En menos de tres meses los incendios han consumido 1 mil 377 hectáreas de bosque

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Créditos: Leopoldo Batz
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

En casi tres meses la Conred reporta la detección de 478 incendios en todo el país (la mayoría de ellos forestales). Estos siniestros han provocado la pérdida de más de 13 kilómetros cuadrados de bosque.

Por Rony Ríos

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) contabiliza la temporada de incendios de diciembre de 2023 a junio de 2024 y durante los primeros meses ha registrado 500 incendios, 351 de ellos catalogados como forestales y 149 no forestales.

Los incendios forestales son los que se presentan en bosques naturales y que pueden ser iniciados de forma espontánea o con intervención humana, mientras que los no forestales se dan en pastizales.

Estos incendios han provocado la pérdida de 1,377 hectáreas de bosque, siendo Huehuetenango y Quiché los departamentos más afectados, ya que han consumido 419 y 391 hectáreas, respectivamente.

Los incendios presentados hasta la fecha equivalen a más de 2,151 campos de futbol (cada cancha tiene en promedio 6,400 metros cuadrados).

Además, la Conred reportó que existen 34 incendios forestales activos, por lo que al menos 1,600 brigadistas realizan acciones por vía terrestre y aérea para controlar y liquidar los siniestros. Estos incendios están distribuidos en Chimaltenango, Guatemala, Huehuetenango, Jutiapa, Quetzaltenango, Quiché, Sacatepéquez, San Marcos, Santa Rosa, Sololá, Suchitepéquez y Totonicapán.

Aunque se han presentado múltiples incendios en los últimos días cobraron notoriedad por el siniestro de gran magnitud originado en el volcán de Agua, Santa María de Jesús Sacatepéquez, para el cual los brigadistas han realizado más de 227 vuelos para descargar 59 mil 100 galones de agua y lograr apagar el fuego en el 40 por ciento de la extensión.

Estas acciones también sirvieron para controlar el resto del fuego y aunque se mantiene activo, han logrado evitar que se continúe propagando.

El Fenómeno del Niño un riesgo

El clima, específicamente el Fenómeno del Niño, provocará que las altas temperaturas y la poca aparición de lluvia en los meses siguientes sean un ambiente propicio para la propagación rápida de incendios, lo cual se podría ver aplacado en agosto con el Fenómeno de la Niña, cuando se prevé que comience la temporada lluviosa.

Según el Instituto nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), entre marzo y abril las temperaturas se incrementarán hasta 43 grados Celsius. En Zacapa las temperaturas máximas se registrarán entre 41 y 43 grados, mientras que en Petén serán de entre 40 y 42.

En la región de Escuintla y la costa sur se esperan temperaturas de entre 37 y 39 grados, mientras que en la capital y el resto de la meseta central se prevén máximas entre 32 y 34.

El meteorólogo de Insivumeh, César George, indicó que en el presente mes se sobrepasaron los 40 grados en La Fragua, Zacapa, generando preocupación porque marzo y abril son los meses más secos, favoreciendo la proliferación de incendios forestales. George también señaló que no se descarta que en abril se presenten eventos aislados de lluvias.

Debilitamiento institucional

En opinión del exsecretario de la Conred, Alejandro Maldonado, hay que aplaudir las acciones de los bomberos y el personal de campo, pero se tiene que recuperar el sistema porque durante las gestiones de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei se provocó un debilitamiento institucional que repercute en la prevención y respuesta ante los incendios.

Según los reportes de la Conred, de los últimos seis años, el 2019 y 2020 fueron los peores, ya que durante la temporada de incendios reportaron 1,412 y 1397 siniestros, respectivamente.

Maldonado indicó que se debe fortalecer el sistema de control y prevención de incendios a través de la capacitación y formación de agricultores en el uso de fuego, ya que son muy pocos los siniestros provocados de forma natural.

Además, el exsecretario señaló que para reducir los incendios provocados por las personas es necesario realizar capacitación para evitar la negligencia o descuido en el uso del fuego, mientras que, para combatir los incendios provocados intencionalmente hay que aumentar los guardias forestales.

Otro de los aspectos que se deben fortalecer son las alertas tempranas y detección de incendios forestales porque entre más rápido se identifiquen los puntos de calor más fácil se pueden controlar.

En opinión del exdirigente de la Conred, desde el Organismo Legislativo también se puede ayudar a reducir la aparición de incendios, por medio de la Ley de Aguas y la Ley de Uso del Fuego.

En riesgo la flora y fauna

Maldonado además explicó que el cambio climático, las condiciones meteorológicas y la topografía de los lugares repercuten fuertemente en la propagación y expansión de los incendios.

“Es indudable que estamos experimentado los efectos negativos del cambio climático y esto no hace más que reforzar la urgencia de implementar medidas de adaptación y mitigación del cambio climático”, sentenció el extitular de la Conred.

Representantes del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) indicaron que con los incendios se ponen en riesgo especies de flora y fauna que habitan en el país.

Con el incendio en el Volcán de Agua se pone en riesgo especies animales como el quetzal, búhos, zorro gris, mapaches, tacuazines, tigrillos, jaguarundis, ocelotes, tepezcuintles, iguanas, lagartijas, venados, 17 familias de reptiles y aves.

Asimismo, el terreno catalogado como bosque nuboso se vio consumido, parcialmente, por el fuego, donde también se pudieron ver afectados los helechos, orquídeas, musgos, pinos y encinos que llevan años creciendo en el lugar.

Aunque algunos cuerpos de animales calcinados ya fueron ubicados en el incendio, la organización Antigua Exotic informó que rescataron a un oso hormiguero y un mapache, mientras los animales buscaban refugiarse en Palín, Escuintla.

Finalmente, el Conap resaltó que las especies de fauna tienen un rol específico en los ecosistemas como la dispersión de semillas, polinización, controlar plagas y mantener el equilibrio ecológico, por lo que la exterminación de estas especies afecta el ecosistema.

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