Por David Toro
Cuatro meses sin poder volver a casa y atrapados en un país extraño es la situación de al menos cincuenta guatemaltecos varados en Atlanta, Georgia desde el 16 de marzo, la desesperación crece ante la limitada respuesta del consulado y el riesgo de que la visa sea revocada por exceder el tiempo permitido para permanecer en Estados Unidos.
Todo inició como un viaje de reencuentro familiar para doña Alejandra de 80 años (nombre ficticio), ella es originaria de Nueva Concepción, Escuintla, el 8 de marzo viajó a Atlanta para reunirse con su hija que vive en esta ciudad estadounidense, nunca se imaginó que a cinco días de volver a Guatemala las fronteras aéreas serían cerradas por el presidente Alejandro Giammattei como medida para contener la expansión de la COVID-19 en el país.
Han pasado cuatro meses y José, hijo de doña Alejandra, ha tocado todas las puertas que encontró para buscar ayuda y lograr que su madre vuelva a casa. Actualmente ella está sufriendo quebrantos de salud, padece de cáncer y la preocupación que causó la incertidumbre le afectó y han tenido dificultades para costear los gastos médicos en Georgia. “El consulado de Atlanta que atiende a guatemaltecos de varios estados creó un grupo en WhatsApp, ahí estamos 50 personas con familiares en la misma situación, tanto tiempo que ha pasado y dicen que no ha sido posible un vuelo para traerlos de vuelta”, relató José.
José también detalla que hace unas semanas el consulado de Atlanta le comunicó vía telefónica que había un vuelo de rescate desde Los Ángeles a más de 3 mil kilómetros de donde se encuentra su mamá; “me ofrecieron un espacio para ella, el vuelo era de la empresa Volaris, tenía un costo de $495.00 y tenía una escala en Guadalajara, México (…) el problema era que mi mamá tenía que volar de Atlanta a Los Ángeles, un viaje muy largo y complicado por su salud”, explicó José.
Otras personas que están en la misma situación que la familia, han optado por regresar vía México, “hay personas que prefirieron irse a México por tierra o costeando los gastos como pueden, es un enorme riesgo, nos notifican algunos que han sido estafados y asaltados, otros se han contagiado de COVID-19 en el camino, pero la desesperación y falta de respuesta de las autoridades solo nos deja esa opción”, señala una guatemalteca que prefirió no ser citada y que lleva más de 100 días en Atlanta sin poder volver a Guatemala.
“Cancillería dice no tiene fondos para vuelos de rescate”
Según los datos oficiales, Guatemala ha realizado 87 vuelos de rescate y ha traído a 1,939 guatemaltecos vía aérea durante la pandemia y a 800 vía terrestre. “Es un tema muy complicado que no depende solamente de Cancillería. Nuestros consulados lo único que pueden hacer es tener el registro de personas que desean regresar, que quedaron varadas y procurar su atención consular. Para la aprobación de vuelos dependemos de Salud y Presidencia”, respondió Patricia Letona, vocera de cancillería al comunicarle las denuncias de los guatemaltecos varados.
Los más de 2 mil guatemaltecos que han logrado retornar en medio de la pandemia bajo un vuelo de rescate o asistencia del Estado provienen de 19 países diferentes, la mayoría de Canadá, Estados Unidos, México, Costa Rica, España y Colombia.
El defensor de las personas migrantes de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), Eduardo Woltke, señaló que han recibido solicitudes de apoyo de personas varadas en Estados Unidos desde hace tres meses y detalló que el viceministro de relaciones exteriores Eduardo Hernández le ha manifestado que hay muchas personas en espera, lo que depende de la coordinación con las autoridades y la disponibilidad de vuelos. “También que nos han respondido que no tienen fondos para vuelos de rescate”, enfatizó Woltke.
El peligro de perder la visa
Bajo esas condiciones, hay que sumarle otra preocupación: la incertidumbre de no saber cuando y cómo volver a Guatemala. Porque las personas varadas tienen un tiempo límite para estar en Estados Unidos, la visa de tipo turista estima un tiempo máximo de estadía entre tres a seis meses y si se exceden podrían perder la visa y la oportunidad de volver a este país por un tiempo.
José averiguó con las autoridades norteamericanas el costo para solicitar una ampliación para que su mamá pueda permanecer en Estados Unidos mientras se encuentra una solución para traerla a casa, “el proceso cuesta $400 y no tenemos garantía de que le vayan a autorizar la ampliación, es mucho dinero pagar por eso, porque en realidad no queremos que ella siga más tiempo allá, queremos que venga de vuelta, la visa de mi mamá vencerá en septiembre”, dijo José.
“Pedir la ampliación de estadía autorizada es importante, porque pueden perder cualquier garantía para volver a Estados Unidos otra vez, la pandemia no es garantía para tener comprensión de las autoridades migratorias”, dice la abogada de migración Cristina Wilkes, directora de Wilkes Legal un bufete que atiende casos de migrantes en diferentes partes de Estados Unidos.
La abogada Wilkes asegura que la situación es compleja porque aunque las personas pueden solicitar un “perdón de honorarios” y así obtener un permiso para permanecer más tiempo en Estados Unidos mientras pasa el cierre de fronteras, este registro les podría complicar para mantener su visa ya que las autoridades migratorias podrían usar esto para asumir que no tiene solvencia económica para costear un viaje futuro.
Desde la visión del sociólogo experto en migración Marcel Arévalo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), existen dos responsables de la situación de los guatemaltecos varados, “Estados Unidos debe responder porque es una situación humanitaria totalmente extraordinaria y estas personas entraron bajo toda regla y el máximo responsable de atender es el Estado de Guatemala, el consulado debe intervenir ante las autoridades locales para velar por su manutención, esta es una situación donde lo que está en juego son los derechos de las personas definitivamente”.
“Las personas varadas son un nuevo fenómeno a nivel mundial, es un efecto colateral de la pandemia (…) los guatemaltecos deberían optar por recurrir a las organizaciones y bufetes que velan por los derechos de los migrantes”, precisó Arévalo.
Mientras la posibilidad de regreso para personas como doña Alejandra es incierta, en el extranjero se han contagiado 400 guatemaltecos y hasta el 8 de julio 142 de estos casos seguían activos y han fallecido a causa de la pandemia 164 personas, 159 de ellas en Estados Unidos y cuatro en México y una en Ecuador.