Créditos: Julián Ventura
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Integrantes del partido Movimiento Semilla y la población en general celebraron con luces de colores, cohetes, gritos y coreaban consignas tras conocerse el triunfo de Bernardo Arévalo y Karin Herrera.

Texto y fotos por Julián Ventura

La segunda vuelta de elecciones presidenciales del domingo 20 de agosto se llevó a cabo sin novedad, a pesar de los rumores de una posible estrategia de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que buscaría impugnar las elecciones locales a nivel nacional.

En Santa Cruz del Quiché, la mayoría de los centros de votación estuvieron resguardados por la Policía Nacional Civil (PNC), desde el inicio hasta el final del conteo de votos.

Los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) fueron integradas por los vecinos y vecinas del municipio como acto cívico, desde muy temprano cada uno de los integrantes se presentó al centro que le correspondió, para preparar las papeletas y con ello esperar a la población.

A las 7 de la mañana se abrieron las puertas de cada uno de los centros y las JRV recibieron a la ciudadanía que llegó a emitir su sufragio. El domingo por la mañana estuvo soleado, y por la tarde el cielo se puso de color gris, dando indicios de lluvia, sin embargo, solo se nubló, y no quedó excusa para que quienes no hubieran votado lo hicieran.

Por la tarde, la afluencia de votantes fue mayor en comparación con la mañana en la que se observó un reducido número de personas en las mesas de votación. En ninguna de las jornadas se observó filas de votantes a diferencia de la elección de primera vuelta del 25 de junio.

Después del mediodía, la respuesta era la misma: no se había llegado al 50% de participación ciudadana, la autoridad electoral estimo que el porcentaje estuvo entre el 25 a 40, por lo que continuaban llamando a la población para que se acercara a los centros de votación para emitir el voto como derecho y deber ciudadano.

Jorge Mario Bol, observador voluntario de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), destacó que en el centro de votación al que fue asignado, no se presentaron anomalías que pudieran alterar los resultados de la elección, lamentó el abstencionismo de la ciudadanía que no votó y agregó que fue notoria la diferencia con la elección de la primera vuelta que tuvo una gran afluencia de votantes.

En las calles de Santa Cruz, algunas personas comentaban en K’iche’, el idioma materno de la mayoría de la población, sobre la necesidad de elegir a un gobernante honrado y que hiciera cambios en el país y comunidades, ya que con el alto costo de la canasta básica, cada vez se hace más difícil y dura la vida, indicaban.

Al finalizar la jornada, cuando puntualizaba las 6 de la tarde se cerraron las mesas receptoras de votos y empezó el conteo de votos. El ejercicio no llevó mucho tiempo y en las primeras mesas se evidenció un resultado a favor del partido Movimiento Semilla.

Al darse a conocer a nivel nacional los resultados que indicaron el triunfo para el binomio de Bernardo Arévalo y Karin Herrera, integrantes del partido y la población en general celebraron con luces de colores, cohetes, gritos y coreaban consignas. Abraham Tol, secretario departamental del partido, dio a conocer que el compromiso de cambio y mejoras para el país y el departamento de Quiché es para la población en general.

En Santa Cruz del Quiché, la participación ciudadana fue del 45 por ciento, el binomio de Arévalo y Herrera ganó la elección con 14,876 sobre los 5,842 de la UNE. Con 22,636 votos válidos, 1,033 en blanco y 885 nulos.

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