Por Joel Pérez y David Toro
Un grupo de enfermeros y médicos del Centro de Atención Integral Materno Infantil (CAIMI) de Ixcán, Quiché, denunciaron el 23 de julio la escasez de equipo de protección, y la falta de insumos para atender a pacientes con COVID-19 y exigen a las autoridades contratación de personal específico para atender la pandemia.
La pandemia de la COVID-19 se expande en los municipios más lejanos de Guatemala. El municipio de Ixcán, Quiché, a 350 kilómetros de la ciudad capital, es muestra de ello. Hasta el 23 de julio, se reportaban 98 personas positivas y 88 más que guardan cuarentena en sus casas por haber tenido contacto con personas contagiadas según los datos del Área de Salud local.
En medio del aumento de casos en el municipio, el personal de enfermería y algunos médicos del CAIMI decidieron denunciar que los trajes de bioseguridad y las mascarillas son insuficientes y el personal debe usar la misma por 24 horas en zonas de contagio.
El CAIMI está ubicado en las instalaciones de la Sexta Brigada del ejército, a unos 6.5 kilómetros de la cabecera municipal, es ahí donde el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) habilitó un área de aislamiento para pacientes con COVID-19. Las instalaciones son de un material llamado cartón piedra y los techos son de lámina, según el personal, las noches son duras porque hay que lidiar con el intenso calor y los mosquitos que se acumulan en esta área. Actualmente hay ocho adultos y un niño internos en este espacio, donde no hay módulos para separar a cada paciente.
“Yo he estado en el área de COVID-19 desde el inicio y no hay equipo, el único esfigmomanómetro, un instrumento para medir la presión arterial, era inservible, un compañero tuvo que donar uno nuevo (…) nosotros no estamos mintiendo, solo pedimos que mejoren el equipo de protección”, declaró Julia Guillermo, una enfermera que ha laborado 19 años en Ixcán y ahora atiende en primera línea la pandemia.
“Tememos por nuestra salud y la de nuestra familia, necesitamos mejor equipo de protección, yo tengo un turno de 24 horas cada cuatro días y solo me dan una mascarilla por turno, hemos tenidos que comprar nuestro equipo desde que comenzó la pandemia porque no queremos contagiarnos”, señaló otro enfermero que participó en la conferencia de prensa del 23 de julio.
Ante las denuncias de la situación precaria en el CAIMI que han lanzado los trabajadores, la doctora Amparo Briones, directora del Área de Salud de Ixcán, respondió por medio de un oficio dirigido al personal, donde asegura que las mascarillas quirúrgicas son indicadas para atender a pacientes con COVID-19 y que las mascarillas N-95 solo son para el personal que realiza los traslados de los pacientes.
Por su parte, el médico cirujano Erwin Tot, que labora en el CAIMI, sostiene que han entregado un memorial a las autoridades del Área de Salud para que se resuelva la precariedad y falta de insumos. Tot agregó que lo más importante de sus denuncias es que contraten a personal que se encargue de contratar a enfermeras y médicos que sean exclusivos para atender casos de COVID-19.
Según el Sistema de Contabilidad Integrado (SICOIN), el Área de Salud tiene a su disposición Q5 mil 093 millones de los cuales Q400 mil son para contratación de médicos y servicios. Pese a ello, hasta el 17 de julio este dinero aparece sin ejecutar.
La preocupación del personal médico es que laborar en estas condiciones los pone en riesgo y además debilita su capacidad para atender emergencias en la maternidad y en la pediatría.
Hasta esta fecha, en Ixcán se registran 98 personas con coronavirus, eso lo posiciona como es el municipio de Quiché con mayor cantidad de casos positivos detectados durante la pandemia. Mientras las denuncias del personal sobre el riesgo que corren al trabajar en malas condiciones, el país aún no llega al punto más alto de la pandemia, el cual podría darse, según la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid-19 (Coprecovid), entre septiembre y octubre.
Lea más sobre la situación de la pandemia en Ixcán: