.