“Si yo no uso mascarilla no me compre, si usted no usa mascarilla no le vendo”, se puede leer en rótulos colocados en los puestos del mercado de Jocotán, Chiquimula, donde poco a poco se han retomado las actividades comerciales durante la pandemia de coronavirus.
Para las personas que se dedican a vender diversos productos en el mercado de Jocotán, Chiquimula, los siete meses de pandemia de coronavirus les dejaron deudas, pérdidas, incertidumbre. Pero gracias a su propia organización, trabajo, el apoyo del sindicato de vendedores de la plaza pública y de la municipalidad, también un lugar con mejores condiciones estructurales para retomar su trabajo.
Lo que antes eran champas recubiertas con plástico, hoy es una estructura de block, cemento y techo con láminas, un complejo sencillo construido gracias al trabajo de las y los vendedores que compraron láminas, madera y ayudaron con mano de obra, mientras el gobierno municipal entregó cemento, hierro y tubos para construir la estructura.
El pasado 5 de octubre, las y los vendedores regresaron a sus puestos originales, luego de que el 25 de abril fueron trasladados al mercado temporal, ubicado en el estadio Olimpia, con el fin de evitar la propagación de la COVID-19.
Durante los meses que no pudieron trabajar de manera regular, tuvieron pérdidas y aseguraron que fue complicado generar ganancias durante el estado de emergencia nacional y las restricciones que se implementaron. Para adaptarse a la nueva covidianidad implementaron cambios en sus puestos de venta, como el uso obligatorio de mascarillas, gel antibacterial para las manos y el distanciamiento físico. Pero durante una visita reciente a ese lugar se pudo constatar que no todos los vendedores acatan el uso de mascarillas.
Según Silvestre Osorio, representante del sindicato de los vendedores del municipio, antes de la pandemia eran 63 puestos de venta, pero ahora el número ascendió a 85, con el aumento de espacios buscan beneficiar a quienes venden y a la población que realiza compras en ese lugar.
Osorio agregó que el sindicato de vendedores de la plaza pública realizó cambios en las instalaciones y algunos puestos antiguos sin techo fueron remodelados con láminas.
La municipalidad también se encargó de trasladar los expedientes de las personas vendedoras del mercado para que pudieran ser beneficiadas con el “Bono Familia”, ofrecido por el Gobierno de Guatemala y administrado por el ministerio de Desarrollo Social, pero sólo una parte de los vendedores recibió Q1 mil.
Entre los principales obstáculos que también enfrentaron durante la pandemia está la falta de transporte público que provocaba que los pobladores de las comunidades rurales no llegaran a realizar sus compras, y en el estadio Olimpia no tenían las condiciones para trabajar porque durante el inverno se acumulaba demasiada agua y afectaba el almacenamiento de sus productos; por lo que aseguraron haber sufrido pérdidas cuantiosas, sin detallar una cantidad exacta.
Mercado regional importante
Jocotán es el centro de comercio para los municipios chorti’ de Camotán, San Juan Ermita, Olopa, del departamento de Chiquimula, también lo es para la Unión, del departamento de Zacapa y Copán Ruinas, de Honduras. Se estima que más de mil personas circulan diario en esta plaza.
Antes de la pandemia llegaban comerciantes de esos lugares a realizar sus compras, principalmente granos básicos, verduras y hortalizas que son productos que se cultivan en la región, entre ellos el chipilín, hierba mora, tomates y loroco. Los vendedores comentaron que esos productos han incrementado su precio y otros se mantuvieron durante la pandemia, por ejemplo, el fríjol llegó a Q6 cada libra, pero actualmente varían los precios entre Q4 y Q5.
Los comerciantes detallaron que para poder adquirir productos como papa, chile, zanahoria y frutas, atravesaron grandes dificultades y el producto fue escaso en la región, por el toque de queda y las restricciones de movilidad no les permitió viajar para adquirirlos, señaló Gregorio Nufio, uno de los vendedores del mercado.
Durante los meses de pandemia hubo días en que lograban vender un poco de sus productos y otros días regresaban a sus hogares con las manos vacías, porque no llegaban compradores y se vieron obligados a limitar sus gastos personales y familiares para poder sobrevivir. Los productos que cada vendedor ofrece, en su mayoría, provienen de otros departamentos o de la ciudad capital. Según Virgilio, otro de los vendedores, narró que durante los meses más difíciles el sindicato del mercado los apoyó económicamente.
Arody Borjas, un vendedor de accesorios para teléfonos celulares, también manifestó que tuvo que pasar por momentos difíciles durante los meses que el mercado estuvo cerrado y no pudo vender nada. En estos días que se ha reactivado el mercado y fueron trasladados a sus antiguos puestos de ventas, el vendedor empezó a recibir demanda de la población que busca sus productos.
Borjas aseguró que esas ventas le ayudarán a cancelar algunas deudas que se fueron acumulando durante la emergencia por la pandemia, también pagará el servicio de luz, alquiler de vivienda y algunos intereses bancarios que se le acumularon por una deuda. También estima que tuvo una pérdida de unos Q15 mil quetzales durante todos los meses que no pudo trabajar e indicó que el único beneficio que ha recibo fue de Q1 mil a través del bono otorgado a los vendedores del sector informal.
Para María del Carmen Ramírez, una de las personas que tiene un puesto de venta de comida en el mercado, relató que preparaba los alimentos pero las personas no llegaban a consumir. Para lograr sostenerse junto a su familia durante la pandemia hicieron un préstamo bancario, que espera poder pagar en los próximos meses cuando sus ventas mejoren e indicó que empezará por pagar los intereses acumulados.
Ramírez dijo que recibió apoyo con láminas, hierro, cemento y un puesto para levantar una galera en el mercado, pero actualmente carecen de agua en los puestos de ventas, lo que hace difícil preparar los alimentos, lavar los trastos y hacer café, porque tiene que acarrear agua desde su casa y aprovechó para hacer un llamado a las autoridades locales para que puedan solucionar el problema lo antes posible y así garantizar que las y los vendedores puedan estabilizar sus ingresos económicos.