Créditos: Nelton Rivera
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El reconocimiento de la ciudadanía y la comunidad internacional es uno de los logros que se llevan las autoridades indígenas que sostuvieron el plantón frente al Ministerio Público durante 105 días de resistencia pacífica. Sin embargo, ahora están a la expectativa de que el nuevo gobierno de Arévalo incluya sus demandas en sus políticas públicas.

Por Isela Espinoza

El anuncio de la visita del presidente Bernardo Arévalo al plantón que instalaron las autoridades indígenas frente a la sede central del Ministerio Público (MP) cierra una etapa del ciclo de movilizaciones en defensa de la democracia. Según representantes de la Alcaldía Indígena del pueblo Ixil de Nebaj, una segunda etapa empezaría si el nuevo gobierno irrespeta los compromisos alcanzados.

“Ahora empieza la segunda fase de la resistencia y hay que seguir trabajando. Este es parte del esfuerzo que se hace para seguir articulados y seguir motivando la participación de los pueblos indígenas, aunque no sea visible”, afirmó José Santos Sapón, integrante del Consejo de Principales de Nebaj durante un conversatorio organizado por Prensa Comunitaria.

Según comentó, tras levantarse el plantón inicia “una parte difícil” debido a que el punto de reunión ya no será el barrio Gerona en donde se encuentra ubicado el MP. Sin embargo, la unión de las autoridades indígenas que se fortaleció durante la movilización pacífica continuará con sus exigencias principales entre ellas la renuncia de la jefa del MP, Consuelo Porras, así como el planteamiento de propuestas con el objetivo de mejorar las condiciones del sistema educativo, de salud e infraestructura.

“Ojalá a Bernardo no se le ocurra alguna estupidez porque entonces sí nos va a volver a reunir”, bromeó Sapón.

En tanto, Lino de León, uno de los primeros alcaldes de Nebaj, recordó que la resistencia pacífica inició el 02 de octubre liderada por siete pueblos originarios entre ellos: los 48 Cantones de Totonicapán, las alcaldías indígenas de los municipios de Sololá y Santa Lucía Utatlán, de la región Ixil, Parlamento Xinka y Chichicastenango.

“Es la primera vez que los pueblos indígenas alzan su voz y que tuvimos la capacidad de unirnos. Es un avance. Y es la primera vez que las varas tuvieron peso. En otros momentos, la vara no se tomaba en cuenta”, comentó de León.

Durante el conversatorio, las autoridades de la región Ixil se mostraron con emociones encontradas ante el anuncio del levantamiento del plantón. Según la agenda de Arévalo, está previsto que llegue al MP a las 17:30 horas.

Ahora, las autoridades indígenas esperan que el nuevo presidente cumpla con los compromisos que alcanzaron en una reunión sostenida previo a que tomara posesión. Aunque reconocen que no será fácil, pero si toma en cuenta a los pueblos indígenas se podrá avanzar. “Hay esperanza, pero no hay confianza”, agregó uno de los representantes.

Más de 100 días de resistencia pacífica

Este domingo se cumplen 105 días de la resistencia que inició con el llamado a un paro nacional que se mantuvo durante 19 días y alcanzó hasta más de 120 tramos carreteros. Las movilizaciones a nivel nacional tomaron fuerza luego que la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) sustrajera cajas con actas originales de los resultados de las elecciones generales.

Durante más de tres meses, los pueblos indígenas fueron acuerpados por ciudadanos de diferentes municipios y departamentos, de la ciudad, inquilinos de mercados y algunos sindicatos. En un escenario improvisado, los guatemaltecos expresaron sus inconformidades con las acciones del MP en su intento de consolidar un golpe de Estado y exigieron la renuncia de la jefa del MP, Consuelo Porras; los fiscales Cinthia Monterroso y Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana.

Con el paso de los días se sumaron demandas como el rechazo al Pacto de Corruptos, la cooptación de las instituciones del Estado que ha provocado el mal estado de las carreteras, la educación y el sistema de salud.

A pesar de las amenazas de desalojo por parte del MP y el sector de empresarios organizados, las autoridades indígenas continuaron con la resistencia pacífica que ahora se retira con el reconocimiento y apoyo de la ciudadanía, de la comunidad internacional y del nuevo Gobierno.

Foto de Angie Ross

“Si no nos hubiéremos levantado Arévalo estuviera exiliado o en la cárcel. Pero con lo que hicimos, contribuimos para que hoy tome posesión”, enfatizó de León.

Las expectativas

Los alcaldes indígenas de la región Ixil manifestaron que, aunque Arévalo no tomó en cuenta representantes de los pueblos originarios en su Gabinete de Gobierno esperan que cumplan con sus funciones ya que existen ministros que integraron esas carteras en gobiernos anteriores.

Para Engracia Reina Mendoza, primera alcaldesa de Chajul, uno de los temas que esperan que se retome en la gestión de Arévalo es la justicia. Ella es sobreviviente del conflicto armado interno y lamentó que durante esta toma pacífica también hayan sido criminalizados por parte del Ministerio Público de Consuelo Porras.

Además, esperan que sean respetados sus derechos y el desarrollo en sus comunidades se consolide para evitar la migración de los niños y jóvenes.

“Nos retiramos con nostalgia, alegría y tristeza ya que son 105 días que hemos acompañado a los pueblos indígenas. Vimos al pueblo con hambre durmiendo sobre la acera. Mientras que los corruptos se llenaban las bolsas de dinero. Ese es el pueblo indígena y nos vamos a ir diciendo: hemos hecho un aporte más como lo hicieron nuestros antepasados”, agregó Sapón. Ahora, según aseguraron, el Gobierno debe sumar el poder de los pueblos indígenas en la toma de sus decisiones.

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