Créditos: Hugo Bulux
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

El pueblo de Totonicapán hizo una pausa del paro nacional para llenar los cementerios y llevar flores, velas y comida a sus difuntos. Año con año, la gente en este rincón del mundo se prepara para su visita, dedica oraciones y agradecimientos por su tiempo en la tierra y pide por el descanso eterno de sus almas.

Por Hugo Bulux

Según la cosmovisión del pueblo maya, los difuntos mantienen una conexión con sus seres queridos. Sus energías permanecen en la tierra para proteger a quienes aún siguen con vida. Desde la espiritualidad maya, la vida no termina con la muerte, pues solo el paso a otra dimensión.

Una serie de costumbres y tradiciones se llevan a cabo en conmemoración del Día de los Santos, que se conmemora el 1 de noviembre y el Día de los Fieles Difuntos, el 2 de noviembre.

En el municipio de Totonicapán, ambas fechas son de convivencia familiar, las actividades empiezan con la limpieza y pintura de los panteones en los cementerios de la cabecera municipal y los otros que están ubicados en el corazón de algunas comunidades.

Desde la tarde el 31 de octubre y hasta el mediodía del 01 de noviembre, es común observar la venta de una gran diversidad de flores y coronas de flores, que son adquiridas para adornar los nichos, mismos que traen vida, colores y aromas naturales.

Foto: Hugo Bulux

La gastronomía propia de las comunidades es de especial importancia en estas fechas. El platillo tradicional de Totonicapán es el “Caldo de Tobik”, un caldo de carne de res acompañado de diferentes verduras como el achiote (que le da el color rojo), tamalitos de maíz en hojas de milpa y atol de maíz.

Otros platillos tradicionales de estos días son el “Ayote en Miel de Panela”, el atol y los tamalitos de elote.

Para el 2 de noviembre, se tiene la tradición de “cuidar a sus difuntos”, ya que varias familias aprovechan para llevarles alimentos y convivir con ellos. En algunos casos, llevan bebidas y alimentos y los colocan en los panteones, bajo la creencia de que en estos días los difuntos salen a visitar a sus familiares.

La música también es común en los cementerios. Diferentes grupos, especialmente, de música de banda y mariachis, amenizan el ambiente y a las familias con canciones que hacen recordar a los que ya no están en este mundo.

Foto: Hugo Bulux

En este día también se vuelan barriletes como parte de la creencia de que conectan con quienes ahora descansan.

Esta tradición se ha mantenido viva de generación en generación. Niños y jóvenes aprovechan el día para armar sus barriletes y volarlos en los cementerios. Otros los elaboran y ponen a la venta en las entradas a los cementerios.

Para estas fechas, las iglesias católicas realizan misas y las familias tienen por costumbre colocar veladoras en los sepulcros para dedicarles oraciones que los recuerdan en vida y que piden por el descanso eterno de sus almas.

En 2023, a pesar de las inclemencias del tiempo por el paso de la tormenta tropical “Pilar”, miles de personas acudieron a los cementerios para recordar y conmemorar la vida de sus ancestros, quienes han dejado de existir físicamente, pero cuyas energías y recuerdos permanecen con los vivos, para siempre.

Fotos: Hugo Bulux

COMPARTE