Créditos: Omar Pérez
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Comitivas de los cuatro puntos cardinales del país llegaron al plantón frente al Ministerio Público de Gerona, en la zona 1 de la capital, para respaldar la toma de posesión del gobierno de Bernardo Arévalo y Karin Herrera, mañana domingo 14 de enero. La medida surgió, los primeros días de octubre, como contingencia por las alertas de días previos, que señalaban se podría concretar el golpe de Estado que evitaría el cambio de mando.

Sin embargo, su llegada coincidió con el anuncio del cierre, en el día 105 de movilización, de una etapa del ciclo de movilizaciones que inició el 2 de octubre de 2023.

Por Paolina Albani

Pasadas las 4:30 de la tarde, frente al Ministerio Público (MP) se vio a varias personas desarmar las estructuras y toldos que sirvieron de dormitorios durante 104 días, a los pueblos indígenas y sus autoridades que integraron la resistencia contra el golpe de Estado. Todo esto ante la mirada expectante de varios policías.

“Como autoridades indígenas a nivel nacional, estamos levantando los toldos, porque mañana terminamos la actividad. Queremos dejar el espacio libre, para que el nuevo presidente pueda ingresar por acá. Para darle el agradecimiento. No estamos desalojando a los vendedores, estamos levantando la lucha de la resistencia”, dijo Simeón Palax Chiroy, alcalde indígena de Sololá, a los medios de comunicación que preguntaron por el movimiento del mobiliario.

Foto de Mercedes Vaides
Foto de Mercedes Vaides

Algunos de los que han formado parte del paro desde el inicio, el 2 de octubre pasado, se mostraron sorprendidos por la medida. Especialmente, porque varios líderes que tomaron el micrófono este 13 de enero dijeron que la resistencia no se acabaría con la toma de posesión.

“Vamos a seguir en la resistencia. No sé si un año o dos años, porque esos corruptos siguen en el poder, unos fueron reelectos en nuestros municipios. Ya no los queremos ahí”, indicaron las autoridades del Ixcán, más temprano.

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Lo único que sí advirtieron públicamente, fue que estarían vigilantes de las decisiones que tome el nuevo gobierno y que “volverán a levantarse si no cumplen sus promesas”.

“La promesa ha sido que será un gobierno diferente al de Giammattei. Usted tiene todo el derecho de exigirle que cumpla”, dijo un vecino de la aldea Xetacabaj, de San Cristóbal, Totonicapán cuando tomó el micrófono.

Varias caravanas provenientes de Chiquimula, Totonicapán, Huehuetenango y Alta Verapaz, y de otros puntos, se integraron a la manifestación, para respaldar la toma de posesión del gobierno, aun bajo la amenaza de no poder asumir.

La llegada de las caravanas

Desde que se instaló el paro nacional indefinido el pasado 2 de octubre, a diario han llegado a la capital diferentes caravanas, que se han turnado la participación de los pueblos para emitir mensajes contra el golpe y para nombrar los derechos incumplidos por los diferentes gobiernos, especialmente, el de Alejandro Giammattei, que ha continuado el retroceso judicial y el rompimiento de las instituciones que inició el expresidente Jimmy Morales.

Las calles que han ocupado se convirtieron en espacios seguros, donde algunos de los derechos que han sido coartados han estado protegidos. Por ejemplo, el derecho a la libre expresión y a la cultura. La presencia pacífica prolongada de los pueblos frente al MP, también ha sido parte de una estrategia para convertir el espacio en un altavoz contra la corrupción e impunidad.

En ese contexto, este 13 de enero, la llegada de las caravanas tuvo una motivación distinta. Los pueblos se organizaron para manifestarse, masivamente en la capital, para asegurarse de que se cumpla la toma de posesión de Arévalo, y arrebatar toda posibilidad al gobierno saliente de perpetrarse en el poder.

Desde muy temprano, una caravana integrada con autoridades Ch’orti’ de Olopa y Quezaltepeque, Chiquimula, salió hacia la capital para integrarse al paro indefinido.

Marvin Nájera, dirigente de la comunidad San Francisco de Asís, de Quezaltepeque, dijo que han formado parte de la resistencia desde el 2 de octubre, y que lo han hecho para defender la poca democracia que queda.

En esta comitiva viajó Francisco Santos Miguel, un hombre de 79 años, y autoridad maya de Quezaltepeque, quien, con guitarra en mano, cantó contra la corrupción.

Cuando las autoridades mayas Ch’orti’ llegaron al MP, Antonio García, autoridad ancestral de Olopa, refirió que llegó para “seguir defendiendo la democracia y a los pueblos que se encuentran en este punto, para que no se rompa el Estado de derecho, defender la Constitución y que no se violente la decisión de un pueblo”.

Al menos, 14 comunidades K’iche’ de San Cristóbal, Totonicapán, viajaron hacia el paro nacional, para demostrar su apoyo a la resistencia. Uno de los manifestantes tomó el micrófono frente al MP, y exigió desarrollo y educación en sus territorios.

“No necesitamos un salario, necesitamos desarrollo, que nos escuchen, que nuestros niños tengan una digna escuela… pero están fatales las escuelas”, dijo uno de los comunitarios de San Cristóbal.

Más tarde, las autoridades de esa comunidad corearon “queremos una Guatemala diferente. Decimos que sí se puede. Sí se puede. Un pueblo unido, jamás será vencido”.

“Si seguimos unidos, nuestro país va a cambiar. El gobierno que viene ha prometido que nos va a escuchar. Estamos para ver que el gobierno cumpla”, dijo representante de Xetacabaj, Totonicapán.

Otras comunidades maya Mam de San Miguel Las Pilas, San Andrés, Cajolá, Quetzaltenango; Champerico, Retalhuleu, y el Consejo de Tierras Ancestrales de Panzós, Alta Verapaz, también se unieron al paro.

Antes del mediodía, dos caravanas más, la primera integrada por las autoridades Q’eqchi’ de la región de Nimlajacoc, Cobán, Alta Verapaz, y la otra, de la región de Puribal y de Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, salieron rumbo a la Ciudad de Guatemala, para estar presentes en la toma de posesión del nuevo Presidente.

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Las movilizaciones han estado acompañadas de música y cultura, otro de los derechos alineados a la población.

Por ejemplo, en la tarde, la comitiva de Chimaltenango llevó música de marimba para ambientar la protesta frente al MP. Varias personas, bailaron al ritmo del son de El Grito.

Más tarde, la agrupación artística de Quetzaltenango, MAIX, cantó contra los transgénicos y los corruptos, y la estudiantina de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) se unió al plantón, llevando música.

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Conforme fue avanzando la jornada, se integraron delegaciones de Sayaxché, Petén, y de la Costa Sur.

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El reclamo por el gabinete de Arévalo

Entre los mensajes emitidos, está el de Ovidio Lucero, autoridad maya Ch’orti’ de Olopa, Chiquimula, quien expresó su malestar por la falta de inclusión de funcionarios provenientes de los pueblos indígenas. “Si no estuviéramos aquí, ya lo tuvieran a Arévalo tras las rejas…”, afirmó.

Marvin Nájera de Quezaltepeque, también pidió inclusión: “no queremos exclusión. Pedimos como indígenas, que seamos respetados desde nuestras formas de organización, cosmovisión y espiritualidad”.

Arévalo presentó a su gabinete, este 8 de enero, conformado por 7 mujeres y 7 hombres. Sin embargo, solo una de ellas es indígena: Miriam Roquel, ministra de trabajo.

Con el fin del paro nacional, es importante recordar que los pueblos indígenas han jugado un rol determinante, en la interrupción del golpe de Estado. Su movilización y permanencia durante más de tres meses, frente al MP de Gerona, en proximidad al centro de poder del país, les ha permitido ejercer una presión prolongada sobre los actores involucrados en el golpe y exigir sus renuncias. Un papel que ha dado la vuelta al mundo.

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