La sociedad civil exige a los gobiernos que pongan fin a su complicidad con el genocidio israelí

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Créditos: Mohammed Zaanoun / Activestills
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“Anthony Blinken ha subrayado la importancia de evitar más daños a la población civil y de proteger las infraestructuras civiles en Gaza”, afirmaba ayer un portavoz del departamento de Estado de EE UU, después de que el secretario de Estado convalidase de nuevo su apoyo a Israel, descartando presionar para un alto al fuego, durante su visita a Tel Aviv. Las declaraciones de las autoridades de la superpotencia entonan la misma cantinela que viene manteniendo en los últimos meses, pedir moderación a Israel, pero sin usar su influencia sobre su aliado para detener la masacre.

Por El Salto

Al contrario, EE UU despliega sus tropas para apuntalar la ofensiva de su socio en Medio Oriente atacando a los huthíes, el actor que está poniendo al Estado sionista en dificultades situando en el punto de mira las embarcaciones israelís que pasan por la Mar Rojo. Ayer fuerzas estadounidenses y británicas habrían derribado drones y misiles huthíes en el área, según informaba la agencia Reuters.

El genocidio, mientras, continua, el número de palestinos y palestinas muertos en Gaza se eleva a 23.210, según las autoridades de la Franja, una cifra que podría superar los 30.000, pues son miles las personas desaparecidas bajo las ruinas. Según un informe del Decentralised Damage Mapping Group publicado el pasado 5 de enero, aproximadamente la mitad de los edificios en la Franja habría sido dañado o destruido, en el caso del Norte del territorio el porcentaje asciende a entre 71,1 y 82,7, es decir, más de 7 casas de cada diez, siguiendo cálculos conservadores, han sido arrasadas por el ejército sionista. Este nivel de destrucción, denunciaba ayer el relator especial de Naciones Unidas para el derecho a una vivienda adecuada, Balakrishnan Rajagopal, debería ser tenido en cuenta por la CIJ en la causa presentada por Sudáfrica.

La destrucción de viviendas e infraestructuras no se limita a Gaza, junto a los soldados y sus vehículos blindados, las excavadoras acompañan al ejército israelí en Cisjordania, destruyendo hogares, calles y carreteras. Tampoco el desplazamiento de población civil se circunscribe a los palestinos, son ya 76.000 las personas que han tenido que dejar sus hogares en el sur del Líbano ante los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah.

Mientras, la iniciativa de Sudáfrica va sumando adhesiones, ayer, durante una Asamblea de las Naciones Unidas los portavoces ante la ONU de las Maldivas, Namibia y Pakistán manifestaban su apoyo a la denuncia. Estos países se suman a Bolivia, Jordania, Malasia y Turquía quienes ya mostraron su respaldo a la acción sudafricana. También la Organización para la Cooperación Islámica, que representa a 57 Estados miembros de cuatro continentes, ha respaldado públicamente la causa. La CIJ podría avanzar medidas provisionales a finales de esta semana.

Naciones Unidas también considera la inanición a la que el ejército de ocupación está sometiendo a la Franja —con un 45% de la población sufriendo hambruna severa, y zonas en las que 9 de cada 10 familias pasan jornadas enteras sin ingerir alimentos, según denunciaba en X la relatora especial para los territorios ocupados palestinos, Francesca Albanese— como un agravante a ser considerado dentro de la iniciativa sudafricana.

Albanese denunciaba la imposibilidad de medios de comunicación y representantes de organizaciones de derechos humanos de ingresar en la Franja para documentar violaciones de derechos humanos como el hambre, que, señalaba, forman parte de la destrucción física de la población en el marco del genocidio.

La sociedad civil se moviliza

Una campaña internacional que reúne a más de 900 organizaciones en todo el mundo, bajo el nombre Coalición Internacional para Parar el Genocidio en Palestina, se ha articulado para apoyar la causa sudafricana. El grupo, reúne a movimientos sociales relacionados con los feminismos, los movimientos de solidaridad con Palestina como la Federación General Palestina de Sindicatos y la Red Palestina de ONG, organizaciones de derechos humanos y de todas las religiones. La carta urge a todas las organizaciones firmantes a “presionar a sus gobiernos para que introduzcan de manera inmediata una Declaración de Intervención en apoyo al caso de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para poner fin a la masacre en los Territorios Palestinos Ocupados”.

Y es que, según declaraba Lamis Deek, co-fundadora de la Alianza Legal Global por Palestina y de la Comisión de Crímenes de Guerra en Palestina. “El genocidio es el mayor crimen que existe y ninguno ha sido tan documentado públicamente como el genocidio israelí en Palestina. La sinceridad de los compromisos de los Estados con los principios de Ginebra y de las Convenciones contra el Genocidio se encuentra bajo el escrutinio más severo”.  Por su parte, Edith Ballantyne, exsecretaria general y expresidenta de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), añadía: “La guerra genocida que el gobierno de Israel está llevando a cabo en los Territorios Palestinos Ocupados contra el pueblo palestino debe detenerse. Insto a todas las personas a desafiar a sus gobiernos para asegurar que están a la altura de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, incluyendo los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”.

Fuera del Sur global, los estados siguen con su apoyo a Israel que se traduce en complicidad ante la impunidad del gobierno de extrema derecha de Benjamin Netanyahu. Como excepción, la vicepresidenta belga, Petra Sutter, anunciaba que presentaría ante su país una iniciativa para respaldar  la denuncia sudáfricana, en el mismo sentido se expresaba la secretaria general de podemos Ione Belarra, quien pedía al gobierno apoyar pública y jurídicamenta la denuncia ante la CIJ.

Mientras, la sociedad civil se moviliza, “Paremos el Genocidio en Palestina. Fin al comercio de Armas y a las relaciones con Israel”, es el lema con el que la Red Social contra la Ocupación de Palestina, RESCOP, ha convocado manifestaciones en al menos 42 ciudades para este sábado 20 de enero, para “exigir al gobierno el fin de la complicidad con el apartheid israelí”. Las movilizaciones tendrán lugar durante todo el día, y comenzarán a las 12 en ciudades como Alicante, Cuenca, Cádiz, Castelló o Madrid, y con concentraciones previstas por la tarde en Murcia, Valencia, Barcelona o Palma.

Este material se comparte con autorización de El Salto

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