Créditos: Angie Ross
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Ayer, en el Centro de Cooperación Española (CCE) en la zona 1 de la ciudad capital, se realizó la presentación del documental Tras la Vida, que cuenta  la conmovedora historia de Ana Enamorado, una madre hondureña que, junto con la Red Regional de Familias Migrantes, emprende una valiente lucha para buscar a su hijo desaparecido en México.

Por Angie Ross

El documental destaca la resiliencia y determinación de Ana, que enfrenta inmensos desafíos en la búsqueda incansable de su hijo Óscar Antonio López, desaparecido desde hace más de 13 años en la ruta a Estados Unidos; esa producción arroja luz sobre una realidad profundamente conmovedora y perdurable para cientos de familias, pero sobre todo para las madres centroamericanas que enfrentan los procesos de búsqueda de sus hijas e hijos desaparecidos.

Además, para profundizar sobre la problemática también se realizó el conversatorio Migración centroamericana y desaparición forzada en México, con la participación de Ana, fundadora de la Red Regional de Familias Migrantes y quien fue parte de la coordinación de las caravanas de las madres centroamericanas, además integrantes de la Asociación de Familiares de migrantes desaparecidos de Guatemala.

“Son cifras aterradoras y lamentablemente, vemos que el número de desaparecidos sigue en aumento. No podemos seguir sin hacer nada. El silencio nos convierte en cómplices, porque nuestra inacción, aunque duela e indigna a muchos, nos mantiene paralizados en la incertidumbre”, comentó Ana.

Ana mencionó que tras la desaparición de su hijo, buscó ayuda con las autoridades de Honduras, pero no obtuvo respuesta. Según sus palabras, las autoridades parecían desinteresadas en el destino de las personas desaparecidas y más preocupadas por expulsar a las personas y forzar desplazamientos.

En el año 2010, cuando su hijo desapareció, no existían las condiciones ni las leyes de búsqueda que existen hoy. Ana afirmó que, tras sentir que sus esfuerzos iniciales no daban frutos y que las autoridades no estaban tomando medidas, decidió dejar de buscar.

Fue solo hasta un año atrás que las autoridades de la Cancillería de Honduras se acercaron a ella en la Ciudad de México y mencionaron que la nueva presidenta mostraba interés en el tema, por lo que Ana aceptó una reunión. Sin embargo, le expresó la necesidad de coordinarse con las autoridades mexicanas para llevar a cabo acciones concretas en la búsqueda de personas desaparecidas en su ruta a Estados Unidos, señalando que hasta el momento solo había promesas y escasos avances. La experiencia de repatriación también la describe como un proceso agotador y lleno de obstáculos en esta lucha incansable.

LA BATALLA POR LA EXHUMACIÓN Y LA DIGNIDAD PERDIDA

Guillermina Vega, es  una mujer guatemalteca y miembro de la junta directiva de Migrantes Desaparecidos de Guatemala (AFAMIDEG), lleva más de 12 años luchando por respuestas. Su historia está ligada a una de las familias afectadas por la masacre de 72 migrantes en Tamaulipas, México.

El Estado guatemalteco no responde a familias de migrantes masacrados en Tamaulipas

Con determinación, Guillermina se unió a las más de 150 familias que componen la Asociación y que buscan justicia. Sin embargo, la lucha de Guillermina y su asociación ha estado marcada por una serie de obstáculos. Cuando les entregaron los ataúdes de sus seres queridos, las autoridades no les permitieron ver los cuerpos ni realizar identificaciones, ya que no se habían realizado pruebas de ADN.

Incluso cuando llevaron los féretros, estos estaban amarrados con lazos, lo que les negó cualquier posibilidad de confirmar la identidad de sus familiares. Esta situación ha llevado a la exigencia de la exhumación, una lucha que ha persistido durante 8 años. A pesar de llevar su solicitud ante las autoridades en la capital guatemalteca y trabajar con un juez en el proceso, se han encontrado con los obstáculos.

Guillermina y las familias afectadas han insistido en que la exhumación sea realizada por forenses argentinos, con amplía experiencia en la temática, buscando la verdad que se les ha negado durante demasiado tiempo.

¿QUÉ IMPLICA HACER LAS BÚSQUEDAS DE SUS SERES QUERIDOS?

Las madres que forman parte de la Red Regional de Familias Migrantes han emprendido su búsqueda con una planificación exhaustiva de seis a siete meses, involucrando a diversas instancias del Estado mexicano.

Esto implica reuniones periódicas con autoridades federales y estatales, incluyendo la Fiscalía General de la República, comisiones de búsqueda, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto Nacional de Migración, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, entre otros.

Ana Enamorado destacó la importancia de que se reconozca su condición como víctimas, lo cual implica la exigencia de que se cubran los costos de vuelos, hospedaje, alimentación y seguridad. México se presenta como un país desafiante para llevar a cabo estas búsquedas debido a su contexto sociopolítico actual.

Sin embargo, explica que los riegos que se enfrentan las madres son varios, “desde el momento que acudimos a una autoridad, desde el momento que presentamos una denuncia por la desaparición de nuestros familiares, ya estamos expuestas a que nos pase cualquier cosa”, Ana subrayó la incertidumbre que las rodea cuando se enfrentan a las autoridades, ya que es posible que algunas de ellas estén involucradas en las mismas desapariciones que buscan resolver. Además menciona que el desgaste emocional puede ocasionar que se enferme el cuerpo.

“Lo importante es actuar, no quedarnos calladas, no esperar a que el tiempo pase, no esperar hasta que algún día hablen las personas, nos haga una llamada o regrese, porque no sabemos. Desde el momento en que nos percatamos de la desaparición de familiares, puede que haya pasado una hora o un día, lo que sea, hay que actuar”, concluyó Ana.

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