Créditos: Shirlie Rodríguez
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Diferentes organizaciones y colectivos se unieron para salir a las principales calles de Xela y alzar la voz en contra de la violencia hacia las mujeres. También exigen a las entidades de gobierno atender las necesidades de la población que representa más de la mitad en el país. 

Por Shirlie Rodríguez

“Las niñas no se tocan, no se queman, no se violan, no se matan”, fue una de las principales consignas que cantaban las mujeres que salieron a las calles a marchar en Quetzaltenango, este viernes 8 de marzo. En bloque se congregó y caminó por la zona 3, pasó por el mercado La Democracia, hasta llegar al parque central en la zona 1, en donde continuó manifestando sus exigencias. 

“Marcho por mí, por mi mamá, por las que no pueden salir y las que quieren ser libres y felices en Guatemala. No nos quedemos calladas y sigamos luchando cada día. Demuestra cada día que eres mujer y que eres valiosa”, dijo Jenifer Pérez, quien llegó desde el municipio de Cajolá para manifestarse este 8 de marzo. 

Fueron varias organizaciones las que participaron como BeRadFem Xela, también la Asociación Ixoqib’ Miriam, el Bloque Feminista, la Red de Mujeres de Quetzaltenango y representantes del Consejo del Pueblo Maya. 

Las mujeres indicaron que un tema relevante de esta fecha es poner a la vista y en discusión el tema de la violencia que continúa en el país y que afecta a diario, pero no hay respuestas de las autoridades o instituciones que deberían velar por su cuidado. 

“La policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, decía otra de las consignas. 

Foto de Shirlie Rodríguez

Mildred García, una mujer maya K’iche’, es sobreviviente de violencia y desde hace 15 años apoya las marchas. Recuerda el suceso que marcó su vida. Su conviviente le roció gasolina en el cuerpo e intentó quemarla, pero no lo logró.

Ahora se dedica a trasladar el mensaje a más mujeres para que salgan del círculo de violencia en el cual pueden estar. García es originaria de Cantel y su recorrido la lleva a los municipios y a comunidades alejadas, por lo tanto sigue participando en estas marchas para continuar llevando un mensaje de lucha. 

Pilar Bagur, del Bloque Feminista de Quetzaltenango dijo que hay desafíos y brechas por cortar en cuanto el acceso a la justicia y el respeto a los derechos de las mujeres. 

Agregó que al gobierno se exige que se tomen en serio las demandas de las mujeres porque los hechos de violencia se mantienen, pero esperan que este gobierno pueda mejorar las cosas para la mitad de la población en el país y que sean resueltas las exigencias. 

Foto de Shirlie Rodríguez

El colectivo Ixoqib’ Miriam se pronunció en apoyo a su compañera Carmen García, quien está siendo criminalizada por denunciar el fraude en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). 

Mencionaron que apoyar la lucha universitaria no era un delito sino un derecho, por lo tanto expresaban su apoyo a García. 

Se expresan por las niñas 

La marcha llamó la atención de las personas que se encontraban en la calle, mientras la caminata pasaba frente a la escuela Soledad España en la zona 3, algunas alumnas interrumpieron su recreo para asomarse a la puerta para observar y saludar a quienes gritaban: “Señor, señora, no sea indiferente. Violan a las niñas en la cara de la gente”. 

Foto de Shirlie Rodríguez

Cuando el recorrido llegó a la zona 1 de Xela, a un costado del monumento a la Madre, un grupo de niñas de la escuela Manuel Ortega se unió a las demás que manifestaban. Con globos morados y miradas de asombro, se sumaron a la marcha y lideraron el recorrido hasta llegar al parque. 

Foto de Shirlie Rodríguez

Jazmin Tepé López, de sexto primaria dijo en la tarima que además de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, en Guatemala recordaban el suceso en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en el cual murieron quemadas 41 niñas y otras 15 resultaron gravemente heridas en 2017. 

“Estaban recluidas en una habitación bajo llave y no pudieron escapar de las llamas del incendio. Necesitamos que los derechos de las mujeres sean respetados y escuchados, para vivir con dignidad, libres de violencia y discriminación. No puede haber democracia perfecta ni sociedad justa sin la igualdad de género”, dijo Jazmin. 

Además de exigir justicia por este caso que lleva siete años y aún no hay respuesta a las víctimas, también recuerdan que las niñas y adolescentes en el país están haciendo un trabajo arduo para defender sus derechos. 

Claudia Martínez, vecina quetzalteca dijo que por esta lucha se lograron reformas al Sistema de Alertas Alba Keneth, lo cual obliga a las telefonías que se notifique cuando una niña, niño o adolescente ha desaparecido. 

Mencionó que este avance no es gracias a las empresas telefónicas, tampoco a los diputados, sino a los grupos de niñas que se mantienen formando políticas públicas para implementar, tanto a nivel nacional como a nivel local con las municipalidades. 

“Ojalá todos podamos luchar como niñas”, concluyó. 

La Santa Vulva recorre las calles de Xela  

“Santa Vulva, llena eres de gracia, el placer es contigo. Bonita tú eres en todas las mujeres”, era el mensaje de la carroza de la Santa Vulva, la cual acompañó la marcha en Xela. 

El bloque de mujeres lesbianas y bisexuales llevaron el mensaje de la autonomía y el placer de los cuerpos, sin importar la preferencia sexual e identidad de género.

Foto de Shirlie Rodríguez

Raquel González, de la asociación Vidas Paralelas explicó que quisieron posicionar también el tema de los femicidios y desapariciones de mujeres en el país, ya que no se están investigando.

“Exigimos primero visibilizar que esto está sucediendo, hay un silencio sistemático del Estado. Acá en Quetzaltenango se ha instrumentalizado la Ley de Femicidio por parte de las instituciones del Estado lo cual quita la importancia real de aquellas mujeres que realmente están sufriendo violencia”, enfatizó González. 

Vidas Paralelas exigió la investigación y atención a los crímenes contra mujeres trans que están sucediendo en el suroccidente del país, de los cuales no se habla y no hay justicia. 

Las organizaciones instalaron un tendedero en donde podían escribir sus denuncias y demandas y luego colgarlas. Algunos mensajes eran dirigidos a catedráticos universitarios acosadores. 

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