Tala de árboles afectará al municipio de Xela ante la falta de planificación municipal

COMPARTE

Créditos: Shirlie Rodríguez
Tiempo de lectura: 8 minutos

 

La tala de árboles en el parque Benito Juárez, en la zona 3, provocó la alerta de la población que ahora fiscaliza y busca las formas de denunciar este hecho que representa la pérdida de áreas verdes. Expertos argumentan que la reducción de áreas boscosas provocará más vulnerabilidad a inundaciones por las características del terreno de la cabecera de Quetzaltenango.

Por Shirlie Rodríguez

Una lluvia de 20 minutos ha provocado la inundación de sectores de las zonas 1, 2, 3, 6, 7 y 10, de la ciudad de Quetzaltenango, una situación que dice, Romero García, no pasaba hace 10 años.

En los más de 30 años que tiene de vivir en el barrio El Calvario, García dijo que estos hechos se han incrementado. La cantidad de agua que se acumula durante y después de una fuerte lluvia hace que sea casi imposible transitar por el área.

Esta problemática es consecuencia, en parte, por la tala inmoderada de árboles y la falta de áreas boscosas que filtren el agua que se acumula por las lluvias, explicó el ingeniero agrónomo Arturo Villez.

Esta es una de las causas de las inundaciones en Xela, el sistema de drenajes con una antigüedad de más de 50 años es otro aspecto que afecta, las tuberías son insuficientes para el crecimiento poblacional y hasta ahora no se han presentado propuestas y planes para repararlos.

Villez dice que en la actualidad son más notorias las inundaciones que reportan y con mayor intensidad. La consecuencia, agrega, se debe a que la ciudad se está quedando sin espacios verdes y principalmente árboles que realizan una tarea de absorción, que es fundamental en territorios como este.

En esas condiciones, en los últimos días del mes de octubre, la unidad de Servicios Ambientales de la Municipalidad de Quetzaltenango inició con la tala de árboles en el parque Benito Juárez en la zona 3. El 29 de octubre una mala maniobra de los trabajadores provocó que uno de los árboles cayera encima de un picop y una motocicleta.

El departamento de Gestión de Riesgos de la comuna dijo que un cambio en la dirección del viento provocó que al ser derribado y caer lo hiciera en dirección contraria. El carro estaba parqueado en un área restringida; la moto ocupaba el lugar designado. No se reportaron personas heridas.

Foto de redes sociales

Luego de este accidente continuaron los trabajos municipales. Oficialmente se reportó que al inicio eran 42 árboles cortados, pero vecinos organizados sostienen que son 64 los que talaron en todo el parque.

Según la inspección que han realizado algunas personas de la zona, son árboles de más de 50 años de antigüedad y tenían un alto, de al menos, siete metros.

Los árboles que fueron cortados del lugar fueron cipreses, pino y casuarina. Las primeras dos especies tienen funciones para absorber el dióxido de carbono (CO2) del medio ambiente y convertirlo en oxígeno. Mientras que la casuarina, en los suelos urbanos, ayuda a drenar zonas húmedas, lo cual beneficia cuando hay acumulación de agua de lluvia en la ciudad, explicó Pablo Tello, ingeniero agrónomo.

Tello dijo que en países como Colombia, se implementa la siembra de estos árboles para que drenen los suelos de las ciudades, además de formar parte del paisaje urbano. El ingeniero agrónomo recomienda que, en el caso del parque Benito Juárez, se siembre este tipo de árboles y no únicamente las jacarandas que cumplen una función ornamental.

Un plan de ordenamiento territorial que no fue tomado en cuenta

En el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), de la Municipalidad de Quetzaltenango, se identifican los suelos de especial protección y se clasifican en diferentes tipos. El parque Benito Juárez entra en la categoría Q3, que comprende los inmuebles ubicados dentro del Centro Histórico y sus monumentos aislados (que son los que se encuentran en este lugar).

Para la intervención de estos espacios, dice el POT, se debe tener un reglamento específico, planes parciales de conservación e incentivos emitidos por el Concejo Municipal.

Sin embargo, la población que inició la fiscalización del proyecto dice que el Concejo no emitió ningún acuerdo. Se solicitó la información a la Municipalidad, pero hasta el cierre de esta nota no se recibió respuesta.

Actualmente hay un concurso vigente en el portal de Guatecompras en el que la Municipalidad licita la intervención en este parque, pero solo se menciona el tema de la iluminación.

Con el número de NOG 21539588 la licitación: “Mantenimiento y reparación de iluminación de parque Benito Juárez”, únicamente especifica el cambio de postes de alumbrado eléctrico y las luminarias del lugar. La fecha de publicación se hizo el 10 y cerrará el 23 de noviembre.

Fabiola Ixquiac, presidenta de la comisión municipal de Medio Ambiente, dijo que la tala es parte de una intervención que se hace del parque, porque remodelarán el espacio, pero también añadió que los árboles estaban dañados y algunos secándose, representando un riesgo para la población en el sector. Agregó que cuentan con los permisos necesarios para realizar las intervenciones.

Por su parte, vecinos de la zona 3 expresaron su rechazo a estas acciones porque son pocos los espacios municipales que cuentan con áreas boscosas y también recriminaron que la administración del alcalde Juan Fernando López se ha dedicado, desde su inició, a retirar árboles de varias zonas de Xela.

Auditoria social

José Hernández, activista social, forma parte de la población que se organizó para dar seguimiento a este tema y refirió que iniciaron reuniones con más personas para demandar una mejor planificación al intervenir áreas verdes.

Quienes integran este grupo son vecinos de la zona 3, 1 y sectores aledaños, así como vendedores y otras personas interesadas en el tema. Realizan reuniones semanales en el Centro Intercultural de Quetzaltenango para abordar el tema.

Foto de René Merlos. Así se veía la tala de árboles en el parque Benito Juárez, que duró al menos dos semanas.

Hernández explicó que verificaron el lugar, acompañados de expertos y fue así como identificaron que 64 árboles fueron talados en el parque Benito Juárez. Además, constataron que algunos de los troncos estaban sanos y que no representaban riesgo de caer.

Ahora están organizando reuniones semanales para definir su siguiente acción, una de ellas será proceder legalmente, porque la autoridad municipal no entregó información del proyecto.

Los vecinos critican que no hay planificación y tampoco información sobre el plan general de intervención, cometiendo errores porque tampoco se basaron en estudios científicos.

Iris Solís, una vendedora en el sector, contó que con su mamá tenían 25 años de llegar a vender antojitos. Ahora, dijo, es triste ver el panorama del parque porque no tienen sombra, hay destrucción alrededor y además el proyecto de remozamiento podría ser tardado.

“Parece un cementerio, siempre fue refrescante llegar después de varias horas de pasar bajo el sol y encontrarse con este parque a dónde vengo a vender. Ahora como en otros lugares de Xela no quedan más que unas plantas chiquitas para decir que sí están haciendo cambios los de la Municipalidad”, señaló.

El ingeniero Villez agregó que los árboles no son únicamente para adornar o proporcionar sombra, también cumplen con la función de absorber el agua de lluvia y así evitar que las inundaciones tengan la magnitud de las que se han registrado en la ciudad durante el invierno.

Detalló que el terreno de la cabecera de Quetzaltenango es una cuenca, un área rodeada por valles o montañas, lo cual genera que las corrientes de agua bajen y se acumulen. De ahí la importancia de los árboles, que son los que absorben la lluvia para que sea mínima la que llegue hasta las distintas zonas.

“La tala de árboles no es una opción o solución que se debe tomar a la ligera, es necesario contar con estudios previos, análisis del terreno y un plan para atender la falta de estos árboles a corto plazo”, dijo Villez.

En su experiencia, señaló, es notorio que la Municipalidad no tiene un plan específico y por ello se niegan a atender las inconformidades de la ciudadanía. “Quizá hasta ahora que vieron inconformidad de la población empezarán a redactar su proyecto”, puntualizó.

Se buscó la versión de Juan Carlos Díaz, director de Servicios Ambientales de la Municipalidad de Quetzaltenango, para que brindará detalles del proyecto que se pretende ejecutar en el parque pero no se le encontró en su oficina y tampoco respondió llamadas telefónicas.

Al consultar con la dirección de comunicación municipal confirmó que hay un plan para intervenir el parque, que incluye iluminación, intervención de la fuente, remodelación del área y también la siembra de otros árboles. El quiosco, el monumento a Benito Juárez y una bodega que se encuentra en el lugar no pueden ser tocar porque son patrimonio cultural.

Marck Juárez, director de comunicación informó que son 42 árboles entre cipreses, pinos y casuarinas. Agregó que para retirarlos no necesitaron de permiso porque están registrados en el Instituto Nacional de Bosques (INAB) como una plantación voluntaria, la cual se puede retirar en cualquier momento.

Foto de Shirlie Rodríguez

Sin embargo, los vecinos afectados consultaron con representantes del INAB en Quetzaltenango y respondieron que no extendieron ningún permiso o licencia forestal, por ser un trabajo municipal y por ser un área urbana que le compete.

El ingeniero agrónomo Juan Luis Cojtín apoyará a los vecinos organizados para buscar alternativas en contra de las medidas tomadas por la autoridad municipal. Ahora están haciendo revisiones para determinar si se cumplió con la normativa y el marco legal para la intervención en el parque Benito Juárez.

“Esperaría que se estén cumpliendo los marcos legales que se deben tener cuando hay un cambio en la remodelación de áreas verdes. Hay varios factores que influyen como los monumentos, bancas, bodegas y determinar si están resguardados bajo un reglamento”, dijo.

Agregó que realizarán una auditoría ambiental con los vecinos para proceder con más acciones y así exigir que la comuna tenga planes concretos para ejecutar.

Para José Hernández, vecino y activista, fue una respuesta mediocre la que recibieron del INAB, porque ahora no hay alguna autoridad que vele por los espacios verdes. Ahora están a la espera de información de un equipo legal para determinar las acciones legales a seguir y saber si la Municipalidad cumplió los aspectos legales.

Marco Chávez, el concejal electo por el comité cívico Sacándole Brillo a Xela, criticó la tala de árboles de parte de la Municipalidad, porque en su opinión, debió ser la última medida. Pudieron hacerse podas y otros tratamientos para evitar quitarlos, anotó.

Como oposición para el próximo Concejo Municipal, solicitaron a través de información pública que se entregué los aspectos legales a los que recurrió la Municipalidad para intervenir el parque, porque hasta ahora no han demostrado la existencia de un proyecto concreto.

Foto de Shirlie Rodríguez

Chávez señaló que desde hace dos años la tala indiscriminada de árboles se incrementó en la ciudad y que durante la administración del alcalde Juan Fernando López, se han cortado 462, y no hay evidencias de que existan estudios o conocimiento de cómo realizar los proyectos.

Para Chávez, la municipalidad únicamente ha sembrado árboles ornamentales y no especies que absorban el agua de lluvia, y a eso le atribuye las inundaciones en el municipio.

“No hay que apartar también el tema de transparencia y fiscalización, porque estamos enterados de que existe una negociación en cuanto a la leña que sale de la tala, hay un tema que tener en cuenta y ver hacia dónde van esos fondos”, agregó.

Hasta ahora la comuna no ha brindado detalles de cuándo iniciará el remozamiento del parque. No hay fecha exacta. Lo único que han dicho es que deben concluirlo en el primer semestre de 2024. Mientras tanto los vecinos seguirán indagando y posiblemente denunciarán penalmente esta intervención municipal.

COMPARTE