Enfermería en primera línea contra la covid-19, uno de los sectores olvidados

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Créditos: David Toro. Conferencia de prensa del 12 de julio.
Tiempo de lectura: 8 minutos

Por Nelton Rivera

El Hospital Temporal del Parque de la Industria es una instalación improvisada por el Gobierno de Guatemala para la atención de los pacientes por covid-19. En este lugar trabajan unas 60 personas en el área de enfermería, entre enfermeras y enfermeros auxiliares. La mayoría comenzó a trabajar en el mes de marzo de este año, desde que inició la pandemia, otros lo hicieron en abril. Durante cuatro meses solo un 40 % del personal de enfermería recibió el salario, el resto aún no y los primeros contratos ya finalizaron.

Una enfermera y un enfermero auxiliar que trabajaron en el Hospital Temporal de Parque de la Industria denunciaron las difíciles condiciones laborales del personal de salud, la falta de equipo de protección personal, insumos, equipamiento y medicamentos en este hospital, ambos enfermeros pidieron guardar el anonimato por las represalias laborales de las autoridades del hospital y del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), a quienes nos vamos a referir como María y Jaime.

A las 06:00 de la mañana del 12 de julio, un grupo de enfermeras y enfermeros decidieron denunciar públicamente la precariedad en la que trabajan. Son parte del equipo que trabaja en el área de intensivo. Durante la denuncia dijeron que no cuentan con equipo de protección personal, que el hospital no tiene medicamentos suficientes para los pacientes, la alimentación es mala, reciben malos tratos de sus jefes directos de algunos de los médicos y de los terapistas. “Lo más difícil es ir cada día a trabajar sin recibir salario”, denunció María.

Desde que comenzó a funcionar este hospital el personal denunció la falta de insumos, lo mismo ocurrió en los hospitales Roosevelt y San Juan De Dios. A cinco meses de la pandemia el sistema de salud pública poco ha cambiado las condiciones denunciadas.

A las personas que laboran en ese centro, se les ha entregado un tipo de overol descartable, a veces reusable –desgastado y roto-, se les da una mascarilla KN-95 que reciben una por turno. Una de las enfermeras entrevistadas comentó que su contrato inició el 18 de mayo, lo tiene por dos meses y medio, pero que no han recibido salario y a quienes sí les pagó el ministerio fueron a los médicos y a los especialistas por la presión pública resultado de las constantes denuncias.  

Uno de los enfermeros explica que en el hospital hay alrededor de 300 trabajadores asignados al personal de mantenimiento, técnico de laboratorio, terapia, médicos, enfermería, administrativos, farmacia y otras áreas. De todas ellas, 80 personas no recibieron el salario durante los primeros cuatro meses de la pandemia.

“Con nosotros tuvieron a un grupo que no tenían título de nivel medio, pero los hicieron trabajar durante tres meses con trabajos de mantenimiento y limpieza, por esa razón los despidieron”. El área de enfermería brinda atención las 24 horas, para ser la primera línea de atención contra el covid-19, es la última priorizada por el Ministerio de Salud y Asistencia Social (Mspas).

En esas condiciones, una de las enfermeras enfermó de covid-19, por ello fue suspendida el 16 de julio, cuatro días después de la protesta frente a uno de los portones de malla que dan ingreso al Parque de la Industria, en la zona 9 de la ciudad de Guatemala.

Por la enfermedad no pudo terminar el último turno de su contrato el 20 de julio. Cuando se presentó a finales del mes, no le renovaron el contrato, la estuvieron increpando e interrogando por haber hecho pública la denuncia de lo que ocurre en el interior del hospital. Lo que ocurrió fue que le descontaron los días que no se presentó, a pesar de la suspensión medica por coronavirus.

El resto de sus compañeros y compañeras han tenido que soportar las represalias de varias de las jefas del hospital, incluso, según relatan, los han obligado a firmar una carta en que se retractan de las denuncias que se hicieron públicas el 12 de julio.

Una noche antes de la conferencia de prensa el 12 de julio, varios enfermeros y enfermeras denunciaron las condiciones precarias en las que están trabajando, 24 horas se supo de la muerte del médico Óscar Guillermo Hernández Alonzo, de 45 años, quien laboraba en este centro y fue ingresado a este mismo lugar por covid-19.

Explotación laboral y condiciones precarias para trabajar

Los primeros contratos finalizaron la última semana de julio. Fueron elaborados por dos meses, otros por cuatro, pero hay personal de enfermería que no ha firmado un contrato, incluso, se tiene conocimiento que hay enfermeras a quienes no se les ha pagado.

Por otro lado, el personal de recursos humanos del hospital ha dificultado la gestión de los contratos: rechazan las facturas, informes, incluso denuncian los enfermeros que tienen que soportar un ambiente hostil al momento de ser atendidos. Todos los días es la misma burocracia.

Al inicio de la pandemia la convocatoria para trabajar en el hospital temporal se realizó a través de Facebook, el acuerdo laboral fue verbal para la contratación, luego les pidieron la papelería para los contratos. “Cuando fueron pasando los días fueron pidiendo más documentos, luego otros documentos y así pasaron los meses y aún hay personas que están completando papelería, incluso los de recursos humanos han perdido documentos personales”, denunció Jaime.

Los de recursos humanos les dieron excusas, les dijeron al inicio “que no han sido asignado el pago para los salarios”, luego les comunicaron “por el cambio del ministro se había retrasado el pago”, lo único seguro es que los salarios no llegaron explicó María.

Otro enfermero que pidió resguardo de su identidad dijo, “por mi condición económica, como ya no tengo dinero, tengo que salir desde Villa Nueva a la carretera y me vengo en bicicleta, cada vez que tengo turno como auxiliar de enfermería. Comencé a trabajar el 23 de marzo y estoy por finalizar el mes de julio sin un solo salario. Hay personas que estén en condiciones más difíciles, porque ni siquiera han firmado contrato, el 23 de julio voy a finalizar el contrato”.

“Allá dentro tenemos malos tratos, tanto por las autoridades como de nuestros jefes inmediatos, supervisores, recursos humanos, no tenemos ningún apoyo, estamos solos. Los médicos nos humillan allá dentro, terapia también. Sacamos el chance de todos,  sacamos laboratorios, aspiramos pacientes y eso no nos toca que hacer, pero lo hacemos por humanidad porque nuestra profesión nos lo permite, trabajamos con seres humanos y no con objetos como a nosotros se nos trata”, comentó María.

Las represalias en el interior del hospital no se han hecho esperar, quienes expresaron su inconformidad o hicieron algún tipo de reclamo al departamento de recursos humanos han sido sancionados, a tal extremo que algunos fueron destituidos o no se les recontrató. “Nosotros no los hemos vuelto a ver, si preguntamos nos dicen que sí fueron despedidos por bochincheros”. Frente al reclamo las enfermeras la respuesta es “en salud publica las cosas siempre han sido así”.  

Durante el mes pasado, un 25 % del personal de enfermería que se encuentra en el área de intensivo se contagió con covid-19 en el hospital, cuando esto ocurre, las autoridades del hospital las envían a cuarentena. “El ministerio no reemplaza a ese personal para cubrir sus tareas, si no que se recargan el trabajo en quienes se quedan”. Quienes se recuperan tienen que reponer el tiempo que se ausentaron, les doblan los turnos.

A finales de julio se terminó el periodo de los contratos, el hospital lo que hace es recontratar personal, pero esta vez lo hacen bajo selección. Jaime comentó que lo llamaron para que volviera a presentar nuevamente la papelería para una nueva contratación. “Le voy a ser honesto, nos pidieron la papelería pero al mismo tiempo también están convocando a nuevo personal,  para hacer nuevas contrataciones para sustituir a quienes ya no van a llamar para recontratar o para reponer a quienes se han ido”.

La alimentación que reciben es diferente a otras áreas del hospital. “las donaciones, dicen que llegan pero para quienes estamos en la primera línea, jamás nos han dado algo de esas donaciones. Todo se queda en recursos humanos. La misma jefa lo dice, ellas si comen bien”.

“Una comida del día puede ser pollo Tyson, completamente seco, las verduras precocidas, sin sabor. Otro de los platos es huevo revuelto con harina para que abunde, sin ninguna gracia. Ni agua pura tienen en las instalaciones, incluso se han estado enfermado con diarrea por la comida”, Expresó María.

Las personas denunciantes expresaron que la doctora María Amelia Flores González, actual ministra de salud, mintió el 11 de julio por la noche durante la cadena nacional, “quiero comunicar también que el recurso humano a la fecha tanto del hospital temporal como de otros servicios, pero creo que el mas crítico era el temporal de zona 9 del parque de la industria se encuentro en un 98% de contratos con sus pagos cancelados a la fecha de hoy”.  

Estas declaraciones indignaron al personal de enfermería, “lo que dijo la ministra es totalmente mentira, ni siquiera nos han dado los equipos de protección personal que nosotros necesitamos, nos dan por ejemplo una mascarilla para 24 horas que son KN-95. En otros casos solamente nos dan mascarillas quirúrgicas.

Sobre los contagios en el personal, María señaló que en el turno de ella, tres enfermeras dieron positivo, pero que en otros turnos o frecuencias la cantidad es alarmante, van de 10, 12 a 14 personas que se contagiaron. Mientras el ministerio sigue sin equiparlos de forma adecuada.

una semana más sin pago para enfermería auxiliar del Hospital Temporal

#AHORA: una semana más sin pago para enfermería auxiliar del Hospital Temporal Parque de la Industria, les aseguraron que se les pagaría con acta ministerial pero esto aún no sucede y el 20 de junio es su último turno por vencimiento de contrato.

Posted by Prensa Comunitaria on Friday, July 17, 2020

El hospital insignia en crisis permanente

El 25 de marzo en un acto público, el presidente Alejandro Giammattei presentó al hospital temporal del Parque de la Industria como su hospital insignia, con capacidad para 300 camas para pacientes moderados, incluyendo el intensivo. En ese momento los contagios sumaban solamente 24 en total en Guatemala, cinco meses después suman 61 mil 428 casos positivos en todo el país y 2 mil 341 fallecidos, según el MSPAS con información del 13 de agosto. Para la organización “Laboratorio de Datos” la información que maneja el ministerio sigue siendo inexacta, especialmente por los sus registros.

Con el estado de calamidad, a este hospital le asignaron Q. 266.8 millones para enfrentar la pandemia, a pesar del aumento de casos al mes de agosto y el colapso de los principales hospitales nacionales, el temporal tienen una baja ejecución de presupuesto, 6.5 % en cuatro meses, otros Q. 50.9 millones más ingresaron en donaciones, este dato fue publicado en diario elPeriódico, el 17 de julio. Este hospital insignia colapso a los dos meses de iniciada la atención en plena pandemia.

Con el cambio de las autoridades del Mspas, en el mes de julio, se logró duplicar la ejecución del programa 94 –que corresponden a los fondos para la pandemia- de un 8 % al 16 % de los fondos, pero en la crisis que al sistema de salud le ha tocado enfrentar en estos cinco meses de pandemia sigue siendo deficiente la ejecución presupuestaria afirma el Laboratorio de Datos en un documento que analizó la ejecución de este programa al 3 de agosto.

María afirmó “La gente se está muriendo asfixiada porque no hay equipo, no hay respiradores, no hay tubos endotraquiales para ventilar a las personas, no hay catéteres, no hay medicamentos controlados que se usan con pacientes que están ventilados, medicamentos para dormirlos, sedarlos o para disminuir el dolor, muchas veces a las 19:00 o 20:00 horas nos quedamos sin medicinas, hasta el siguiente día si bien les va a medio día vuelven a ingresar los medicamentos. Tampoco hay sueros, bolsas para alimentar a los pacientes, sondas Foley”.

“No hay equipo para conectar el equipo, ni mascarillas, ni vasos humidificadores, ni ventiladores, ni tubos endotraquiales, ni cánulas vi nasales, lo que requiere el paciente en área critica no hay”.

Durante cuatro meses de pandemia y con la falta de insumos se arruinaron los equipos, las caretas, los lentes de protección para quienes están en el intensivo; en el área de moderados no cuentan con este mismo equipo, para María la falta de equipo de protección personal aceleró el contagio en los trabajadores de áreas como leve y moderado.

Las autoridades hospitalarias decidieron rotar al personal en distintas áreas, provocando que el personal de enfermería, que estaba en el intensivo, también se contagiara por covid-19, ocurriendo lo mismo en las otras áreas. Hay momentos que a enfermería le toca atender tres o cuatro pacientes ventilados dentro del intensivo por enfermera.

Una paciente falleció asfixiada en el mes de julio, ocurrió en el área de intensivo porque no tenían un solo ventilador disponible, el oxígeno tuvo que tenerlo conectado de forma directa al flujómetro que permite medir la presión y cantidad del oxígeno, sin disponibilidad de un vaso humidificador que evita que el oxígeno llegue seco a los pulmones. Una de las enfermeras explica que esto provocó que el oxígeno lo recibirá seco.

Al inicio, los turnos de enfermería comenzaron con 22 enfermeras, pero por las cuarentenas les ha tocado tomar cada turno con 6 o 7 enfermeras y con la cantidad de pacientes no se dan abasto. Hay ocasiones en las que a cada una de ellas le toca atender de 15 a 17 pacientes por turno. Además que solo tres médicos atienden por turno, bajo su responsabilidad quedan unos 150 pacientes.

“Cuándo abrió este hospital temporal, comenzamos unos 5 mil a trabajar, cuando nos contrataron éramos unos 3 mil, en el lapso de estos cuatro meses sin los pagos se fue la mayoría del personal de salud, con decir que finales de julio somos solamente unas 300 personas trabajando en el hospital temporal”, afirmó Jaime.

Las dinámicas internas de este hospital temporal son difíciles para el personal de salud, aunque en el área del intensivo los casos graves disminuyeron, si han aumentado los casos de contagio, el personal de enfermería continua trabajando en condiciones precarias.

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