Créditos: Emmanuel Andrés
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Juárez Mateo, autoridad maya Q’anjob’al forma parte de un gobierno que representa a los pueblos, o como él le llama, naciones, que habitan en Huehuetenango: Q’anjob’al, Akateko, Chuj, Popti’ y mestizo. Su trayectoria y defensa de los derechos de los pueblos indígenas, llevó a pobladores a proponerlo como candidato a gobernador de ese departamento. Un reto que asumió y de ser electo enfocará su gestión en: salud, educación, gobernanza y gobernabilidad, entre otros.

Por Isela Espinoza

“La gobernabilidad viene desde los territorios”, dijo Rigoberto Juárez Mateo, autoridad maya Q’anjob’al de Santa Eulalia, Huehuetenango. Una frase que con el tiempo ha reafirmado en su trayectoria como defensor de los derechos de los pueblos indígenas en el país y fuera de las fronteras. Sin embargo, su lucha le ha costado la criminalización y su libertad. A pesar de los desafíos, recientemente aceptó postularse para gobernador por ese departamento.

Rigoberto Juárez Mateo, es uno de los pocos hombres que aún utilizan el kapixhay, una capa confeccionada con lana negra o café oscura, elaborada en telar de pie. En el cuello, las mangas y el borde se distinguen bordados elaborados con finos hilos de diversos colores. Esta prenda forma parte de la indumentaria tradicional del pueblo Q’anjob’al. Para algunos pueblos mayas del altiplano occidental de Guatemala, el kapixhay es parte de un traje que merece respeto. Él completa su vestimenta con un sombrero, camisa de vestir, pantalón de tela y sandalias.

Con un tono de voz pausado y suave, señaló que de llegar a ser gobernador su plan de gobierno se basa en cinco ejes claves para el desarrollo del departamento: salud, educación, gobernanza y gobernabilidad, relación entre los pueblos indígenas y la convivencia con los vecinos que habitan del lado de la frontera con México.

Sentado en un banco de plástico ubicado al centro de una habitación con piso de tierra y construida de barro, madera y techo de lámina, habló de sus prioridades. Este espacio le sirve de comedor, cocina y sala. A sus pies, un gato resguarda a su amo mientras concede la entrevista a Prensa Comunitaria.

Foto de Emmanuel Andrés

“Los pueblos indígenas tienen un rol importante en este momento y es ahí donde hay que restablecerlo”, enfatizó Juárez Mateo, quien el pasado 9 de febrero se presentó a la sede del Consejo Departamental de Desarrollo (CODEDE), ubicado en la cabecera de Huehuetenango, para entregar la documentación como aspirante al cargo de gobernador.

Ese día se cerró la recepción de papelería de la ciudadanía interesada en postularse para dirigir la Gobernación Departamental. Solo en Huehuetenango se postularon 87 personas tras la convocatoria pública realizada por el presidente Bernardo Arévalo. El número, según Juárez Mateo, representa el deseo de participar de la ciudadanía cuando hay voluntad política, en referencia a los cambios que la población espera durante el gobierno de Arévalo.

“Ojalá que la voluntad política no ciegue al presidente y sepa escoger a las personas que sí le van a ser útiles en el ejercicio de la gobernanza y gobernabilidad del país, por eso es tan importante la democracia. Esto no hubiera pasado si hubiera habido un golpe de Estado”, manifestó.

Juárez Mateo también fue una de las autoridades que se movilizaron durante las jornadas de protesta en defensa de la democracia, que iniciaron el 2 de octubre de 2023, en el altiplano occidental y luego acuerpó, junto a las Autoridades Ancestrales de Iximulew, un plantón en la 7ª. Avenida y 9ª. Calle de la zona 1, para presionar al Congreso de la República la no aprobación del Presupuesto 2024 y rechazar el retiro del antejuicio en contra de cuatro magistrados titulares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) como parte de la judicialización del proceso electoral impulsado por el Ministerio Público (MP) de Consuelo Porras.

“No es una decisión personal”

Mientras presentaba su papelería en la sede de la Gobernación Departamental, Juárez dijo que no es la misma práctica política que financia a las personas para que lleguen a acompañarlo y agregó que su motivación fue el apoyo de las personas que lo propusieron.

“No es una decisión de Rigoberto Juárez como persona sino más bien una petición de muchos hermanos y hermanas a nivel departamental. Hablaron conmigo para ver si estaba dispuesto a hacer el ejercicio”, reiteró durante la entrevista que concedió un día después a Prensa Comunitaria.

Huehuetenango es uno de los departamentos con mayor número de municipios, 33 en total. Además, por su ubicación geográfica colinda con la frontera de México por lo que enfrenta desafíos relacionados al crimen organizado, migración, pobreza y desnutrición.

Además, en ese departamento viven nueve pueblos indígenas más el mestizo. “Hay 10 formas de entenderse colectivamente en el departamento. Sin embargo, a lo largo de la historia los pueblos indígenas no hemos sido parte del desarrollo y este es el reto que asume el gobierno de hoy para ver si trata de entender la configuración de esa diversidad en el país”, declaró.

Para Juárez Mateo, desde 1821, el Estado de Guatemala ha representado para los pueblos indígenas represión, criminalización y exterminio. Por lo que su propuesta como gobernador también parte de aplicar políticas de gobernanza y gobernabilidad desde la convivencia y diversidad de los pueblos que habitan Huehuetenango. Juárez consideró que “hay una deuda histórica” por parte del Estado hacia los pueblos indígenas del país, por lo que Arévalo tiene el reto de cambiar esas relaciones de poder.

“No es el gobierno central el que va a llegar sino más bien la gobernanza y la gobernabilidad viene desde los territorios”, dijo. Por otro lado, también recordó que, a partir de la reforma al Código Municipal tras la firma de los Acuerdos de Paz, se configura la regionalización de las municipalidades en mancomunidades, conformadas a partir del grupo de municipios que conviven en un territorio determinado.

En Huehuetenango hay cuatro mancomunidades: la frontera norte de Huehuetenango, en donde se encuentran los gobiernos municipales en el territorio Q´anjob´al; la mancomunidad Mam; la mancomunidad Huista y la mancomunidad central.

Foto de Emmanuel Andrés

Juárez ve otro desafío en el trabajo de las municipalidades para promover el desarrollo en conjunto “que no ha habido”. Según explicó, la influencia de los intereses de los partidos políticos ha impedido el desarrollo y permitido la profundización de la corrupción en el departamento.

“Hay dos formas que estoy planteando. Una es la gobernabilidad (organización comunitaria) desde nuestras nacionalidades (pueblos indígenas). Dos, la gobernanza a partir del conjunto de los municipios en el ejercicio de las mancomunidades y, si eso lo logramos hacer, tendremos la posibilidad de un desarrollo conjunto en Huehuetenango a partir de nuestras identidades. En ese sentido no estamos excluyendo al mestizo, porque ya es parte de la configuración de la división política de Huehuetenango”, enfatizó el candidato a gobernador.

En los pueblos indígenas la gobernabilidad es parte de la organización comunitaria que es el referente de lo que sucede a nivel local, comentó Juárez Mateo. Si el presidente Arévalo logra entender la diversidad de los habitantes del país va a trascender en la historia, de lo contrario se continuará viviendo en un Estado ajeno, monocultural, excluyente y criminalizador, agregó.

Para Juárez, los gobernadores también han respondido a las prácticas corruptas desde que los mandatarios también responden a intereses de grupos delictivos o que se enriquecen del Estado.

Las propuestas

“Las instituciones se crean para servir a la población. En ese sentido el gobernador es la cabeza que va a articular la coordinación entre las instituciones”, dijo previo a explicar cómo el Estado se ha separado del bien común. Por ejemplo, en el caso de los recursos naturales, la ley de energía y minas los establece “como un recurso del Estado”. Pero para las comunidades que viven cerca de ellos es un bien que pertenece al pueblo. Esa visión es un reto, comentó.

En el caso de Huehuetenango, las funciones de la Policía Nacional Civil (PNC) han sido puestas al servicio del sector privado con desalojos, por ejemplo. “Hay que hacer un ejercicio de cambio de roles y la profundidad del ejercicio de estas instituciones al servicio del pueblo, No creo que se pueda cambiar en cuatro años, pero sí es posible que se puedan sentar las bases”, opinó.

Foto de Emmanuel Andrés

En cuanto a sus propuestas, Juárez Mateo resaltó que de ser electo gobernador priorizará que el sistema de salud, ejercido por los pueblos indígenas, sea tomado en cuenta ya que la medicina ancestral ha mantenido vivo a los pueblos indígenas. Además, el sistema educativo también debe retomar y resaltar los elementos fundamentales de la cultura Maya, Garífuna y Xinka.

Desarrollar estas propuestas forman parte de la gobernanza, gobernabilidad y relación entre los pueblos indígenas. Según Juárez Mateo, aunque en Huehuetenango habitan diferentes pueblos si migran a otro municipio pierden su identidad ante la discriminación.

Preso político

El 24 de marzo del 2015, Rigoberto Juárez Mateo y el también dirigente comunitario de Santa Eulalia, Domingo Baltazar, fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional Civil al salir de la oficina de una organización de derechos humanos.

“La empresa privada y el Estado nos lleva a la cárcel criminalizados por el ejercicio de la mediación y el diálogo. Convirtieron ese ejercicio en delito”, recordó. El aspirante a gobernador estuvo en la cárcel 1 año y cuatro meses por defender el territorio y el agua. En 2011, Rigoberto Juárez viajó en varias ocasiones a la ciudad de Guatemala para denunciar los atropellos de las empresas hidroeléctricas en el territorio maya Q’anjob’al.

En el caso de Santa Eulalia, la empresa CINCO M (Hidro San Luis) atentó, en aquel entonces, contra los derechos de las comunidades opuestas al proyecto hidroeléctrico. Juárez Mateo también denunció el papel de la empresa Ecoener Hidralia Energía (Hidro Santa Cruz, en Barillas) y la empresa Proyecto de Desarrollo Hídricos S.A. PDHSA (Hidro San Andrés y San Mateo en San Mateo Ixtatán).

En septiembre de 2013, Rigoberto Juárez, como autoridad ancestral Q’anjob’al, formó parte de la comisión que estableció una primera mesa de diálogo con el entonces presidente Otto Pérez Molina; los ministros de Gobernación, Mauricio López Bonilla; de la Defensa y el de Medio Ambiente. Aunque se alcanzaron acuerdos, meses después el gobierno de Pérez Molina los incumpliría, originando la incursión militar y policial sin coordinación con las autoridades comunitarias. Esto provocó detenciones contra dirigentes hombres y mujeres.

Tras ser liberado, su lucha en defensa de los derechos humanos continúo al atender el llamado de “los hermanos de otros pueblos indígenas” para que aportara sus conocimientos en la discusión de reformas constitucionales en el sector justicia en 2016. “Llevamos hasta el Congreso la propuesta a la reforma del artículo 203 constitucional. No fue posible, pero eso dio una pauta importante para restablecer y visibilizar a las autoridades ancestrales”, resaltó.

Rigoberto Juárez Mateo en su vida diaria dedica tiempo a su huerto familiar en donde siembra ayote, chilacayote, tomate, cebolla, chile, entre otras hortalizas. Durante su trayectoria ha ocupado diversos cargos en instituciones dedicadas a velar por los derechos de los pueblos mayas. “Soy maya Q´anjob´al”, se identificó. Con 15 años de edad, inició su participación comunitaria en Santa Eulalia, estudió un Técnico en Salud Rural en el departamento de Izabal. Al recibirse en 1978, ejerció este puesto en el vecino municipio de San Mateo Ixtatán, donde habita la población maya Chuj.

Pero el Conflicto Armado Interno (1960-1996), le obligó a salir a México en 1980. “Nos obligaron a irnos del país. Prácticamente una persecución en contra de la juventud ya que era captada por el Ejército o simplemente se moría. Entonces, dije: no voy a servir a una institución que está matando a mi pueblo”, comentó.

Juárez también recordó que integró la guerrilla “no porque quisiera ser comunista” sino que quería cambiar las condiciones de vida en este país. Luego de la firma de los Acuerdos de Paz, en 1996, empezó a trabajar en la implementación del Acuerdo sobre la Identidad de Derechos de los Pueblos Indígenas. Fue coordinador de la Comisión para la Defensa y Promoción de los Derecho Específicos del Pueblo Maya Wuqub’ N’oj, de la Coordinadora de Organizaciones del Pueblo Maya de Guatemala (COPMAGUA), de la Asociación MUJB’AB’L YOL y miembro del Consejo Nacional de Principales del Fondo de Desarrollo Indígena Guatemalteco.

También fue secretario de la Junta Directiva del Consejo Superior de la Academia de las Lenguas Mayas de Guatemala (ALMG). Y entre 1998 y 1999 trabajó en la implementación de las radios comunitarias.

A nivel internacional, formó parte del grupo que aportó conocimientos para lo que hoy es la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas en Ginebra.

“Soy parte de las autoridades Iximulew y hemos sido parte de la transformación del país. Mientras haya vida vamos a seguir trabajando por visibilizar y que se restablezcan los derechos milenarios de nuestros pueblos especialmente la Maya”, finalizó.

La entrevista fue realizada por Francisco Simón para el especial “Territorios y Gobernaciones”

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