Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 2 minutos

Juan José Hurtado Paz y Paz

El 20 de agosto de 2023 marca un hito en la historia de Guatemala.  En 2ª vuelta, por más de un millón de votos de diferencia, Arévalo y Herrera triunfan sobre la Torres y Guerra.  Semilla obtuvo aproximadamente el 59% de los votos válidos, contra un 37% para la UNE.

Como bien dijo el presidente electo, “no es un triunfo de Semilla, sino un triunfo de Guatemala”.  Y así se celebró de manera espontánea en diferentes lugares del país; no sólo en Ciudad de Guatemala, sino también en Quetzaltenango, Huehuetenango cabecera, Jacaltenango, San Antonio Huista, para mencionar algunos de los lugares de donde tengo conocimiento.

Si bien sólo el 45% de los empadronados acudieron a votar, puede decirse que esto está dentro de los parámetros normales pues la tendencia es que menos personas voten en la 2ª vuelta.  Además, hay que destacar que se lanzaron múltiples campañas de terror por parte de los golpistas para disuadir el voto. Es decir, que se venció el miedo y quienes fueron a votar, lo hicieron en su mayoría conscientemente.  Claro, no faltó la compra de votos por parte de los perdedores aún en el último momento, especialmente de la población más pobre, manipulando la necesidad de la gente.

Este resultado es fruto de luchas seculares de nuestros pueblos.  En la victoria electoral están presentes nuestras y nuestros ancestros, quienes dieron su vida por una Guatemala justa, así como de otros que nos han antecedido. Hay un sedimento de lucha que nos da confianza en el futuro.

El resultado es contundente.  Tan ha sido así, que pronto ha sido reconocido por la OEA, la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, la Misión de Observación Electoral de Guatemala y otros. Sin más remedio, el CACIF y Giammattei también lo han reconocido. No han faltado los saludos de otros presidentes como AMLO, Lula, Bukele y muchos más. Esto hace más difícil que los golpistas logren el objetivo de invalidar al partido Movimiento Semilla e impedir que el nuevo gobierno tome posesión el próximo 14 de enero.

Por supuesto que las amenazas siguen latentes y por eso es fundamental defender la voluntad popular expresada en las urnas.

La descalificación del triunfo no ha sido sólo por los sectores más conservadores y oscurantistas, sino también por opiniones aparentemente radicales que demandan una transformación profunda.  Si bien estos últimos tienen razón en decir que el sistema no ha cambiado, se debe reconocer que abrir paso a la democracia es indispensable para Guatemala.  No se puede cambiar de la noche a la mañana un sistema de dominación que se ha construido a lo largo de siglos.  Además, eso no lo puede hacer tampoco un gobierno solo.  Es necesaria la participación activa de amplios sectores de la población. De manera que el reto es acuerpar los cambios necesarios para ir avanzando paso a paso.

Triunfó la honestidad y la democracia por encima de la corrupción y la dictadura del Pacto de Corruptos. La Semilla germinó y ahora es momento de cuidar la plantita para que crezca sana, florezca y dé sus frutos.

Esto requiere de mayor conciencia, organización y unidad. Son indispensables las negociaciones y alianzas, buscando el bienestar de las mayorías.

Antes del 25 de junio, prevalecía el pesimismo.  Hoy se respira Primavera pues nuevamente hay optimismo y esperanza de que Guatemala florezca.

Kablajuj Tz’ikin (21 de agosto, 2023)

COMPARTE