Créditos: EFE
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Desde hace dos semanas, bandas criminales lideradas por Jimmy “Barbecue” Cherizier han desatado una ola de violencia en el país e incluso amenazaron con una guerra civil si el gobierno interino de Henry no renunciaba.

Por Prensa Comunitaria*

La renuncia del primer ministro de Haití, Ariel Henry, es un nuevo punto de quiebre que se suma a la profunda crisis humanitaria, política, económica y de seguridad que vive la población en la nación caribeña. Expertos afirman que el país está al borde de ser un Estado fallido.

En un video con fecha del lunes 11 de marzo, Henry aceptó renunciar al cargo después de una reunión de los líderes de la Comunidad del Caribe (CARICOM) en Jamaica para discutir la crisis en Haití, quienes emitieron un comunicado en el que dijeron que el consejo de transición estará conformado por siete miembros, seis de ellos representando a coaliciones políticas haitianas y el séptimo un representante del sector privado, además de dos miembros sin derecho a voto de la sociedad civil.

El consejo de transición elegirá al nuevo primer ministro e iniciará el proceso para celebrar las próximas elecciones presidenciales.

A través de un comunicado, el Gobierno de Guatemala expresó “su preocupación por la grave crisis política y de seguridad” que atraviesa el país y reconoció los esfuerzos liderados por la CARICOM.

El Gobierno de la República de Guatemala reafirma su apoyo al pueblo haitiano y su voluntad de apoyar los esfuerzos que realice la comunidad internacional para aportar a la solución de la crisis haitiana, en el marco de los principios de solidaridad, cooperación y firme compromiso con la paz, la seguridad, y la democracia en la región”, se lee en el documento.

El primer ministro haitiano anunció su dimisión en un video ante semanas de presión y aumento de la violencia. “El gobierno que lidero renunciará inmediatamente después de la instalación de un consejo [de transición]”, declaró Henry, que se vio forzado a quedarse en Puerto Rico luego que pandillas armadas impidieran su regreso a Haití.

“Quiero agradecerle al pueblo de Haití por la oportunidad que me ha dado. Le pido a todos los haitianos mantener la calma y hacer todo lo que puedan para que la paz y la estabilidad retornen lo antes posible”, afirmó Henry en el video.

Ariel Henry había viajado a Kenia para firmar un acuerdo para el despliegue de una fuerza internacional de seguridad que ayudara a controlar la violencia. Las bandas criminales que operan en Puerto Príncipe controlan el 80% de la capital del país y aprovecharon la ausencia del primer ministro para realizar una serie de atentados, entre ellos: el intento de tomar el control del principal aeropuerto de Haití y el asalto a una cárcel de la que escaparon alrededor de 3,700 presos. Puerto Príncipe y la región que la rodea lleva un mes bajo estado de emergencia, con un toque de queda que se ha extendido.

Jimmy “Barbecue” Cherizier, el líder de una alianza de nueve pandillas que organizó los ataques, dijo que no permitirían que Henry regresara a Haití y lo instó a renunciar. El primer ministro asumió el cargo desde julio de 2021, tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse.

Cherizier antes de ser líder pandillero formó parte de la policía. Actualmente, enfrenta sanciones de la ONU por cometer abusos contra los derechos humanos y perpetrar ataques mortales contra civiles- Según el organismo internacional los ataques de Cherizier “han contribuido directamente a la parálisis económica y la crisis humanitaria de Haití”. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también lo acusa de abusos contra los derechos humanos y de realizar “brutales ataques contra civiles en Puerto Príncipe desde 2018”.

Según CNN, en una entrevista que concedió a finales de febrero, “Barbecue” dijo que las pandillas estaban buscando cambiar el sistema actual y crear un nuevo Haití.

Desde la muerte de Moïse, Chérizier pasó a tener un papel más protagónico al promover una revolución contra la “corrupta” élite política del país. Pero no solo exigió la dimisión del primer ministro sino también le pidió una amnistía y la liberación de todos los miembros de su grupo.

Recientemente en redes sociales, una de sus herramientas para difundir sus mensajes y captar seguidores para su organización armada, pidió a la Policía Nacional de Haití y al ejército que “asuman su responsabilidad y arresten a Ariel Henry”. Agregó que la población no es su enemigo.

Henry, un político y neurocirujano de 74 años, había prometido renunciar en febrero de este año, pero no lo hizo ya que, según él, no hay condiciones de seguridad para garantizar unos comicios para elegir a presidente, diputados y los demás cargos de elección popular. La última vez que los haitianos acudieron a las urnas fue en 2016.

Crisis se profundizó

Haití, con 11.7 millones de habitantes, es el país más pobre de América, hundido desde el terremoto de 2010 en una crisis sin precedentes. La catástrofe redujo en 67% el Producto Interno Bruto (PIB) haitiano que se agravó también por nuevos desastres naturales.

El Banco Mundial estimó que, en el 2023, el 63 por ciento de los haitianos viviría con US$3.65 diarios y al menos unos 5.2 millones de personas necesitan asistencia alimentaria y de vivienda, una cifra que aumentó un 20 por ciento desde 2022. La ONU estima que unas 4.9 millones de personas sufre de inseguridad alimentaria aguda.

Además, el número de desplazados ha aumentado. Según las Naciones Unidas (ONU), unas 15 mil personas abandonaron sus hogares en las últimas semanas. En diciembre de 2023, la Organización Mundial para las Migraciones habría cifrado en 310,000 el número de desplazados internos a causa de la violencia de pandillas y la privación de servicios básicos.

La crisis se agudizó tras el asesinato de Moïse por un grupo de mercenarios colombianos que asaltó la residencia presidencial. Aunque los sospechosos fueron detenidos, las investigaciones aún no determinan quiénes fueron los culpables del magnicidio que provocó un vació en el poder. La impopularidad de Henry fue aprovechada por las pandillas para tomar cada vez más territorio de influencia hasta lograr este martes la dimisión del primer ministro.

Henry viajó a Nairobi, capital de Kenia la semana antepasada para firmar un acuerdo sobre el despliegue de una fuerza policial multinacional para ayudar a combatir la violencia de las pandillas. El año pasado el país africano se ofreció voluntario para liderar dicha fuerza multinacional, pero el Tribunal Superior de Kenia retrasó el plan. Un juez argumentó que el despliegue sería ilegal ya que el Consejo de Seguridad keniano carece de autoridad legal para enviar policías fuera de su país.

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En Haití, el posible despliegue de policía keniana recibió reacciones encontradas por parte de las personas que han sufrido a manos de las pandillas. Algunos afirmaron que el plan era una pérdida de dinero y tiempo.

Según cifras de 2023, la policía nacional de Haití sólo cuenta con 9.000 agentes en servicio activo en un país de 11,5 millones de habitantes. Estimaciones de la ONU sugieren que necesitan alrededor de 26.000.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se comprometió a entregar US$100 millones más para financiar una esperada fuerza de seguridad de 1.000 soldados de Kenia, respaldada por la ONU. La contribución propuesta por Blinken para la fuerza de seguridad asciende ahora a US$300 millones, tras el anuncio de otros US$33 millones designados para asistencia humanitaria.

Jake Johnston, un economista y escritor que investiga sobre Haití para el Center for Economic and Policy Research en Washington D.C, dijo a la BBC Mundo que la complicada situación de Haití es la consecuencia de un cúmulo de intervenciones militares y de ayuda humanitaria fallidas.

“En los pasados 30 años y poco más, hemos visto la externalización del Estado haitiano. Aun antes del terremoto de 2010, un 80 % de los servicios públicos en Haití era controlado por actores privados. Ya sea organizaciones sin fines de lucro, iglesias, bancos de desarrollo y el sector privado, pero no el Estado. El Estado no está realmente presente en la vida de la gente”, aseveró.

*Con información de diarios internacionales

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