Créditos: Prensa Comunitaria
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Por Miguel Angel Sandoval

En los días de octubre o principios de noviembre del extraordinario año de 2023, el grupo de los cabales, o sea los oligarcas que han creído y funcionado fieles a la creencia que son los dueños de la fincona que se llama Guatemala, han tenido pesadillas interminables, pues su reinado se puso en cuestión por la vía menos esperada: una victoria electoral de una corriente de izquierda moderada y un levantamiento indígena en defensa de la democracia, el voto y el resultado electoral. En otras palabras, sus pupilos o sus monigotes, no tuvieron en esta ocasión el resultado esperado. Toda la inversión en varios candidatos, se volvió humo pues todos perdieron de manera abrumadora.

A lo anterior se suma algo que jamás en la vida habían creído posible. Esto es que sus aliados históricos, sus padres, sus verdaderos amos, se cansaran de la forma y manera que habían dirigido la finca en los últimos años, a pesar de que, en el mundo, los cambios se producían impulsando nuevas formas y modelos de hacer las cosas. Para poner un ejemplo reciente y clarísimo: mientras en los propios EEU el presidente de turno negociaba con los sindicatos, en la fincona la consigna era nada para los sindicatos y menos para las organizaciones campesinas; en un momento, que en Guatemala los marginados de siempre no estaban por más tiempo dispuestos a aceptar el yugo de los cabales.

No se discute el tema en tono figurado sino en términos muy concretos. Así, en el terreno internacional y de manera particular en Latinoamérica, la influencia de los EEUU en la OEA es algo que no se puede poner en discusión, todo apunta a ello. No es casual que, desde la revolución cubana en los años 60 del siglo pasado, se hablara de la OEA como un ministerio de colonias por la relación a veces incestuosa entre la misma y los gobiernos del continente.  Desde la sede, al grueso del financiamiento y las relaciones bilaterales del país del norte con el resto de países del continente. Por eso había que tomar nota de las diferentes reuniones de esta organización y los llamados a rectificar y especialmente, los llamados a reconocer la victoria electoral de Arévalo.

Por ello la sola idea de sanciones económicas deslizadas en las últimas semanas por funcionarios del gobierno del os EEUU les cayó como la maldición de todos los dioses. No obstante, el golpe mayor fue, por su simbolismo, al anuncio que el gobierno de EEUU les negaba la visa de ingreso a ese país, incluyendo a sus familias. De pronto se vieron indeseables por su patrón. Fue un somatón en la mesa que dieron los gringos y con ello se rompió el hilo conductor de las relaciones históricas, como si fuera un cordón umbilical, en donde la madre había roto con los dientes el mismo, ¡harta de los engendros!

Este es un tema particularmente sensible pues tiene doble lectura. De una parte, todo mundo sabe que los cabales, o la oligarquía tradicional, es la heredera directa de los favores del gobierno de los EE.UU. Desde la idea de América para los americanos y desde las varias intervenciones militares en el continente en defensa de gobiernos de naturaleza oligárquica. Lo vimos en dominicana con los herederos de Trujillo, o en Guatemala en el año de 1954, así como de manera más reciente en Chile con el derrocamiento de Salvador Allende.

Nunca en la historia real del continente, los EEUU se habían colocado del lado de la democracia y de los resultados verdaderos de las urnas. Especialmente si consideraban que sus intereses tenían algún riesgo. Mientras que, en el caso presente, si en algo se equivocó el grupo de los cabales, fue precisamente de poner en riesgo los intereses de los EEUU. Pues no otra cosa significa la ola de migrantes, producto entre otras cosas de una económica cerrada que no permite generación de empleos y oportunidades. Sin hablar del narco.

Y por supuesto de la corrupción que hizo que muchos programas de ayuda financiera por parte de ese país a las instituciones guatemaltecas, se fueran en el barril sin fondo de la corrupción. O que se utilizaran para amedrentar a los propios diplomáticos en servicio en nuestro país pues no otra cosa significó el uso de vehículos artillados que el gobierno de los EEUU había donado para el combate al narco, no para intimidad a la ciudadanía.

Por ello en sectores progresistas de nuestro país, las acciones concretas de los ahora aliados del norte, son vistos con desconfianza, en a medida que ven acciones en defensa de sus intereses y no en defensa de los intereses de nuestro país, como es normal en etas circunstancias, pues dicen y con razón, su naturaleza no cambia y debemos estar muy atentos. Por supuesto que sí. Pero igualmente hay que reconocer, que, en esta coyuntura, y con la composición social y de intereses de eso que llamamos el pacto de corruptos, la única alianza que podía ser de utilidad real, es con las acciones del gobierno de los EEUU.

Todo tiene origen en el empecinamiento del grupo de los cabales para aceptar los resultados de las elecciones del 2023. En el empeño por desconocer esos resultados y la victoria electoral de Bernardo Arévalo y Semilla, se dieron a la tarea de organizar, financiar, apoyar, azuzar, respaldar por todos los medios, la labor de sicarios políticos del MP, la CSJ y el congreso. Aceptando con desgano las resoluciones de una mojigata corte constitucional. Aunque es necesario convenir que los propios EEUU no habrían reaccionado, como tantas veces en la historia, sin eso que se denominó el levantamiento de los pueblos indígenas as para exigir la democracia, el respeto del voto y la garantía de que Bernardo Arévalo iniciaría su gobierno el 14 de enero de 2024.

Quizás uno de los temas que con mayor claridad se ha evidenciado, en la acción del pacto de corruptos reconvertido en aprendiz de golpista, es su absoluta falta de apoyo a la democracia. Lo que apareció de cuerpo entero es el desprecio por lo que en ocasiones decían con desgano y solo para titulares de dudosas notas de prensa. Democracia, democracia, democracia, pero sin contenidos y siempre y cuando ellos pusieran a los candidatos, los partidos y los ganadores. Ese es el sentido del financiamiento ilícito que descubrió la Cicig y que publico con todas sus letras.

Esto es un proceso largo, pero se ha producido en unos pocos años. El aviso más cercano que tenemos sobre el desgaste del modelo propuesto por los cabales es el momento que la SAT en el año 2016 les obliga a pagar impuestos en mora. Se trató de varios millones y con la cola entre las piernas acudieron en fila a pagar. Las sumas en verdad si fueron importantes. En especial Aceros de Guatemala que pago de un solo viaje, unos 800 millones de quetzales.

Le siguieron empresas como Energuate o Camino Real, y los bananeros y otros tantos. Hicieron berrinche, pero se dieron cuenta que todo lo que hicieran no tenía sentido, al menos, mientras estuviera la Cicig en Guatemala. Ese es el inicio de la campaña contra la Cicig. Ese es el gran motivo por el cual se hizo hasta lo imposible por demostrar que esa comisión había cometido ilícitos, que había cometido errores, que no se pueden negar pero que no modifican el fondo de su presencia en nuestro país: la necesidad de terminar con los grupos clandestinos a la sombra del poder y sus derivaciones que configuraron el pacto de corruptos. Sobre ello hay sólida y abundante información, documentos, ejemplos.

No esta demás señalar que el pago por morosidad en los impuestos en sumas importantes para el fisco y las finanzas públicas, fue un severo golpe a la idea que los cabales tenían de ellos mismos. Se pensaban intocables. Pero desde entonces ya no lo piensan tanto, aunque si quisieran mantener sus privilegios y su conducta de dueños absolutos de la fincona. Con muchas resistencias dieron pasos graduales y pequeños para convertirse en empresarios más actualizados, utilizando gestión menos atenta a los favores del gobierno de turno, y en alguna parte, democratizaron un poco sus relaciones con los trabajadores.

Es necesario señalar que han hecho todas las violaciones al orden legal del país para mantener negocios rentables. Un ejemplo son las cañeras o palmeras, desviando ríos que dejan sin agua a las comunidades. Cementeras que contaminan el negocio agrícola de miles de ciudadanos. Empresas maquiladoras que pagan salarios por debajo de los legales y con pésimas condiciones laborales. exenciones fiscales a pedido. Ni hablar de las nulas prestaciones laborales, en especial el derecho a la organización sindical. O el negocio de moda, consistente en aprovecharse del dinero de los migrantes cobrando por remesa y aprovechándose del diferencial cambiario. Negocio redondo, sobre las espaldas de los trabajadores expulsados del país. Es un largo camino para modernizarse.

Mas adelante, fue otro golpe a la autoimagen de los cabales. Vimos en una foto de familia, a una media docena de empresarios “de nombre”, que compungidos decían que ellos habían contribuido a financiar bajo la mesa, a partidos políticos para que ganaran las elecciones. En especial al expresidente, el comediante Morales. En este caso, ahora no quedan muchas dudas que ese financiamiento, especialmente luego del reconocimiento de quienes dieron la plata, firmaron los cheques y montaron empresas de cartón para ese propósito, A cambio le pidieron al comediante se comprometiera entre otras cosas, a proceder a la expulsión de la Cicig.

La más grande paradoja, es que la expulsión de la Cicig se hizo acudiendo al argumento de defensa de la soberanía ante la intervención extranjera. Sin detenerse a pensar que la Cicig fue solicitada por el gobierno de Guatemala al darse cuenta de que la justicia y de manera general toda la institucionalidad del estado dedicada a esa labor estaba cooptada, desbordada, y necesitaba de una suerte de reingeniería, que solo podía hacerse con ayuda externa. Solo recuerdo que uno de los principales financistas de este ente avalado por la ONU, fue precisamente el gobierno de los EEUU-.

Los años pasaron, aunque no tantos, y su actitud de cara a los resultados electorales y el intento de golpe de estado, nos recordó su naturaleza antidemocrática, y su carácter de vieja oligarquía. Pero, sobre todo, que estaban dispuestos a todo lo imaginable para conservar el reino de impunidad que habían contribuido a formar, pasando por encima de cualquier credo democrático o de cualquier conducta de empresariado algo moderno. Preferían vivir en el pasado, o en el presente protegidos `por un manto que pensaban inexpugnable de corrupción e impunidad.

A pesar de los cambios en el mundo, tanto en tecnología como en modelos de gestión, se negaron a cambiar, a modernizarse, especialmente en el pensamiento. Siguieron siendo los reaccionarios de siempre. Y ante la victoria electoral de Bernardo Arévalo un izquierdista más que moderado, se convirtieron en los respaldos desde el sector económico, a ese intento de golpe antidemocrático, que no quería reconocer los resultados de las urnas.

Todo para preservar el orden de la corrupción y los favores del estado para sus negocios. Ya los casos presentados por muchos años dicen eso con claridad. No inventamos nada. En estas condiciones vieron cómo sus amigos de toda la vida dijeron basta ya, y les cortaron las visas para entrar a EEUU. Eso fue un rayo en seco. De un solo, sus negocios, sus deptos. en el norte pueden quedar congelados, aunque no se nos escapa que siempre hay testaferros, y oportunistas de todo tipo.

Pero el mensaje es claro. Tienen que entender que estamos ante una nueva época. Que es mejor para el país un gobierno democrático legítimo, que tenga el apoyo social, junto con el de la comunidad internacional.  Aunque el impacto profundo de esta medida de los EEUU la cual no pasa de noche tiene un nombre: cambio de aliados [1].

[1] Ese proceso de cambio de aliados no será de un día para otro, tendrá recaídas, vivirá en una especie de sube y baja emocional, con medidas y sanciones unas más blandas que otras, pero todas buscando operar en el imaginario de este grupo. Es la tendencia que se perfila, que corresponde a los cambios que se vienen operando a nivel mundial. Y es en este terreno donde los cabales de nuestro país no han hecho la tarea.

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