Por Domingo Hernández Ixcoy
En este nuevo caminar del tiempo y las condiciones que estamos atravesando mi más solidario saludo a todas y todos. Tengo la plena esperanza que saldremos de esta situación, como hemos salido en otros momentos, recuerdo las enseñanzas en la comunidad donde nací, cuando era pequeño, escuchaba de nuestras abuelas y abuelos que decían: KAK’A TANAWA RI MA K’A TOM TAJ, Y KAK’IL NAWA RIMA K’ILOM TAJ (En el futuro escucharemos cosas que nunca hemos escuchado y veremos cosas que nunca hemos visto).
Por eso a los niños nos decían, que para escuchar las conversaciones de las y los mayores nos teníamos que pellizcar la oreja porque a nuestra corta edad nuestras energías no estaban preparadas para escuchar palabras fuertes. Me estaba recordando de estas palabras que considero sintetizan lo que estamos viviendo, pero nuestras abuelas y abuelos nos dejaron siempre la esperanza de salir adelante frente a los grandes problemas.
Pienso en la invasión europea a nuestro territorio, seguramente fue más cruel que el coronavirus, aunque no sabemos cómo va a terminar esto, pero nuestro pueblo logró sobrevivir frente a esa situación. Sigue enfrentando las secuelas del genocidio que se planificó y se ejecutó como política de Estado hace 40 años, donde perdimos familiares, amigos, vecinos, indígenas y ladinos, personas como Meme Colom, líderes y lideresas que se organizaron para construir un país distinto para alcanzar la justicia, la igualdad, la solidaridad y el respeto a todos los seres humanos y la madre naturaleza.